Ir al contenido principal

Buenas Noches Rose - Buenas noches Rose (Madison, 1995/Sony, 2019).

 



La portada del álbum ya anticipa qué hay dentro. Porque Buenas Noches Rose es, ante todo, un disco directo, revuelto y sudoroso, dominado por las guitarras expresivas de Alfredo Fernández «Alfa» (Le Punk) y Rubén Pozo (Pereza): buenos riffs, cambios de ritmo y algunos solos brillantes, sucias cuando la canción lo pide, limpias y emocionadas en otras ocasiones, sin virtuosismos innecesarios. Suma lo que cualquier disco de rock necesita: una pareja rítmica que meta fuerza y relleno, con Juan Pablo Otero «Juanpa» al bajo percutor y Roberto Aracil «Robe» manejando el tempo de la batería como si llevara cincuenta años en ello. Pero un álbum bueno necesita también mezclar esta inspiración instrumental con unas letras que cuajen y una interpretación vocal entregada. Y de ambas anda sobrado Jordi Skywalker. Parece nada del otro mundo, pero difícil de conseguir. Aquí encuentras mezcladas influencias nacionales, como Extremoduro, Rosendo y sus Leño o Burning, con otras sajonas, por ejemplo Tom Petty, The Rolling Stones o The Black Crowes. En esa amalgama de influencias hay canciones que caen de un lado más sucio, otras de un lado, digamos, más comercial o amable, pero, a la vez, con letras rebeldes, desafiantes. Y otras, cómo no, sacan el corazoncito roto en forma de balada o medio tiempo.

Banda nacida en el madrileño barrio de Alameda de Osuna (en aquella época se denominó "el Seattle madrileño"), debutó en 1995 con este álbum homónimo, conocido entre sus fans como "Lisergia" por el cómic y las alegorías del interior. Los cinco chavales desgreñados se fueron a un estudio Le Dune en Rávena (Italia). Uno de los productores tenía allí un "apaño". Se encargó de los mandos el ingeniero Lucovicus Cerone, de curioso nombre y curiosa experiencia, pues hasta entonces había destacado por grabar a artistas de aquello llamado canción melódica italiana. Me encantaría saber qué pensó cuando vio aparecer a estos mozalbetes y tener que transformar sus berridos en música empaquetada. Editaron dos singles y grabaron un par de videoclips como este. 



Entre las más amables, por cierto, y primer single Buenas noches Rose, que hace una pareja ganadora junto a Los chicos del coro (de mis favoritas) con su letra irreverente (más hierba para los chicos del coro/más tiempo para gastar/siéntate a hablar con nosotros/o déjanos en paz), sus cambios de ritmo y ese pedazo de solo. Ambas canciones forman una especie de declaración de principios de la banda, un «esto es a lo que nos dedicamos». Como single se editó también Sentado en el barro, otro ejemplo de rock and roll clásico más cercano a Burning, por ejemplo, de estribillo fácil.

El nombrado cómic y la galleta.

No podían faltar las canciones de corazones rotos. Original melodía y trabajo de arreglos en Del mismo modo, con un delicado slide y acústicas al fondo ("del mismo que la flor a la raíz/del mismo modo que el camino a su fin/yo me encuentro prisionero de ti"). También de pérdida amorosa trata Diez palabras de amor, aunque en un tono más roquero, macho-man desgarrado que pierde el control. El tema más blues de todos trata de una mujer, Flor de espinas (donde vas tan sola flor de espinas cuando tus ojos brillan), anhelo del trovador que la mira pasar por la calle; no pierdas el final acelerado (y nunca te encontraste tan bien como en tu esquina).
Entre los temas oscuros y sucios, destacan la inicial La leyenda del lobo cantor y su riff a doble mástil, apoyado en una batería grande, y la extraña La granja, distorsión casi lisérgica. Por cierto, la primera formó parte de la banda sonora de "Territorio comanche" (1997) y, como curiosidad, ambas se centran en la libertad de los animales. Una noche más (otra de mis favoritas) atufa a blues desde el segundo uno, canción de (más que) amor desesperado ("mueve el cuerpo en la oscuridad/esta noche, una noche más, esta noche/sexo duro en la oscuridad") donde Jordi se sale cantando y hay un pedazo de guitarra al final del tema cual premio orgiástico. En cambio, Tiempo perdido comienza con unas acústicas roqueras y una interpretación con un rollo Robe Iniesta chulo. El duende del fuego mantiene un poco ese mismo aire pero con unas guitarras más variadas y roqueras, con buenos cambios de nuevo y un toque jam en la parte central. La final Hablando con las plantas baila en una locura de riffs, solos, una letra fumeta y una de las mejores baterías del álbum.

El encarte, muy cuidado.

El vinilo que traigo es una re-edición de 2019 con carpeta doble y doble plástico, tres canciones por cara. El acabo, ciertamente, es de primera, con el famoso cómic en la doble interior y ambos encartes con sus correspondientes letras en un lado y un gráfico con tonterías en el otro. Aunque de estética dudosa, el conjunto me parece fantástico. Por cierto, sobre esta reedición, Alfredo "Alfa" comenta: "es cosa de Sony. Un negociete fácil, supongo. La cosa es que el grupo ni siquiera estaba en las plataformas digitales, no era más que una leyenda, así que aprovecharon para colgar los discos en Spotify y hacer unas cuantas copias en vinilo, a ver qué pasa". Y aquí está, en el mejor espacio del Universo dedicado a los vinilos.
Aunque tuvieron cierta repercusión y llegaron a formar parte del mainstream comercial de la época (recopilatorio de Coca-Cola incluido), su éxito efímero acabó al fichar por una compañía grande y grabar un segundo álbum, curiosamente cuando los descubrí en un concierto.  Al final no había sitio para el rock de Buenas Noches Rose en las listas de ventas y poco después desaparecieron (aún cayó un tercer largo), dejando como su obra cumbre este debut que hoy rescatamos. Fueron fugaces, fueron efímeros, dejaron un cadáver sucio y oloroso.
Disfrutad del fin de semana, gentuza.









Comentarios

  1. Joder, leo lo de influencias de Led Zeppelin y Leño... y esas notas iniciales me recuerdan inmediatamente la melodía de teclados de Everybody Wants To Rule The World de los Tears for fears. What the fuck? Pero rapidamente me golpea en la cara la realidad. Rock sucio, bluesy en ocasiones, música con tabaco, sudor y whisky DYC. No es el estilo que más me gusta pero tampoco se hace bola. En fin, otra propuesta que aporta variedad a este blog que es –como dices sin un ápice de innecesaria falsa humildad– el mejor espacio del Universo dedicado a los vinilos. Feliz finde.
    KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y si no es el mejor, que venga el mejor a refutarme. Lo has definido muy bien: rock de bareto humeante (de los de antes) y cervezas heladas. A mí me engancharon en su época y no pude resistirme a hacerme con el vinilo cuando lo vi a excelente precio uno de esos días sin IVA de gran superficie. Y bien bonito es. Bueno, bonito no es el calificativo exacto, pero tú ya me entiendes. Un abrazo King Anónimo.

      Eliminar
  2. El mejor espacio del universo dedicado a los vinilos, claro que sí, joder. Me encanta este disco, recuerdo cuando anunciaron esta edición en vinilo para un record store day de hace varios años, y qué ilusión cuando lo puse. Me flipan casi todas las canciones, pero cada vez que suenan la homónima y Del Mismo Modo se me remueven muchas cosas por dentro. ¿Objetividad? ¿Eso se come? Viva la puta música y viva este glorioso sitio, joder.
    Por cierto, no sé qué le pasa al blogger con lo del inicio de sesión, pero ahora el King ya no es el único anónimo por aquí. Firmado: Alberto Iniesta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Nos venimos arriba! Viva este puto sitio y la gloriosa música, ja, ja. La objetividad la fabricamos nosotros en cualquier caso: ¿por qué es mejor un disco que otro? Todo son subjetividades sobre las que nos ponemos de acuerdo y generamos un estándar con el que comparar el resto. Me alegra haber acertado contigo y que te animaras a comentar. Abrazo, Anónimo Iniesta.

      Eliminar
  3. Banda que siempre estuvo en mi órbita. No tienes una reedición ya que en su momento no llegó a salir en vinilo, si que lo hizo en cd y cassette, por tanto la primera edición en vinilo de un cd... vaya lío. En todo caso suenan dpm. Creo que tengo este mismo vinilo o en cd, voy a ver y hoy mismo me lo pincho en cualquier formato. Buena entrada Manu. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces lo de reedición, remaster y repoyas es un lío. Espero que disfrutaras del reencuentro con estos burros madrileños. Una pena que no tuvieran más recorrido. Un abrazo.

      Eliminar
  4. Descubrí este grupo tarde( una vez que Rubén triunfó con Pereza y la gente decía que se había ablandado y entonces investigué). Pero me gustan bastante. A punto estuve de pillarme este y el segundo en vinilo cuando lo sacaron hace poco. Mis enanas en el coche muchas veces me piden la que da título al disco. Seguro que es porque les hace gracia la intro como de un niño al inicio. Da igual, se la saben y dan cabezazos y eso ya es bastante.
    Gran entrada, como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La buena educación no hay que justificarla, por favor. Gracias por la parte que me toca. Uno se esfuerza para estar al nivel. Un abrazo, Dani.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Creedence Clearwater Revival - "Green River" (1969)

  Las canciones, conscientes de su pegada y su carácter de inmediatez, se liberan de artificios y apéndices instrumentales.... Por Jorge García . Pocas bandas a lo largo de la historia han conseguido hacer tanto y tan bueno en menos tiempo que el que emplearon los cuatro componentes de la  Creedence Clearwater Revival . Aunque de los tres años que la formación empleó en grabar discos (con John Fogerty al frente), 1969 fue el que se llevó la palma con tres álbumes publicados en menos de doce meses. Y para más inri, podemos afirmar que al menos hasta el tercer catálogo publicado por el grupo, el nivel fue a más, alcanzando con su tercera entrega,  "Green River",  su mejor trabajo hasta aquél momento. Precisamente de esta tercera intentona discográfica vamos a hablar hoy. Un disco en el que el menor de los Fogerty alcanza un status como compositor y líder ciertamente demoledor, tomando el mando de la situación y construyendo un disco de apenas media hora de duración pero con tod

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Loquillo y Trogloditas - Mientras Respiremos (Hispavox, 1993)

  Revisando los discos de los que he hablado en este blog me he dado cuenta de que aún no he reseñado ninguno de mi artista español favorito. Así que esta entrada va a servir para saldar esta deuda con una de las grandes leyendas en la historia del rock en España, y uno de los grupos que más alegrías musicales me ha dado a lo largo de mi vida: Loquillo y Trogloditas. Con una carrera de más de 40 años, puede que se antoje difícil la elección de un solo disco. En este mismo blog ya tenéis algunas reseñas de otros discos de Loquillo, pero, paradójicamente, tenía muy claro a qué disco dedicar mi primera entrada sobre “Loquillo y Trogloditas”. Al que considero el disco más importante de su carrera: “Mientras respiremos”. Es también probablemente mi disco favorito. Es difícil elegir entre su abundante discografía, tanto con Trogloditas, como en solitario, pero cada vez que hago mentalmente una lista de mis discos favoritos de Loquillo, éste nunca baja del pódium. Si, puedo afirmar sin mied