Ir al contenido principal

Watain - The Agony & Ecstasy Of Watain (His master’s noise-2022)


Para finalizar con la serie de vinilos que compré en Estocolmo, este viernes os traigo The Agony & Ecstasy Of Watain de los suecos Watain. Y si en el caso de los discos de Dark Funeral o Windir no me compré los que buscaba en principio, en el caso de este de hoy iba directo a por él porque es una bestialidad y desde que lo escuché por primera vez ya tenía claro que sería uno de los que me traería como souvenir. Además, lo encontré en su edición splattered green ¡más barato que la edición normal en negro! por lo que miel sobre hojuelas. 
 

E igual que en mis dos anteriores entradas, tratándose de la primera vez que Watain visitan este blog, también se impone una pequeña presentación de la banda. Esta se formó en 1998 en Uppsala –otra de las localidades que visité en mis vacaciones– por Erik Danielsson, Pelle Forsberg, Christian Blom y Hakan Jonsson para dar voz a uno de los grupos más demoníacos de Suecia. El álbum que os presento hoy es su séptimo larga duración en casi veinticinco años de vida. Vamos, que tampoco se lo toman con prisas. Anticristianos y satanistas confesos que apoyan la Misanthropic Luciferian Order, una secta formada por el líder de Dissection que se suicidó en 2006, han sido acusados en alguna ocasión de neonazis, aunque ellos declaran condenar el antisemitismo y los totalitarismos de extrema derecha. En la actualidad, se mantienen en la formación activamente Danielsson y Forsberg –aunque aseguran que Jonsson participa en las composiciones– y han integrado como miembros de la banda a los músicos que hasta su última gira eran contratados únicamente para sus directos. 
 

Así, grabado en The Chapel of Necromorbus con Tore Stjerna a la producción, el line up que ha dado forma a este brutal The Agony & Ecstasy Of Watain han sido Danielsson a las voces, Forsberg a la guitarra, H. Death (Hampus Eriksson) a la guitarra, E. Forcas (Emil Svensson) a la batería y Alvaro Lillo al bajo. 
 

El track list del álbum, que cuenta con una gran portada de Oik Wasfuk, es el siguiente: 
 
A 
Ecstasies in night infinite 
The howling 
Serimosa 
Black cunt 
Leper’s grace 
Not sun nor man nor god 
 

B
 
Before the cataclysm 
We remain 
Funeral winter 
Septentrion 
 

El discarral –no apto para blandengues– comienza con un riff de guitarra inocente, un bajo al que se une un riff algo más potente y luego... la destrucción absoluta con un alarido infernal y un doble bombo inhumano que ya no va a parar mientras Forsberg y Death nos taladrarán las neuronas con riffs acerados. Estamos ante un Ecstasies in night infinite con diversos cambios de ritmo hacia el final del tema en el que incluso encontramos solos a lo Hanneman y King. Es una pasada porque pese a ser una cabalgada extrema está lleno de matices y melodías diferentes que no lo hacen monótono. Y sin descanso atacan con The howling, que es un temazo alucinante de puro black metal con cambios de ritmo continuos y momentos que –al menos en comparación con la tónica general– pueden considerarse incluso pausados. Y si con dos temas ya se ve lo bien que conjuntan las dos guitarras, mención especial merece Svensson como batería magistral. El ritmo baja un poco en velocidad –entendedme– con la oscura Serimosa, otro de esos temas blackmetaleros en su acepción más tenebrosa que desbocada. Con Black cunt regresa el doble bombo, aunque los riffs de guitarra y el bajo de Lillo –con la impecable producción de Stjerna– otorgan color o tonalidades de gris al tema, que también tiene una velocidad comedida y un breve solo slayeriano. Le sigue Leper’s grace, más rápido que el anterior, con unos riffs frenéticos y numerosos cambios de ritmo. Y finaliza la cara Not sun nor man nor god, una instrumental de minuto y medio muy calmada en la que se advierten unos teclados como en alguna otra parte aquí y allá del disco. 
 

La cara B se inicia con la estupenda Before the cataclysm, que con sus más de siete minutos se convierte en la canción más larga del álbum. Se trata de otro temazo con numerosos cambios de ritmo, riffs gruesos, con algunos pasajes muy melódicos y un ambiente francamente oscuro que es superado con creces con la lenta We remain en la que participan el guitarrista Gottfrid Ahman y Farida Lemouchi –vocalista de Molasses, a quienes no conozco de nada– compartiendo las voces con Danielsson y creando un tema que me recuerda a los también suecos Avatarium en los pasajes en los que canta Farida. Funeral winter , el siguiente tema, es otro exponente de black metal enérgico y de calidad. Y el punto final llega con la preciosa Septentrion
–nada que ver con la de igual título que Abbath ha grabado también para su álbum de este añoque podrían haber firmado perfectamente los Windir de mi anterior entrada. 
 







Resumiendo, otro álbum que no espero que escuchéis muchos de vosotros –al menos los tres o cuatro que acostumbráis a comentar mis entradas– pero que es un exponente perfecto del metal extremo de gran calidad y numerosos matices que crean muchas bandas escandinavas. Y es que, como nos tocaba decir en los 80 para defender a nuestros amados grupos de hard rock y heavy metal, black metal no es sinónimo de ruido. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. De tus tres propuestas nórdicas, esta es la que más me ha gustado. Quizá porque intuyo cierto ramalazo heavy entendido en su concepto clásico, o porque hoy estoy de más mala hostia, vaya usted a saber, pero me ha entrado mejor. La batería es impresionante (aunque hoy en día, quién sabe si tiene mucho fotosó) y hay buenos riffs. Si le añadimos la preciosidad de vinilo, un diez. Creo que soy el hombre menos blandengue del lugar, ja, ja. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los tres que compré y he comentado me han alucinado. Pero en efecto, yo también creo que en estos blackmetaleros hay mucho thrash y heavy. Es música de muchos matices y una pasada de álbum. Me alegra que le haya gustado a alguien más que a mi mismo. En dos semanas algo más clásico. Un abrazo y feliz semana.

      Eliminar
  2. El vinilo es una pasada. The howling molaría con una voz que no salga del orto de Satanás. We remain me recuerda a Rammstein, ideal para una peli de vampiros. Septentrion podría salvarse si el cantante dejase la cazalla. El resto de canciones las confundo, no podría decir cuando termina una y empieza la otra.
    Este hombre blandengue ha hecho un esfuerzo... Pero me va a costar caro: mi mujer me ha pedido "amablemente" un par de veces que bajase aún más la música y mis hijas ya no me miran igual

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja...por si te sirve de algo, mi mujer hace muecas de asco si pasa cerca de los altavoces cuando escucho Black Metal. Lo dicho, es lo mismo que hacían los modernos, los new wave o los technos -expresiones viejunas- cuando escuchaban Iron Maiden o Motörhead. Pero se agradece el esfuerzo. Te pongo nota: PROGRESA ADECUADAMENTE. :D

      Eliminar
  3. Lo he intentado y con un tema he tenido bastante... eso sí la edición del disco y el color de vinilo, muy atractivos. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...