En esta ocasión os traigo un vinilo en un idioma poco común: neerlandés o dutch, como dicen ellos. ¿Por qué está en mi colección un disco de una banda de skater y surf rock indie de habla holandesa? Pues porque un día de estos en los que hay que ir a un centro comercial, pero te puedes escabullir un rato a tu bola y terminas curioseando en la pequeña zona de vinilos de una conocida tienda, descubrí un cajón con ofertas al 75% y la portada de este disco me llamó la atención. Hice una búsqueda en la plataforma musical que todos conocemos y las dos canciones que escuché, me gustaron…luego resulta que eran las dos mejores y que más se acercan a mis gustos y que el resto eran demasiado “indie”. Bueno, ya os estoy adelantando que este trabajo no va a pasar a estar entre lo más pinchado de mis discos y, casi con toda seguridad, entre los vuestros (bueno, quizás a mi amigo José Alfredo, que es bastante rarillo en gustos musicales, le mole, ya veré qué me dice). De todas formas, no me voy a escudar en ello para justificar la poca extensión (teniendo en cuenta mi historial) de esta entrada: la verdad verdadera es que estoy extremadamente vago, pero no puedo dejar pasar tanto tiempo entre colaboración y colaboración. Así que, vamos allá.
Figgie son Paul Scheenstra (guitarra), Roy van Rosendaal(guitarras/teclados) y Pim ten Have (batería). Y desde 2017 están dando caña desde su Utrech natal. Incluso antes de editar este su primer álbum en 2019, Figgie ya se habían metido en el bolsillo a toda la escena indie de los Países Bajos y su logo (esos dos rombos con un punto en el centro de los mismos, unos ojos según ellos) se podía ver de Middelburg a Groningen y de Maastricht a Schubbekutteveen. Así que, junto con el bajista Pieter Zaal decidieron meterse en los legendarios estudios Kytopia en el Oudegracht y dar forma y contexto a todas sus composiciones anteriores y que sonaran bien todas juntas, como un todo. Y, ¿lo consiguieron? Pues creo que sí, a pesar de que a veces se me hace un poco bola, demasiado tranquilo y atmosférico. Pero termina sonando a un mix entre The War on Drugs, Radiohead, The Cure y la diva holandesa Eefje de Visser (que muchos descubrimos cuando abrió el concurso de Eurovisión de 2021 celebrado en Rotterdam) con ciertos toques psicodélicos. En su página web ellos mismos se definen como un colectivo de artistas musicales que miran el mundo con los ojos muy abiertos y que hacen canciones indies edificantes que combinan la bondad de la infancia con la sabiduría poética de un mago barbudo. Entre sus mantras, la amistad, el buen humor y el buen rollo entre ellos para llevar a término sus intenciones: por ejemplo, los tres integrantes se alternan en las voces lo que proporciona una experiencia fresca y peculiar. En general, las letras son meditativas y van en la línea de soñar despierto mientras montas en bicicleta entre los canales de Utrech, sobre animales, sobre magia, sobre imaginación, sobre preservación de la infancia…Y algo bueno tuvieron que hacer pues la crítica neerlandesa coronó su trabajo Genoeg Houvast como el mejor del año.
“Genoeg Houvast” (Suficiente asidero, suficiente para agarrarse) abre el disco al que también pone el título. Algún riff interesante y reverberación a tope en los teclados.
“Dinsdag” (Martes) con un video curioso cuyo protagonista es un elefante (como en el “Paradise” de Coldplay) en este caso con tutú, que mea en el arcén de la carretera, tiene pestañas postizas y monta en scooter. Musicalmente, en ciertos momentos me recuerda a The Cure.
“Toveren” (Conjurar) es una pista alegre que se origina en estar hundido en el mar, pero cómo se puede salir de ahí. De nuevo las influencia de The Cure se dejan notar. El clip de animación corrió a cargo de Tiny Sob Productions.
“Het Plan” (El plan) suena psicodélica, con varios cambios de ritmo al final con un teclado final curioso. “Kom wat later” (Ven un poco más tarde) y “Opeens” (De repente), cierran la cara A sin más pena que gloria.
La cara B de este bonito vinilo blanco
comienza con “Zachtjes in” (Suavemente) con algún cambio de ritmo que parece va
a acelerar y se frena. “Vooruit vooruit” (Adelante adelante) es una composición
mucho más colorida. Lo más parecido que me viene a la cabeza son los León Benavente
españoles. “Verwacht” (Esperado) comienza con una locución extraída de un
podcast de una periodista holandesa, hablando en inglés, introduciendo música
holandesa a extranjeros que dice algo así como “hablando de artistas versátiles
en Holanda….” Y la explicación de la banda es “que se jodan si cantamos en
holandés, somos unos niños pasándolo bien”. “Zo leuk” (Muy divertido) es la más
electrónica del disco y la que menos aguanto. “Soms” (A veces), es el tema que
escuché que me hizo decidirme a llevarme el disco a casa. Me recordó y me sigue
recordando a The War on drugs, gracias a esos riffs de guitarra y los teclados. Lástima que medio engañara...
La ultima pista es “Geloof dit niet” (No creas esto) y vuelve a recordarme a León Benavente más que nunca.
En definitiva, un disco que, a pesar de la buena fama en su país y en sus círculos, no termina de convencerme a pesar de ser una escucha agradable.
La edición es muy llamativa, con esa portada en amarillo y el blanco vinilo con las galletas también en amarillo y el logo de Figgie. Fue autoeditado por el grupo, por lo que no pertenece a ninguna discográfica. El diseño corresponde al estudio Fleur Knops. No lleva insert y en su interior vienen dos pegatinas del logo y una tarjeta para poder descargarte sus canciones al ordenador en formato de alta calidad.
Una preciosidad de edición. Solo por eso ya merece la pena tu inversión. Desde luego, mejor lo visual que la música 😂 No son de mi cuerda, eso ya lo sabes, aunque debo reconocer que no se me hacen bola como otras propuestas. Otra fenomenal aportación a nuestra viniloteca. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bonito el arte, sí. Me lo he puesto últimamente como música de fondo porque no suena mal. Tengo pendiente escuchar sus nuevas propuestas, que no sé por dónde irán. Pero, por ahora, no creo que, quitando la de Soms, pase ningún tema a mis listas de mp3 para el coche.
EliminarEn otra ocasión me hubiese quedado a gusto. Sin embargo, lo he encontrado muy buenrollista y agradable de escuchar. Y en este momento y lugar exactos de mi vida no pido nada más. Melodías para hacer llevadera la tarde. Perfecto.
ResponderEliminarEso son las drogas que te están metiendo. No hay otra explicación. Un saludo y a recuperarse.
EliminarPues no suena nada mal y la edición del vinilo es muy chula. Aire fresco que debe también correr por el barrio. Un abrazo Dani
ResponderEliminarMuchas gracias. No es algo antológico pero en el momento adecuado se deja escuchar
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