Ir al contenido principal

Nina Hagen Band - Unbehagen (1979, CBS Records)

La semana pasada traje por aquí la reseña de un disco en portugués, de la banda UHF. Y hoy me he dicho: “Coño, ¿por qué no aprovechar y hacer una serie de entradas con todos los discos que tengo que no estén en los idiomas típicos de inglés y español? Además, son pocos”. Así que, aquí me tenéis con un disco cantado en alemán. No es de mis favoritos, es cierto, y además, es complicado de reseñar, aunque la artista siempre me ha llamado la atención por lo diferente que es. Si Aretha es la reina del Soul y Madonna la del pop, sin lugar a dudas, Nina Hagen pasará a la historia como la reina del punk o la madrina del punk, por muy difícil que sea encuadrar a la alemana dentro de una sola corriente artística.

Catharina Hagen entró gritando en este mundo (una de las marcas de la casa) un 11 de marzo de 1955 en Berlín Oriental. Su padre Hans-Oliva Hagen era guionista y su madre la actriz Eva-Maria Hagen. Con esas mimbres, lo lógico es que la niña no saliese banquera, sino artista. Incluso cuando sus padres se divorciaron siendo ella era muy pequeña, su madre volvió a contraer matrimonio con un famoso cantautor disidente alemán, Wolf Biermann, punto importante más adelante en su biografía. A los cuatro años, empezó a estudiar ballet, y a los nueve inició su carrera de cantante de ópera estudiando canto, piano, guitarra y danza, siendo considerada una niña prodigio en el mundo de la ópera. Al mismo tiempo Nina Hagen se afilia a las Juventudes Comunistas de la República Democrática Alemana. A los 13 años es expulsada de dicha organización por oponerse a la invasión de Checoslovaquia: las relaciones e influencia de su padrastro alejan a Nina de la ortodoxia política. A los 13 años obtiene la graduación en canto de Estudios de Música Popular en Berlín Este. A los 19 años funda Automobil, una banda de rock and roll de bastante éxito en RDA sobre todo gracias al éxito “Du hast den Farbfilm vergessen”, aunque antes, a los dieciséis abandonó los estudios y marchó a Polonia, donde se hizo con un nombre en el ambiente hard rock. También formó parte de la banda Fritzens Dampferband del músico Michael Fritzen, tras abandonar Automobil. En aquella época aún no era famosa por su estrafalaria vestimenta. Aunque es verdad que, visionando los videos de esos años, su imagen responde a la de una estudiante de colegio de monjas a la que se le ha metido un demonio revoltoso y políglota que de cuando en cuando hace acto de presencia. En 1976 su padrastro Wolf Biermann, fue a una presentación al otro lado de Alemania, un multitudinario concierto en Colonia, y ya no le permitieron entrar de regreso a su casa debido a sus ideas políticas. Aprovechando su creciente popularidad en la Alemania Oriental, Hagen lideró una protesta contra este hecho amenazando en convertirse en la nueva Wolf Biermann ¿El resultado? La familia fue expulsada de la República Democrática Alemana sin esperanza de retorno. Me parece que es lo que buscaban.

Bien, pues ya en la zona occidental, en 1977 viaja a Londres. Allí, según cuentan las crónicas, alternó con Johnny Rotten (que se portó como todo un caballero con ella) y Sid Vicious de Sex Pistols y con Ari Up, de la banda femenina The Slit. También actuó en la película The Go Blue Girl. De regreso a Alemania a mediados de 1977, Hagen formó Nina Hagen Band en el barrio Kreuzberg de Berlín Occidental, junto al guitarrista Bernhard Potschka, a los que se unen Herwing Miteregger, en la batería, Reinhold Heil, en los teclados y Manfred Praeker, al bajo. En 1978 lanzaron su álbum debut homónimo, Nina Hagen Band, que incluía el sencillo "TV-Glotzer" (una versión de "White Punks on Dope" de The Tubes, aunque con letras alemanas completamente diferentes) y "Auf’m Bahnhof Zoo", sobre la entonces famosa estación Berlin Zoologischer Garten de Berlín Occidental. El álbum también incluía una versión de "Rangehn", una canción que había grabado anteriormente en Alemania del Este, pero con música diferente. El álbum debut ganó una atención significativa en toda Alemania y en el extranjero, tanto por su sonido de hard rock como por la voz teatral de Hagen, que se basó en gran medida en su formación operística, muy diferente del canto sencillo de sus grabaciones de Alemania Oriental. Y ganó se catapultó a la fama por sus actuaciones, su imagen y toda ella: su total ineptitud a la hora de poner cotos a una desmedida franqueza la convirtieron en un icono de rebeldía. Con su histrionismo a la hora de cantar, aprovechando sus facultades operísticas mostró que el punk no sólo se basaba en la agresividad y suciedad, sino también, en la experimentación, gracias a su voz de soprano y una base rítmica de calidad, para que no solo fuera todo estridencia. Y provocación, ante todo. Como esa vez que en una entrevista en el programa austriaco Club 2 sobre el tema de la cultura juvenil, cuando demostró (mientras estaba vestida, pero explícitamente) varias posiciones de masturbación femenina y se vio envuelta en una acalorada discusión con otros invitados, en particular, el escritor y periodista Humbert Fink. El presentador del programa de entrevistas, Dieter Seefranz, tuvo que dimitir tras esta controversia. Ella sólo quería denunciar la opresión de la mujer en términos de cómo se permite expresar su sexualidad en público.

En fin, ya hemos llegamos al año 1979, cuando este Unbehagen es editado. Como todo en su biografía, este disco no se libra de la polémica. Nina ya había decidido abandonar la banda pero tenía que cumplir el contrato con la discográfica CBS a pesar de que las relaciones con sus compañeros eran malas, por decirlo de forma suave. La banda tocó su parte en los estudios de Berlín mientras Hagen grababa las partes vocales en California. El título del LP es una palabra alemana que significa “incomodidad” o “malestar”. Y combina perfectamente con su apellido, claro. El trabajo es una mezcolanza de sonidos punk, rock, new wave, electrónico estilo Kraftwerk, reggae…


 

El primer single es el primer corte de la cara A, “African Reggae”. Es uno de sus temas emblemáticos, una canción que parece que parece que hace apología del cannabis, pero en sus letras tiene perlas como: “Pero, ¿qué se supone que debo hacer en África como mujer/como mujer? /Cuando el hombre negro castra a la mujer negra/AU AU Castratión/Levántate, defiende la revolución negra”. Parece que denuncia la ablación femenina en Africa. Ritmos reggaes con cantos tiroleses. Tras más de seis minutos, otro tema igual de largo, “Alptraum”, con un sonido más new wave y una letra bastante agresiva: “Te mataré mil veces/Te mato tres mil veces/Te mataré seis mil veces/Te mataré nueve mil veces/Te mataré diez mil veces/Te mato un millon de veces/Te mataré mil millones de veces/Te mataré billones de veces”. De nuevo haciendo alarde de su rango vocal. A mí la música me suena super moderna.  Nos encontramos con una versión del “Lucky Number” de otra “tarada” (en el buen sentido de la palabra) como Lene Lovich: “Wir leben immer…noch” es un tema muy Kraftwerk. El siguiente tema fue grabado en directo en abril del 79 en el Saarbrücken Congress Hall: “Wenn ich ein Junge wär”, versión de la canción que popularizó la diva italiana Rita Pavone, con ese estilo de canción italiana de los sesenta tan tan dolce vita.


 

Pasamos a la cara B.”Herrmann hiess er” fue el segundo single, otra vez de más de seis minutos, donde seguimos con la vertiente más electrónica, experimentando con la voz robótica de Nina hacia la mitad de la canción para terminar más hard rockera con un gran solo de guitarra. El siguiente corte fue el tercer single, “Auf'm Rumme”, una crítica social que aborda la corrupción y la desigualdad en la sociedad alemana, con una mezcla de guitarras hard rock con un piano muy rock sureño. Recomiendo escucharla a volumen brutal, como la brigada de La Princesa Prometida. “Wau Wau” es inclasificable. Lo siento, no puedo describirla de otra manera. Sí, el wau wau es la onomatopeya del ladrido de un perro o una perra. “Fall in love mit mir” vuelve a sonar como un grupo de los 50-60´s. El último corte es un instrumental de un minuto, “No way”.

Mi edición es la española de la época, con un encarte en el que las letras por un lado vienen en alemán y en el otro traducidas en castellano. Me hice con él casi gratis en una tienda de todo a 100 en Leganés un año que fui a comprar el décimo de lotería de Navidad con la fecha de nacimiento de mi enana y tuve que hacer tiempo porque estaba cerrada. Sorpresas de la vida.

 A partir de aquí habría mucho que contar sobre Nina, daría para un extenso texto, cosa que no voy a hacer. Tras separarse de su grupo se lía con el freak holandés Herman Brood, con el que filma alguna película (Cha Cha y Retrato de una borracha), graba alguna canción, engendra una hija y desvaría demasiado con las drogas. Tanto que dejó a Brood por su excesiva adicción. Se fue a Estados Unidos. Allí entre muchas cosas grabó un disco icónico por su sonido, su temática y su portada: “NunSex-MonkRock”. Se lía con múltiples artistas, entre ellos un joven Anthony Kiedis (Red Hot Chili Peppers) que en algún momento lanzó un disco titulado “BloodSugarSexMagik” (qué parecido más razonable, ¿verdad?) y que ha reconocido en múltiples ocasiones que Nina fue su mentora sexual y espiritual y que “Give it away” vino a su mente por la generosidad de Nina al regalarle su chaqueta preferida simplemente porque sí. Más de quince discos, escándalos varios como cuando discutió acaloradamente con Ángela Merkel, por entonces solo ministra, en un programa de la televisión alemana o sus declaraciones de que descubrió a Jesucristo tras un viaje con LSD, su activismo pro animal y ecológico, interpretación del himno del Union Berlin, doblaje al alemán del personaje de Sally de Pesadilla antes de Navidad…En definitiva, una mujer que no sabe esconderse, fingir, falsear. Eso lo deja para el escenario. Allí sí que el histrionismo tiene permiso, ya sea en un concierto frente a trescientas mil personas, como sucedió en 1985 en la primera edición del festival Rock in Rio, ya sea en un recital preparado para un puñado de fanáticos en las entrañas de una iglesia berlinesa. Allí sí que la artista alemana juega a ser la bruja cósmica que, vía las cuatro octavas que su voz es capaz de alcanzar, invoca a la angustia del desamor, al espíritu del blues o, de algunos lustros a la fecha, al temor de dios.

Videos tenéis todos los que os guste en youtube. Pasad buen finde.

 

 

 



 


Comentarios

  1. Oye muy bueno. Había cosas que no tenía ni idea.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni yo. Su vida es una sucesión de acontecimientos que para una persona normal, si viviese sólo uno de ellos, sería algo maravilloso. Para ella es algo normal día a día. Bueno, como para muchos artistas. Gracias por leer y compartir

      Eliminar
  2. Seguro que has pensado, “otro disco que al King le hará salir sarpullido”. Pues a priori es cierto, pero... es una obra tan ecléctica e inclasificable que resulta entretenida de escuchar. Aquí hay de todo, punk, rock, glam, techno, pop, grititos, experimentación a lo Zappa. Lo dicho, de todo. Por otra parte, African reggae es uno de esos temas que tengo grabado en las neuronas, supongo que por escucharlo por primera vez en el momento en que uno descubría la música como algo más importante que el sonido de las radiofórmulas. Además, tu resumen de su carrera ha sido muy interesante. Y para que lo sepas, Lucky number de Lene Lovich me encanta desde pequeño. En resumen, que esta entrada no te hace menos blandengue jejejeje, pero me ha resultado muy divertida. Eso sí, ya tengo Nina para meses, que demasiada empacha. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah no, pues no te cortes en absoluto. Seguro que tienes cosas blandengues que me alegrarán sorprendentemente jajajaja. Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  3. Qué entrada tan bien hecha, enhorabuena. Ni idea del personaje. Obviamente sé quién es, pero nunca he escuchado "adrede" su música y con esta entrada me has obligado. Y qué coño, está todo loca, pero muy entretenido. No sé si entrará en mis escuchas futuras, también te digo. ¿En qué idioma será el próximo? Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No estoy de acuerdo. Es cierto que hay muchas anécdotas de esta señora reseñables y que hace muy entretenida la lectura. Pero, reconozco que, por ejemplo, la frase de las monja no es mía, la leí una vez y me quedé con ella. Además, me doy cuenta que fallo en el análisis musical. Pero bueno, de intenta hacer lo mejor que se puede. Un saludo

      Eliminar
  4. Más allá de saber quien es y haber escuchado algún tema aislado, coincido con algún otro comentario que gracias a tu artículo, al menos este álbum, una "escuchada" se merece. Enhorabuena por el post, yo como de música ni idea, no noto lo de tus supuesto fallos de análisis musicales. Sigue así, a ver si consigo sentirme orgulloso de ti XDXD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. La verdad es que es una artista "peculiar", raro que se te haya escapado, con lo que sois los artistas para esto jeje

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod

Transvision Vamp - Velveteen (MCA, 1989)

    Os voy a hablar de un plástico que ya apareció por el blog allá por el año 2012. Pero visto que se le dedicaron escasamente 10 renglones y no tiene comentarios, creo que pasó sin pena ni gloria, por lo que no creo que haya problema en que lo traiga un viernes de forma rápida y con alevosía casi nocturna. Disco publicado en 1989 que se vendió como una mezcla de pop (mucho), rock (poco) y punk (pinceladas) y que tuvo buenas cifras de venta, sobre todo gracias a su canción bandera, el “ Baby I don´t care ”. Producido el alemán Zeus B. Held y el británico Duncan Bridgeman de forma bastante aséptica.    A mitad de los 80 el guitarrista Nick Sayer se encontró con Wendy James y vio en ella la canalizadora perfecta para sus letras: comprendió que el sex appeal de Wendy y sus berridos casaban perfectamente con sus gamberras composiciones. De Brighton se mudaron a Londres y allí reclutaron al batería Pol Burton (en este segundo disco no forma parte de la banda) y a dos músicos