Ir al contenido principal

Crosby, Stills, Nash & Young - "Deja Vu" (1970)

 

Según parece, cada músico grababa sus canciones por separado, a su bola, actuando el resto del personal como músicos acompañantes.
Por Jorge García.


No vamos a explicar de manera escrupulosa el proceso de formación, en 1969, del primer y más célebre supergrupo de la historia: Crosby, Stills & Nash

Basta con apuntar lo que todos sabemos: Que la salida de Stephen Stills de los disueltos en 1968 Buffalo Springfield, más la adición de David Crosby, en el paro desde que abandonase en 1967 The Byrds y la incorporación del británico Graham Nash, que hasta 1967 lideró a los menos populares The Hollies, dio como resultado la formación de los mentados Crosby, Stills & Nash cuyo álbum de debut, de título homónimo, fue un éxito fulminante en aquél 1969 en que los tres músicos decidieron unir sus destinos.

Precisamente, el éxito de aquél debut fue lo que propició la rápida aparición del segundo trabajo del grupo, titulado "Deja Vu", publicado en marzo de 1970 y que contaba con la incorporación de un itinerante Neil Young, con quien Stills ya coincidió en la banda de éxito Buffalo Springfield y que estaba dando comienzo en aquellos años a una carrera en solitario que difícilmente encontrará parangón en la historia de este negocio llamado Rock and Roll.


A pesar de algunos hipotéticos inconvenientes como la premura por publicar rápido y aprovechar el tirón, lo que de improvisación pudiera suponer la irrupción de alguien como Young y el sobresaliente nivel de la primera intentona de un año antes, "Deja Vu" supera al debut y se convierte en la mejor prestación discográfica que presenta la mítica formación a lo largo de su historia, independientemente de la composición en cuanto miembros, que varía según los años y los discos, manejando siempre, eso sí, diversas ecuaciones con dos, tres o los cuatro nombres aquí reunidos.

Comenta Stephen Stills que para la grabación de "Deja Vu" se emplearon más de ochocientas horas de trabajo en el estudio, bajo la producción de la propia banda y con colaboración de algunos nombres propios de tronío como Dallas Taylor (batería), Greg Reeves (bajo), Jerry Garcia (pedal steel guitar en "Teach Your Children Well") o John Sebastian (armónica). Dos ellos (Dallas Taylor y Greg Reeves) aparecen en la inigualable fotografía de la portada, obra de Tom Gundelfinger.

Y aunque dice la leyenda que algunos de los miembros del grupo se sintieron molestos con Stephen Stills y su inquebrantable perfeccionismo, que le llevó a auto-implantarse como hipotético líder de la banda, lo cierto es que da la sensación de que se cuidaron de no herir susceptibilidades ni egos, repartiendo funciones y créditos de manera bastante equitativa.

En este sentido, podemos decir que las diez canciones del álbum se distribuyen con mimo casi milimétrico. Dos para Stephen Stills: "Carry On" "4 + 20"; dos para Neil Young: "Helpless" y "Country Girl"; dos para David Crosby: "Almost Cut My Hair" y "Deja Vu" y otras dos para Graham Nash, que fue quien se llevó el gato al agua en cuanto a singles y éxitos mediáticos con sus excelentes aportaciones: "Teach Your Children Well" y "Our House".

Se completa el tracklist con el tercer single extraído del disco, el tema compuesto por Joni Mitchell, "Woodstock" y el colofón a cargo del dúo Stills/Young con la breve "Everybody I Love You", dos temas que para nada merman la enormidad de este cancionero concebido por unos creadores que se encontraban en auténtico estado de gracia.


Según parece, cada músico grababa sus canciones por separado, a su bola, actuando el resto del personal como músicos acompañantes. Esto se evidencia mediante la minuciosa escucha del disco, descubriendo que cada canción muestra el sello inequívoco de su autor sin tener que ajustarse a una temática sónica o estilística general. No obstante, este proceder no rompe con una unidad y coherencia que milagrosamente se mantienen durante los 35 minutos de duración aproximada de "Deja Vu".

"Deja Vu" es un disco redondo y perfecto, un elepé donde se escucha música americana, pero también pop inglés; country/folk, pero también rock, baladas y arranques eléctricos; y por supuesto, mucha esencia hippy de quienes seguían cabalgando sobre la grupa de la cola del cometa que barrió los cielos de la bahía de Oakland durante el verano del amor. Un disco encantador, lleno de amor, bondad, protesta, libertad y armonías vocales, un disco que hoy volvemos a disfrutar y recordar en La Comunidad del #FFVinilo.

Comentarios

  1. Pues ya veo que tienes en un pedestal a este disco y además coincides con los entendidos de la música. Sin embargo, como ya sabemos que el arte es subjetivo, es un estilo de difícil encaje en mis gustos por lo que no puedo aportar demasiados matices a tu completa entrada. A ver, es verdad que Almost cut my hair me ha encantado y el tema título también me ha gustado bastante, casualmente las dos son composiciones de Crosby. Pero Woodstock me ha parecido resultona y salvaría también Country girl, de Young. Poco más. Y oye, ¿soy yo o Helpless tiene un sospechoso parecido melódico a Knockin’ on heaven’s door? Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo negaré, en un pedestal. Me llama mucho la atención que destaques los temas de David Crosby, pues entiendo que son los más densos, en especial el homónimo.
      En cuanto a tu apreciación sobre "Helpless" alguna vez lo he pensado, pero fijando la sospecha en Dylan, pues este "Helpless" es anterior en el tiempo.
      Por lo demás, muchas gracias por tu aportación siempre sincera.
      Salud.

      Eliminar
  2. Que gente mas grande! Aunque debo decir que mi favorito es Young, Helpless se ha convertido, como todos sabemos, en un clásico atemporal de la música en general, sin desmerecer los temarrales que forman el resto del disco. Muy buena entrada! Raúl L.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al hilo de lo que comentas sobre Young, te diré que posiblemente sea mi solista favorito, la verdad es que no se me ocurre ningún otro artista o grupo que presente una discografía como la suya en los años setenta. Desde luego que el resto son también grandes músicos y juntos como formación ya forman parte de la leyenda.
      Gracias por tú aporte y un saludo.

      Eliminar
  3. Una obra maestra. Estoy de acuerdo. Aunque también su primer disco es memorable, pero creo que en este sube el nivel de las composiciones. Lo que me atrapó de este disco es la mezcla perfectamente equilibrada de guitarras acústica y eléctricas, y, por supuesto, las armonías vocales. Clasicazo. Gran entrada. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario Diskobox. Desde luego coincidimos plenamente en la valoración que haces, tanto las guitarras, como por supuesto las armonías vocales son pilares evidentes de la formación del sonido de la marca.
      Saludos.

      Eliminar
  4. Que grande fue la epoca de los 70!! No he seguido de cerca a estos musicos, digamos que no estan en mi espectro, pero una primera escucha... WOW!
    Una buena escucha para el sabado morning!
    Gran entrada para #FFVinilo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los setenta son mi década favorita, menos iniciática que los sesenta o cincuenta pero más rica en estilos y conclusiones. Me alegra que te haya gustado este gran disco.
      Un saludo.

      Eliminar
  5. Pues soy un blandengue, pero csny me aburren cuando se ponen a hacer armonías en plan country pero me flipan cuando hacen rock como Almost cut my hair o Deja vu o Everybody I love you.Hepless también me gusta.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad son una cosa y la otra, yo por regla general también soy bastante más rockero que otra cosa, aunque en este disco las dos composiciones de Nash me gustan mucho.
      Abrazos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una ...

Los Ronaldos - Saca la lengua (1988, EMI)

      ¿Qué mejor excusa para escribir la entrada de hoy que Coque Malla da esta noche un concierto en el Wizink Center de Madrid celebrando el 40 aniversario de su carrera musical en el que sus ex compañeros de Los Ronaldos le acompañarán en el repertorio que rememore de aquella época? Pues es una fantástica excusa, pero yo tengo otra casi mejor para hablar de este disco: y es que el rock nos gusta y nos divierte. Nada mejor para escuchar rock and roll, yeah. Cuando empecé a escuchar música estaba influenciado por mi hermano mayor, que era un fanático del heavy metal anglófono y mi hermano Carlos, mucho más popero pero también con la mayoría de discos en inglés. Y por ello, yo no escuchaba música en español. Me sacaban 9 y 7 años por lo que iban mucho más avanzados y les seguía. Un ejemplo, en mis adoradas VHS’s con videoclips, apenas hay temas en español: directamente no se grababa si lo entendíamos. El caso es que todo empezó a cambiar allí por finales del 88 y ...