The Jam cosecharon un éxito notable con su debut "In the City" en 1977. En pleno terremoto Punk un trío de Woking, ciudad situada a cuarenta kilómetros al sur de Londres, fueron capaces de recoger la inmediatez de las canciones de los Pistols, Clash o Damned y darles su particular visión de las cosas, basadas en las reglas creadas por The Who, Small Faces, Kinks o Creation diez años atrás.
Como solía pasar por aquel entonces en todo estilo musical dentro de un sello poderoso, los músicos, muy jóvenes por aquel entonces, son presionados para componer nuevo material, algo que Paul Weller (voz y guitarra), Bruce Fuxton (bajo, voz) y Rick Buckler (batería) hacen a toda velocidad para grabarlo en once agotadores días, y publicarlo tan solo seis meses después de su debut.
El disco va funcionar relativamente bien, es programado y promocionado fuertemente en las emisoras británicas, pero se quedará por detrás de su antecesor; que fuese machacado por varios medios especializados quizá tuvo algo que ver, o simplemente que el Punk de cresta e imperdibles se los llevase por delante por ser una banda de mods amantes de las lambrettas y del aire marino de las playas de Brighton.
Hoy en día "The Modern World" es considerado como un clásico y un disco referencia para cualquier amante del Power Pop con dos dedos de frente y buen gusto. El disco es pura energía, con guitarras repletas de overdrive y delay a cascoporro como ocurriese en "In The City", así que el comienzo con "The Modern World" y "London Traffic" no podía ser más inpactante y directo.
El viejo Rhythm & Blues "colonizado" por los Who y "punkerizado" por el trío en escasos seis minutos totalmente anfetamínicos. The Jam o más concretamente Paul Weller sigue soltando soflamas contra el imperio británico en este segundo álbum, cogiendo la pluma de un Ray Davies en "Standars", tirando de la vieja flema British para no aceptar las normas del viejo imperio venerado por Kipling en una energética canción que no llega a los tres minutos.
| Copia Original británica del 77 |
"Life From a Window" avanza hacia el Power Pop y en sus riffs y voces enfundadas en melancolía se sienten a los Kinks del "Face to Face" y a los Who del "Quick One" con aroma MacCartney. Otra canción que rezuma melancolía y otra letra cargada de saña es "The Combine", a la que le sigue otra pildora Power Pop titulada "Don't Tell Them you're Sane" donde el bajo de Buxton y la batería de Buckler tejen un ritmo trepidante.
"In the Street Today" abre con rabia y actitud Punk la segunda cara del disco, para decantarse a continuación por una mezcla entre el también imperante Pub Rock y el Pop duro de guitarras en "London Girls".
"I Need You (For Someone)" nos ofrece a los Jam más accesibles con un irresistible sonido entre los Badfinger y los Beatles.
En "Here comes the Weekend" tenemos otro himno puro para los Mods, pero que bien puede representar a cualquier hijo de tribu urbana que desde el lunes no tiene otra cosa en mente que la tarde del viernes para encontrarse con sus colegas en torno a una buena pinta de cerveza en el Pub.
"Tonight at Noon" es un medio tiempo de Weller con un deje tristón pero bello. De todas formas el final del disco hará seguramente que te desates el muermo con una bailable y breve revisitación del clásico de Wilson Pickett "In The Midnight Hour".
Una vez publicado el disco la banda lo presentaría durante dos meses con gran éxito de público en Reino Unido, bien encabezando carteles junto a The Stranglers o abriendo para The Clash, llegando a tocar el mítico CBGB neoyorquino a finales del 77. Este disco será clave para entender discos del momento posteriores de The Rezillos o The Undertones, bandas embarcadas en causas Power Punk Poperas y perpetradoras de excitantes canciones tan solo unos meses después de los dos primeros trabajos del trío de Woking.
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