Este es uno de esos discos que me traen tan buenos recuerdos que cada vez que lo veo solo puedo sonreír. Noches y noches de escuchar alguno de los temas que contiene en ciertos locales madrileños, recuerdos de adolescencia fugaces, de acompañar a mi amiga Susana a mis tiernos 16 casi 17 años a otro local en Moncloa al que solía ir aquel chico de COU que le gustaba tanto (Fonsi, si me lees, un saludo) a quien le encantaba Depeche Mode y ella -por supuesto- se hizo su fan número uno. En aquel sitio les pinchaban mucho, además de música que en aquella época llamábamos 'moddie' y la gente iba vestida emulando a Depeche o a The Cure. ¡Qué buenos tiempos!
A mí en aquella época me gustaba otro chico que se llamaba Miguel y era rocker -¡hola! ;)- y yo estaba más por la labor de escuchar rock‘n’roll (Elvis, Little Richard, Chuck Berry...) y rock (Springsteen, por ejemplo) pero empezar a ir con Susana a aquel sitio hizo que mis oídos se abrieran a escuchar con más atención a estos británicos, de los que me cautivó todo: su sonido, su elegancia, ese aire misterioso que desprendían y lo cuidado de sus ediciones discográficas. Un par de años antes de sacar este disco habían lanzado “Music For The Masses” (1987) y me habían gustado canciones como “Behind the Wheel”, “Strangelove” y “Never Let Me Down Again”, pero hasta que no se publicó el disco que voy a analizar en esta entrada a mí no me habían enganchado, posiblemente por todas estas cosas que he contado, escucharles más a menudo y en otras circunstancias.
Al año siguiente sacaron "Violator", la cosa se desmadró y a mí me terminaron de captar para siempre. Y eso que yo siempre he sido más de guitarras que de sintetizadores, pero con ellos se pueden hacer las excepciones que hagan falta.
Depeche es un grupo de muy amplia trayectoria, este año cumplen los cuarenta en la escena musical, que se dice pronto. Como todos los que se mantienen todos esos años sobre un escenario, han tenido sus más, sus menos, sus líos y movidas, cambios en la formación y evoluciones en su estilo.
En 1977 dos chavales británicos que vivían en la ciudad de Basildon (Essex), Vince Clarke y Andrew Fletcher, de 17 y 16 años respectivamente, se juntaron para formar un dúo musical. Algo más tarde, se les uniría el amigo de la infancia de 'Fletch', Martin Lee Gore y por último, en 1980, David Gahan, al que fichó Vince Clarke tras escucharle cantar “Heroes”, de David Bowie.
Aquí una imagen de aquellos días. De izquierda a derecha: Clarke, Gahan, Gore y Fletcher.
Le pusieron al grupo un nombre sofisticado y glamuroso que nadie sabía pronunciar bien porque estaba en francés (en inglés se pronuncia 'dipeish mod') La idea se le ocurrió a Dave mientras ojeaba una revista de moda que se llamaba así, 'Depeche Mode' y les gustó a todos. Con todo esto, en 1981 grabaron su primer disco, llamado “Speak and Spell”, de sonido totalmente electrónico y a base de teclados y ritmo. El autor de todas las canciones del disco (menos de una de Martin Gore) fue Vince Clarke, y entre ellas se encuentra la archiconocida y escuchada hasta la saciedad “I Just Can’t Get Enough. Lo petaron y se convirtió en uno de los himnos ochenteros por excelencia. El vídeo musical de esta canción lo tiene todo, si queremos hacer un 'revival' completo de los ochenta, la música, los estilismos…
Pero hete aquí que Vince Clarke empezó a sentirse incómodo durante la gira de promoción del disco con el rumbo que estaba tomando el grupo y decidió irse. Otro caso más en el que el fundador de un grupo les deja compuestos y sin líder, y, al igual que en otros casos, ellos decidieron seguir adelante. Martin Gore asumió el papel de compositor de los temas, y sacaron un segundo disco, del que no están precisamente orgullosos porque tuvieron que ajustar su estilo con la herencia que les había dejado Clarke.
Tuvieron que buscar un teclista para sustituirle, así que pusieron un anuncio en una revista. El requisito era que el candidato no rebasara los 21 años, y les escribió Alan Wilder, que tenía 22 y les mintió como un bellaco. Pero coló y le cogieron como músico de apoyo para los conciertos. Alan no fue miembro ‘oficial’ acreditado del grupo hasta el final de la gira del segundo disco, “A Broken Flame” (1982). Durante todo ese tiempo hacía sugerencias sobre el sonido y para las puestas en escena que nunca tuvieron en cuenta. Tendrían que haberlo hecho, puesto que era el único miembro con formación musical, y su contribución (posterior) al sonido de la banda fue definitivo, sin él “Violator” jamás hubiera sido lo que es. Pero ya sabéis lo que pasa, el último que llega… pues eso.
Aquí una foto de aquellos años. En su caso, lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor" no se cumple. Pero ni de coña, vaya. El tiempo ha sentado bien a estos chicos. De izquierda a derecha: Fletcher, el loco del pelo rojo, Gahan, Gore y Wilder.
Estos primeros discos de Depeche Mode son totalmente electrónicos, exclusivamente a base de ritmos, teclados, sin apenas guitarra y bastante oscuros, ya que las letras de Martin son así, oscuras e intimistas, sobre sexo, amor, religión y, en algunos casos, con un marcado tinte reivindicativo, como por ejemplo, el tema “Everything Counts”.
En 1987 lanzaron “Music For The Masses”, que fue el trampolín que les prepararía para el éxito masivo de “Violator” tres años después. “101” fue el paso intermedio entre ambos.
Fue su primer disco en directo, grabado el 18 de junio de 1988 en el Rose Bowl Pasadena, en California. Antes habían sacado una grabación en vídeo de uno de sus conciertos, pero nunca habían editado uno como disco. Lo lanzaron el 13 de marzo de 1989.
Como casi todos los discos de Depeche Mode (excepto los de la etapa del 81 al 87) es una edición elegante y muy cuidada, y ya a cargo de Anton Corbijn, quien diseñaría un año después la icónica portada de “Violator". Estaba trabajando con ellos desde que hicieron juntos el videoclip de "A question of time" en 1986. Su mano se nota, y mucho.
Se le atribuye a una ocurrencia (una vez más) de Alan Wilder, porque el último concierto de la gira “Tour for the masses” fue el número 101. Y por lo visto esta vez sí le hicieron caso. Bien por tí, Alan. Un título sencillo, directo y que se queda grabado en la memoria.
El diseño es extremadamente cuidado, en solo dos colores, el blanco y el negro y haciendo alusión continuamente a que se trata de un disco en directo.
En la portada se puede ver una fotografía de Paul West y Anton Corbijn del puesto de venta de material promocional de los conciertos, donde, empezando por la derecha de la imagen, se ven unos pósters donde salen Dave Gahan con chupa de cuero y tachuelas, Martin L. Gore con sombrero, Andy Fletcher con gafas y Alan Wilder con tupé y mirando al infinito. A la izquierda, las camisetas de la gira y en la parte inferior, más camisetas y material en la mesa del 'stand'. La foto tiene un tono tirando a sepia, que ya advierte de lo que nos vamos a encontrar: un disco grabado en directo. Sin mostrar el título ni el nombre del grupo (en algunas ediciones lo mostraba en una pegatina en el plástico exterior)
La contraportada muestra una fotografía de una carretera, en el mismo tono tirando a sepia de la portada, lo que marca, de nuevo, su carácter de disco en vivo, ‘on the road´. Además, había una carretera cerca de donde terminaron la gira con ese número, la 101.
La carpeta se abre y, ahora ya sí, muestra el nombre del grupo y el disco en una tipografía sencilla, de palo y en negro, en la parte inferior sobre fondo blanco. Bajo el nombre del grupo están los títulos de las canciones, y sobre el título del disco, a la izquierda, están los créditos. La edición que tengo es la inglesa de 1989.
Al otro lado hay una foto en blanco y negro donde podemos ver a Dave Gahan saliendo al escenario a punto de meterse dentro de una nube de hielo seco, con camiseta blanca de tirantes y pantalón del mismo color, desprendiendo ese carisma y 'sexappeal' que solo él tiene. God bless you, Dave…
Bajo esta fotografía se encuentran alojados los dos discos (es un disco doble), uno en una funda negra y el otro en una blanca de cartón.
Las etiquetas de los discos también respetan los colores dominantes en el diseño, y las del disco uno, caras A y B van en fondo blanco y letras negras, con el nombre del grupo cortado, las canciones y los créditos, y en el disco dos igual, pero con fondo negro y letras blancas.
Junto a los discos, en el interior de la carpeta, hay un libreto impreso en papel satinado de gran calidad con fotografías de la gira, del mismo tamaño que las fundas de los discos. La portada muestra el nombre y el título del disco, en letras blancas sobre negro y en caracteres más pequeños, el nombre del responsable de toda esta cuidada imagen y diseño, Anton Corbijn, haciendo además un guiño al nombre del grupo, “Photo mode by Anton Corbijn”
La primera impar es negra totalmente y la segunda una foto en blanco y negro donde se ve un fogonazo y a Martin Gore ataviado con un arnés de cuero y tachuelas sobre el pecho desnudo y el micro en la mano. Como es muy rubio y la foto tiene esos tonos, parece un poco un extraterrestre. En la esquina inferior derecha, el pie de foto, donde solo aparece su nombre “Martin”.
En las dos siguientes, a la izquierda, una panorámica del estadio y el escenario a toda página con los focos encendidos y la gente llegando. En la derecha, un grupo de fans de primera fila, con banderas y pancartas, en una foto centrada sobre fondo negro. En la esquina inferior derecha, el pie de foto: “Good evening, Pasadena. 101”. Es la frase que dice Dave Gahan para dar la bienvenida al publico del estadio al terminar el segundo corte de la cara A, “Behind the Wheel”, antes de dar paso a la grandiosa “Strangelove”
A izquierda, Alan Wilder sentado tras sus teclados de perfil, con los focos de fondo y en sombra, y a la derecha Andy Fletcher, ambos cara a cara, lo que no deja de ser curioso, porque estos dos tuvieron sus más y sus menos, y cuando Alan se fue en 1995 le echó en cara a Fletcher que era un inútil y no aportaba nada al grupo. En el pie de foto, abajo a la derecha, de cada una de las fotos, los nombres, “Alan” y “Fletch”.
A la izquierda, Dave Gahan dándolo todo entregado en el escenario, con camisa blanca y pantalón del mismo color, destaca como una figura casi fantasmagórica sobre el fondo negro, con el pie de foto en la esquina derecha, “Dave”. En la foto de la página siguiente, Alan Wilder, Martin Gore con sombrero, el director D. A. Pennebaker, que fue quien filmó el documental de la gira, Dave Gahan y Andy Fletcher, el pie de foto es “DM with D. A. Pennebaker”
Foto izquierda, parte de la ropa que usaba la banda en los conciertos, toda en blanco, negro y cuero y el pie de foto “Dressing Up, Tunning In”. A la derecha, Martin Gore sin camiseta, gafas de sol y una acústica colgada, acompañado de Andrew Fletcher ataviado con una indumentaria similar.
Foto centrada sobre fondo negro, donde se ve a alguien con la cabeza entre las piernas en actitud derrotista, y a la derecha, una avenida un tanto tenebrosa, con farolas encendidas. El pie de foto en la foto de la izquierda es “Never Let Me Down Again”, título de una de sus canciones (Nunca me vuelvas a decepcionar).
Por último, en la última foto del folleto, a la izquierda se ve a Dave Gahan agotado tras el concierto, sentado en una silla plegable con pinta de incómoda, con una cerveza en una mano y una toalla en el cuello, secándose el sudor con la otra mano, descalzo y en una estancia caótica y desordenada, con el pie de foto “101. Aprés Mode” (Después de Mode”. El folleto se cierra con una página en negro.
Arranca con la instrumental y tenebrosa “Pimpf, creación de Martin Gore y que hace referencia a las academias que crearon los nazis, donde había una prueba llamada “pimpfprove” que ponía a prueba sus habilidades físicas e ideológicas, con el fin de crear clones. Es una intro muy corta, 58 segundos, que dan paso inmediatamente al ritmo endiablado de “Behind the Wheel”, con veladas referencias a la dominación y sumisión en su letra (como tantas otras del grupo), al igual que el siguiente corte, la maravillosa “Strangelove” con las mismas referencias de la anterior, menos sutiles (Pain, will you return it?/I'll say it again, pain; Dolor, ¿me lo darás? Lo diré otra vez: dolor), ambas del disco "Music for the Masses" del 87.
Después “Something to do”, con sus efectos de voces distorsionadas y sus sintetizadores rápidos. Este tema pertenece al disco "Some Great Reward" de 1984, y trata sobre la depresión económica y el miedo a perderlo todo.
Tras esta comienza “Blasphemous Rumours”, del mismo disco de la anterior, una de las canciones más controvertidas del grupo, de clara tendencia gótica. Cuenta la historia de una chica de 16 años que intenta suicidarse, no lo consigue, y se refugia en la religión, pero tiene un accidente de coche y muere dos años después. El estribillo dice “I don't want to start any blasphemous rumours / but I think that God's got a sick sense of humour / and when I die, I expect to find him laughing” (No quiero comenzar ningún rumor blasfemo / pero creo que Dios tiene un sentido del humor enfermo / y cuando me muera espero encontrármelo riéndose)
La cara B comienza con “Stripped” (Desnuda, Despojada), tema del álbum “Black Celebration” de 1986, una canción también a base de sintetizadores, y que habla de ver el interior de las personas sin aderezos ni interferencias, aunque se ha tomado muchas veces el sentido literal de la frase “let me see you stripped down to the bone” como “déjame verte desnuda por completo”, la realidad es mucho más metafórica, y es que Martin Gore es un letrista que busca jugar con el doble sentido continuamente.
"Somebody" es uno de los pocos temas de toda la extensa discografía de Depeche Mode que canta Martin Gore él solo, y es una preciosa balada con una letra que pone los pelos como escarpias:
I want somebody who cares
For me passionately
With every thought
And with every breath
(Quiero a alguien a quien le importe
Para mí, apasionadamente
Con cada pensamiento
Y con cada respiración)
Nada más que añadir, Señoría. Ains.
“The Things You Said”, del disco Music for the Masses (1987), que para este álbum se simplificó como “Things You Said”, también la canta Martin Gore, con coros de Alan Wilder. Es una canción amarga, con puentes de teclado entre las estrofas, y habla sobre las decepciones que produce el comportamiento honesto, no revelar toda la información para conservar la intimidad personal en las relaciones.
"Black Celebration", del disco del mismo nombre de 1986 es la primera canción del grupo que se incluyó dentro de los patrones de la música gótica, seguramente por su melodía tan melancólica, ese título tan negro, y unos primeros versos poco optimistas que dicen “Let's have a black celebration/Black celebration/Tonight/To celebrate the fact/That we've seen the back/Of another black day”(vamos a hacer una celebración negra esta noche para celebrar el hecho de que hemos visto pasar un negro día) aunque también habla sobre amor y relaciones “I want to take you in my arms/Forgetting all I couldn't do today” (quiero cogerte en mis brazos, olvidando todo lo que no pude hacer hoy”. En este disco termina con la frase que pronunció Churchill durante la Segunda Guerra Mundial: “A brief period of rejoicing”. El grupo nunca la sacó como sencillo precisamente porque no querían encasillarse dentro de ese tipo de música, aunque, que queréis que os diga, no lo consiguieron. Al menos durante una buena temporada.
Comienza con "Shake the disease", una canción con una letra apasionada y bastante triste sobre las relaciones de pareja. Comienza con suspiros, lamentos y una intro de sintetizador pesarosa. En la versión que fue lanzada como single en 1985, Dave Gahan declaró posteriormente que le costó alcanzar el registro sonoro que le exigían, especialmente bajo y dramático, y su voz fue modificada para que tuviera ese tono. En directo la interpreta con su tono habitual de barítono.
"Pleasure, Little Treasure" es una canción mucho más animada (menos mal). Fue la cara B del sencillo "Never let me Down Again" del "Music for the Masses" de 1987 y no fue incluida en el disco. Habla sobre sexo, otro tema recurrente en las letras de Martin Gore:
Everybody's looking for a reason to live. If you're looking for a reason
I've got a reason to give
Pleasure, little treasure
(Todo el mundo busca una razón para vivir.
Si estás buscando una razón, yo te voy a dar una. Placer, pequeña, placer)
Todo ello interpretado con la actitud sexy, provocadora y canalla de Dave Gahan en el escenario… pues eso. Pleasure, little treasure… Que me pierdo xD.
"People Are People" conocidísimo tema del grupo de su disco "Some Great Reward" del 84, con una letra reivindicativa en contra, sobre todo, del racismo: "People are people, so why should it be/You and I should get along so awfully?" (Las personas son personas, entonces, ¿cómo puede ser que nos llevemos tan mal?). El tema es bastante complejo de interpretar en directo, por los sonidos de percusión y campanas, además de las voces superpuestas, por lo que tras esta gira ya no lo volvieron a tocar.
"A Question Of Time", del disco "Black Celebration" del 86, es una canción que reflexiona sobre lo que les sucede a las mujeres por el paso del tiempo con su belleza y juventud y repite continuamente que es “una cuestión de tiempo”, como si fuera la voz de un padre que se dirige a una hija.
La cara B del segundo disco comienza con "Never Let Me Down Again" (Nunca me vuelvas a decepcionar), del disco "Music for the Masses" del 87. Empieza con un efecto distorsionado de guitarra eléctrica, fruto de la improvisación, según declaraciones posteriores del grupo y con una letra que habla sobre la amistad incondicional, aunque también se ha interpretado como una petición de ayuda en situaciones difíciles, especialmente las relacionadas con drogas y alcohol, y en aquella época tanto Dave Gahan como Martin Gore andaban hasta las cejas, el uno de una cosa y el otro de otra. Todo es posible.
Además, en este concierto comenzó una tradición entre los fans de Depeche Mode. Al acabar la canción a Dave Gahan se le ocurrió mover los brazos de un lado a otro. El público le imitó y se quedó como gesto para siempre desde entonces cuando interpretan esta canción.
"Master And Servant" (amo y sirviente) es otra de las canciones del grupo que juega con las referencias al sadomasoquismo, la dominación y la sumisión, en esta de manera evidentísima, y con una intención clara de provocar. Fue un escándalo en la época en la que se publicó (1984) y Martin Gore se hartó de decir que es una metáfora del dominio de los fuertes sobre los débiles. Ja. Mira, Martin, majo, no te lo crees ni tú. Claro que en aquel momento todavía no había escrito "Behind the Wheel", "Strangelove", "In Your Room", "Blue Dress", "It’s No Good" y tantas y tantas canciones con veladas referencias, más o menos explícitas. A los que “entendemos” no nos engaña ni de coña ;)
"Just Can't Get Enough" (No tengo suficiente), la única canción de Vince Clarke y el éxito de su primer disco, "Speak and Spell" del 81, pero modificada por los arreglos que le hizo Alan Wilder a la original, con una melodía de sintetizador más rápida y con más ritmo. Solía cerrar casi todos sus conciertos, como contrapunto a los temas más oscuros. Se nota que Martin no la escribió, porque la letra es sencillota, despreocupada y alegre, todo lo contrario que las suyas, y el ritmo es eminentemente bailable, con un estribillo repetitivo y pegadizo. Que levante la mano quien no la haya cantado o bailado en alguna ocasión…
El disco se cierra con la canción que escogieron como sencillo de este 101, "Everything Counts", que salió por primera vez en su disco "Construction Time Again" del 83, compuesta por Martin Gore y con arreglos de Alan Wilder. Es un tema pegadizo y rítmico, que demostró que Martin también sabía componer canciones bailables como “I Just Can’t Get Enough”. Sin embargo la letra tiene su miga, porque habla sobre la avaricia y la corrupción en la industria discográfica (“The grabbing hands/Grab all they can”; las manos que toman, toman todo lo que pueden).
También es la primera canción que interpretaron Dave Gahan y Martin Gore no a la vez (normalmente suelen cantar juntos, o Martin hace los coros). El primero canta las estrofas, y el compositor el estribillo.
101 es un disco brillante, mucho, y en muchos aspectos. El primero, la selección de los temas. Lo segundo, la cuidada edición y diseño, nada que ver con trabajos anteriores. Sencilla, sobria y, sobre todo, limpia. Después, la interpretación en directo de las canciones también fue fantástica, sobre todo por los arreglos que hizo Alan Wilder a muchas de ellas. 31 años y muchos buenos discos después, sigue siendo un imprescindible del grupo. Le puso el broche de oro a su primera etapa y dio paso a la gloriosa segunda, la 'era post-Violator'.
Pese a no tener los temas de este disco que les elevaron al estrellato, “Enjoy The Silence” y “Personal Jesus”, seguirá siendo magnífico, porque es lo que tienen los buenos discos: no tienen fecha de caducidad. Sigue y seguirá siendo uno de mis discos favoritos, tanto como directo, en general, como del grupo.
Dejo también el vídeo del documental que grabaron y editaron más adelante:
A mí en aquella época me gustaba otro chico que se llamaba Miguel y era rocker -¡hola! ;)- y yo estaba más por la labor de escuchar rock‘n’roll (Elvis, Little Richard, Chuck Berry...) y rock (Springsteen, por ejemplo) pero empezar a ir con Susana a aquel sitio hizo que mis oídos se abrieran a escuchar con más atención a estos británicos, de los que me cautivó todo: su sonido, su elegancia, ese aire misterioso que desprendían y lo cuidado de sus ediciones discográficas. Un par de años antes de sacar este disco habían lanzado “Music For The Masses” (1987) y me habían gustado canciones como “Behind the Wheel”, “Strangelove” y “Never Let Me Down Again”, pero hasta que no se publicó el disco que voy a analizar en esta entrada a mí no me habían enganchado, posiblemente por todas estas cosas que he contado, escucharles más a menudo y en otras circunstancias.
Al año siguiente sacaron "Violator", la cosa se desmadró y a mí me terminaron de captar para siempre. Y eso que yo siempre he sido más de guitarras que de sintetizadores, pero con ellos se pueden hacer las excepciones que hagan falta.
Depeche Mode y su primera etapa
Depeche es un grupo de muy amplia trayectoria, este año cumplen los cuarenta en la escena musical, que se dice pronto. Como todos los que se mantienen todos esos años sobre un escenario, han tenido sus más, sus menos, sus líos y movidas, cambios en la formación y evoluciones en su estilo.
En 1977 dos chavales británicos que vivían en la ciudad de Basildon (Essex), Vince Clarke y Andrew Fletcher, de 17 y 16 años respectivamente, se juntaron para formar un dúo musical. Algo más tarde, se les uniría el amigo de la infancia de 'Fletch', Martin Lee Gore y por último, en 1980, David Gahan, al que fichó Vince Clarke tras escucharle cantar “Heroes”, de David Bowie.
Aquí una imagen de aquellos días. De izquierda a derecha: Clarke, Gahan, Gore y Fletcher.
Le pusieron al grupo un nombre sofisticado y glamuroso que nadie sabía pronunciar bien porque estaba en francés (en inglés se pronuncia 'dipeish mod') La idea se le ocurrió a Dave mientras ojeaba una revista de moda que se llamaba así, 'Depeche Mode' y les gustó a todos. Con todo esto, en 1981 grabaron su primer disco, llamado “Speak and Spell”, de sonido totalmente electrónico y a base de teclados y ritmo. El autor de todas las canciones del disco (menos de una de Martin Gore) fue Vince Clarke, y entre ellas se encuentra la archiconocida y escuchada hasta la saciedad “I Just Can’t Get Enough. Lo petaron y se convirtió en uno de los himnos ochenteros por excelencia. El vídeo musical de esta canción lo tiene todo, si queremos hacer un 'revival' completo de los ochenta, la música, los estilismos…
Pero hete aquí que Vince Clarke empezó a sentirse incómodo durante la gira de promoción del disco con el rumbo que estaba tomando el grupo y decidió irse. Otro caso más en el que el fundador de un grupo les deja compuestos y sin líder, y, al igual que en otros casos, ellos decidieron seguir adelante. Martin Gore asumió el papel de compositor de los temas, y sacaron un segundo disco, del que no están precisamente orgullosos porque tuvieron que ajustar su estilo con la herencia que les había dejado Clarke.
Tuvieron que buscar un teclista para sustituirle, así que pusieron un anuncio en una revista. El requisito era que el candidato no rebasara los 21 años, y les escribió Alan Wilder, que tenía 22 y les mintió como un bellaco. Pero coló y le cogieron como músico de apoyo para los conciertos. Alan no fue miembro ‘oficial’ acreditado del grupo hasta el final de la gira del segundo disco, “A Broken Flame” (1982). Durante todo ese tiempo hacía sugerencias sobre el sonido y para las puestas en escena que nunca tuvieron en cuenta. Tendrían que haberlo hecho, puesto que era el único miembro con formación musical, y su contribución (posterior) al sonido de la banda fue definitivo, sin él “Violator” jamás hubiera sido lo que es. Pero ya sabéis lo que pasa, el último que llega… pues eso.
Aquí una foto de aquellos años. En su caso, lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor" no se cumple. Pero ni de coña, vaya. El tiempo ha sentado bien a estos chicos. De izquierda a derecha: Fletcher, el loco del pelo rojo, Gahan, Gore y Wilder.
Estos primeros discos de Depeche Mode son totalmente electrónicos, exclusivamente a base de ritmos, teclados, sin apenas guitarra y bastante oscuros, ya que las letras de Martin son así, oscuras e intimistas, sobre sexo, amor, religión y, en algunos casos, con un marcado tinte reivindicativo, como por ejemplo, el tema “Everything Counts”.
En 1987 lanzaron “Music For The Masses”, que fue el trampolín que les prepararía para el éxito masivo de “Violator” tres años después. “101” fue el paso intermedio entre ambos.
101
Fue su primer disco en directo, grabado el 18 de junio de 1988 en el Rose Bowl Pasadena, en California. Antes habían sacado una grabación en vídeo de uno de sus conciertos, pero nunca habían editado uno como disco. Lo lanzaron el 13 de marzo de 1989.
Como casi todos los discos de Depeche Mode (excepto los de la etapa del 81 al 87) es una edición elegante y muy cuidada, y ya a cargo de Anton Corbijn, quien diseñaría un año después la icónica portada de “Violator". Estaba trabajando con ellos desde que hicieron juntos el videoclip de "A question of time" en 1986. Su mano se nota, y mucho.
El título
Se le atribuye a una ocurrencia (una vez más) de Alan Wilder, porque el último concierto de la gira “Tour for the masses” fue el número 101. Y por lo visto esta vez sí le hicieron caso. Bien por tí, Alan. Un título sencillo, directo y que se queda grabado en la memoria.
La portada y la fotografía
El diseño es extremadamente cuidado, en solo dos colores, el blanco y el negro y haciendo alusión continuamente a que se trata de un disco en directo.
En la portada se puede ver una fotografía de Paul West y Anton Corbijn del puesto de venta de material promocional de los conciertos, donde, empezando por la derecha de la imagen, se ven unos pósters donde salen Dave Gahan con chupa de cuero y tachuelas, Martin L. Gore con sombrero, Andy Fletcher con gafas y Alan Wilder con tupé y mirando al infinito. A la izquierda, las camisetas de la gira y en la parte inferior, más camisetas y material en la mesa del 'stand'. La foto tiene un tono tirando a sepia, que ya advierte de lo que nos vamos a encontrar: un disco grabado en directo. Sin mostrar el título ni el nombre del grupo (en algunas ediciones lo mostraba en una pegatina en el plástico exterior)
La contraportada muestra una fotografía de una carretera, en el mismo tono tirando a sepia de la portada, lo que marca, de nuevo, su carácter de disco en vivo, ‘on the road´. Además, había una carretera cerca de donde terminaron la gira con ese número, la 101.
Portada y contraportada
Canto
Al otro lado hay una foto en blanco y negro donde podemos ver a Dave Gahan saliendo al escenario a punto de meterse dentro de una nube de hielo seco, con camiseta blanca de tirantes y pantalón del mismo color, desprendiendo ese carisma y 'sexappeal' que solo él tiene. God bless you, Dave…
Carpeta abierta. Interior
Créditos. Detalle
Bajo esta fotografía se encuentran alojados los dos discos (es un disco doble), uno en una funda negra y el otro en una blanca de cartón.
Fundas
Vinilos
Etiquetas Caras A-B
Etiquetas caras C-D
Junto a los discos, en el interior de la carpeta, hay un libreto impreso en papel satinado de gran calidad con fotografías de la gira, del mismo tamaño que las fundas de los discos. La portada muestra el nombre y el título del disco, en letras blancas sobre negro y en caracteres más pequeños, el nombre del responsable de toda esta cuidada imagen y diseño, Anton Corbijn, haciendo además un guiño al nombre del grupo, “Photo mode by Anton Corbijn”
Folleto (portada)
La primera impar es negra totalmente y la segunda una foto en blanco y negro donde se ve un fogonazo y a Martin Gore ataviado con un arnés de cuero y tachuelas sobre el pecho desnudo y el micro en la mano. Como es muy rubio y la foto tiene esos tonos, parece un poco un extraterrestre. En la esquina inferior derecha, el pie de foto, donde solo aparece su nombre “Martin”.
Folleto. Páginas 1-2
En las dos siguientes, a la izquierda, una panorámica del estadio y el escenario a toda página con los focos encendidos y la gente llegando. En la derecha, un grupo de fans de primera fila, con banderas y pancartas, en una foto centrada sobre fondo negro. En la esquina inferior derecha, el pie de foto: “Good evening, Pasadena. 101”. Es la frase que dice Dave Gahan para dar la bienvenida al publico del estadio al terminar el segundo corte de la cara A, “Behind the Wheel”, antes de dar paso a la grandiosa “Strangelove”
Folleto. Páginas 3-4
A izquierda, Alan Wilder sentado tras sus teclados de perfil, con los focos de fondo y en sombra, y a la derecha Andy Fletcher, ambos cara a cara, lo que no deja de ser curioso, porque estos dos tuvieron sus más y sus menos, y cuando Alan se fue en 1995 le echó en cara a Fletcher que era un inútil y no aportaba nada al grupo. En el pie de foto, abajo a la derecha, de cada una de las fotos, los nombres, “Alan” y “Fletch”.
Folleto. Páginas 5-6
Folleto. Páginas 7-8
Folleto. Páginas 8-9
Foto centrada sobre fondo negro, donde se ve a alguien con la cabeza entre las piernas en actitud derrotista, y a la derecha, una avenida un tanto tenebrosa, con farolas encendidas. El pie de foto en la foto de la izquierda es “Never Let Me Down Again”, título de una de sus canciones (Nunca me vuelvas a decepcionar).
Folleto. Páginas 10-11
Por último, en la última foto del folleto, a la izquierda se ve a Dave Gahan agotado tras el concierto, sentado en una silla plegable con pinta de incómoda, con una cerveza en una mano y una toalla en el cuello, secándose el sudor con la otra mano, descalzo y en una estancia caótica y desordenada, con el pie de foto “101. Aprés Mode” (Después de Mode”. El folleto se cierra con una página en negro.
Folleto. Páginas 12-13
Good evening, Pasadena! Aquí el concierto completo
Las canciones
Disco 1, cara A
Arranca con la instrumental y tenebrosa “Pimpf, creación de Martin Gore y que hace referencia a las academias que crearon los nazis, donde había una prueba llamada “pimpfprove” que ponía a prueba sus habilidades físicas e ideológicas, con el fin de crear clones. Es una intro muy corta, 58 segundos, que dan paso inmediatamente al ritmo endiablado de “Behind the Wheel”, con veladas referencias a la dominación y sumisión en su letra (como tantas otras del grupo), al igual que el siguiente corte, la maravillosa “Strangelove” con las mismas referencias de la anterior, menos sutiles (Pain, will you return it?/I'll say it again, pain; Dolor, ¿me lo darás? Lo diré otra vez: dolor), ambas del disco "Music for the Masses" del 87.
Después “Something to do”, con sus efectos de voces distorsionadas y sus sintetizadores rápidos. Este tema pertenece al disco "Some Great Reward" de 1984, y trata sobre la depresión económica y el miedo a perderlo todo.
Tras esta comienza “Blasphemous Rumours”, del mismo disco de la anterior, una de las canciones más controvertidas del grupo, de clara tendencia gótica. Cuenta la historia de una chica de 16 años que intenta suicidarse, no lo consigue, y se refugia en la religión, pero tiene un accidente de coche y muere dos años después. El estribillo dice “I don't want to start any blasphemous rumours / but I think that God's got a sick sense of humour / and when I die, I expect to find him laughing” (No quiero comenzar ningún rumor blasfemo / pero creo que Dios tiene un sentido del humor enfermo / y cuando me muera espero encontrármelo riéndose)
Disco 1, cara B
La cara B comienza con “Stripped” (Desnuda, Despojada), tema del álbum “Black Celebration” de 1986, una canción también a base de sintetizadores, y que habla de ver el interior de las personas sin aderezos ni interferencias, aunque se ha tomado muchas veces el sentido literal de la frase “let me see you stripped down to the bone” como “déjame verte desnuda por completo”, la realidad es mucho más metafórica, y es que Martin Gore es un letrista que busca jugar con el doble sentido continuamente.
"Somebody" es uno de los pocos temas de toda la extensa discografía de Depeche Mode que canta Martin Gore él solo, y es una preciosa balada con una letra que pone los pelos como escarpias:
I want somebody who cares
For me passionately
With every thought
And with every breath
(Quiero a alguien a quien le importe
Para mí, apasionadamente
Con cada pensamiento
Y con cada respiración)
Nada más que añadir, Señoría. Ains.
“The Things You Said”, del disco Music for the Masses (1987), que para este álbum se simplificó como “Things You Said”, también la canta Martin Gore, con coros de Alan Wilder. Es una canción amarga, con puentes de teclado entre las estrofas, y habla sobre las decepciones que produce el comportamiento honesto, no revelar toda la información para conservar la intimidad personal en las relaciones.
"Black Celebration", del disco del mismo nombre de 1986 es la primera canción del grupo que se incluyó dentro de los patrones de la música gótica, seguramente por su melodía tan melancólica, ese título tan negro, y unos primeros versos poco optimistas que dicen “Let's have a black celebration/Black celebration/Tonight/To celebrate the fact/That we've seen the back/Of another black day”(vamos a hacer una celebración negra esta noche para celebrar el hecho de que hemos visto pasar un negro día) aunque también habla sobre amor y relaciones “I want to take you in my arms/Forgetting all I couldn't do today” (quiero cogerte en mis brazos, olvidando todo lo que no pude hacer hoy”. En este disco termina con la frase que pronunció Churchill durante la Segunda Guerra Mundial: “A brief period of rejoicing”. El grupo nunca la sacó como sencillo precisamente porque no querían encasillarse dentro de ese tipo de música, aunque, que queréis que os diga, no lo consiguieron. Al menos durante una buena temporada.
Disco 2, cara A
Comienza con "Shake the disease", una canción con una letra apasionada y bastante triste sobre las relaciones de pareja. Comienza con suspiros, lamentos y una intro de sintetizador pesarosa. En la versión que fue lanzada como single en 1985, Dave Gahan declaró posteriormente que le costó alcanzar el registro sonoro que le exigían, especialmente bajo y dramático, y su voz fue modificada para que tuviera ese tono. En directo la interpreta con su tono habitual de barítono.
"Pleasure, Little Treasure" es una canción mucho más animada (menos mal). Fue la cara B del sencillo "Never let me Down Again" del "Music for the Masses" de 1987 y no fue incluida en el disco. Habla sobre sexo, otro tema recurrente en las letras de Martin Gore:
Everybody's looking for a reason to live. If you're looking for a reason
(Todo el mundo busca una razón para vivir.
Todo ello interpretado con la actitud sexy, provocadora y canalla de Dave Gahan en el escenario… pues eso. Pleasure, little treasure… Que me pierdo xD.
"People Are People" conocidísimo tema del grupo de su disco "Some Great Reward" del 84, con una letra reivindicativa en contra, sobre todo, del racismo: "People are people, so why should it be/You and I should get along so awfully?" (Las personas son personas, entonces, ¿cómo puede ser que nos llevemos tan mal?). El tema es bastante complejo de interpretar en directo, por los sonidos de percusión y campanas, además de las voces superpuestas, por lo que tras esta gira ya no lo volvieron a tocar.
"A Question Of Time", del disco "Black Celebration" del 86, es una canción que reflexiona sobre lo que les sucede a las mujeres por el paso del tiempo con su belleza y juventud y repite continuamente que es “una cuestión de tiempo”, como si fuera la voz de un padre que se dirige a una hija.
Disco 2, cara B
La cara B del segundo disco comienza con "Never Let Me Down Again" (Nunca me vuelvas a decepcionar), del disco "Music for the Masses" del 87. Empieza con un efecto distorsionado de guitarra eléctrica, fruto de la improvisación, según declaraciones posteriores del grupo y con una letra que habla sobre la amistad incondicional, aunque también se ha interpretado como una petición de ayuda en situaciones difíciles, especialmente las relacionadas con drogas y alcohol, y en aquella época tanto Dave Gahan como Martin Gore andaban hasta las cejas, el uno de una cosa y el otro de otra. Todo es posible.
"Master And Servant" (amo y sirviente) es otra de las canciones del grupo que juega con las referencias al sadomasoquismo, la dominación y la sumisión, en esta de manera evidentísima, y con una intención clara de provocar. Fue un escándalo en la época en la que se publicó (1984) y Martin Gore se hartó de decir que es una metáfora del dominio de los fuertes sobre los débiles. Ja.
"Just Can't Get Enough" (No tengo suficiente), la única canción de Vince Clarke y el éxito de su primer disco, "Speak and Spell" del 81, pero modificada por los arreglos que le hizo Alan Wilder a la original, con una melodía de sintetizador más rápida y con más ritmo. Solía cerrar casi todos sus conciertos, como contrapunto a los temas más oscuros. Se nota que Martin no la escribió, porque la letra es sencillota, despreocupada y alegre, todo lo contrario que las suyas, y el ritmo es eminentemente bailable, con un estribillo repetitivo y pegadizo. Que levante la mano quien no la haya cantado o bailado en alguna ocasión…
El disco se cierra con la canción que escogieron como sencillo de este 101, "Everything Counts", que salió por primera vez en su disco "Construction Time Again" del 83, compuesta por Martin Gore y con arreglos de Alan Wilder. Es un tema pegadizo y rítmico, que demostró que Martin también sabía componer canciones bailables como “I Just Can’t Get Enough”. Sin embargo la letra tiene su miga, porque habla sobre la avaricia y la corrupción en la industria discográfica (“The grabbing hands/Grab all they can”; las manos que toman, toman todo lo que pueden).
También es la primera canción que interpretaron Dave Gahan y Martin Gore no a la vez (normalmente suelen cantar juntos, o Martin hace los coros). El primero canta las estrofas, y el compositor el estribillo.
Conclusión
101 es un disco brillante, mucho, y en muchos aspectos. El primero, la selección de los temas. Lo segundo, la cuidada edición y diseño, nada que ver con trabajos anteriores. Sencilla, sobria y, sobre todo, limpia. Después, la interpretación en directo de las canciones también fue fantástica, sobre todo por los arreglos que hizo Alan Wilder a muchas de ellas. 31 años y muchos buenos discos después, sigue siendo un imprescindible del grupo. Le puso el broche de oro a su primera etapa y dio paso a la gloriosa segunda, la 'era post-Violator'.
Pese a no tener los temas de este disco que les elevaron al estrellato, “Enjoy The Silence” y “Personal Jesus”, seguirá siendo magnífico, porque es lo que tienen los buenos discos: no tienen fecha de caducidad. Sigue y seguirá siendo uno de mis discos favoritos, tanto como directo, en general, como del grupo.
Dejo también el vídeo del documental que grabaron y editaron más adelante:
Maravilloso trabajo y explicación de este gran disco como el 101. Uno de esos "imprescindibles", no hace falta que te guste todo lo que hace Depeche Mode, pero este es un directo que recoge mucha esencia y acaba gustando a mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias. Efectivamente, es un imprescindible, un disco por el que no parecen pasar los años, y mira que ya han pasado...
EliminarVaya currada de entrada. Me parece que voy a dejar de escribir mis mierdas y me voy a dedicar a leer tus completísimos artículos. Saludos.
ResponderEliminarSi esto fuera un blog de literatura podría valer tu comentario, pero siendo un blog de vinilos, lo mismo vale mi mierda que la tuya ;P
EliminarMuchas gracias, ¡pero de eso nada! Aquí todo el mundo aporta ;)
EliminarY tus entradas son estupendas...
Guau, qué maravilla una vez más. Una gozada leerte, encima de un grupo que siempre me ha gustado mucho, y de los que solamente tengo el maxi single del Just Can't Get Enough heredado. Habrá que ponerle remedio pronto. El disco es uno de los que más me flipan del grupo, sin duda, lo que no sabía era que también estaba disponible en Youtube. y totalmente de acuerdo con lo que comentas, entre otras muchas cosas, de Somebody: pone la piel de gallina. Saludoss!
ResponderEliminarGracias Alberto. Pues ese maxi es un joya, yo quiero hacerme con el single (siempre me gustaron más los 7") Y este disco es una maravilla yo creo que nos marcó a toda una generación. El concierto está disponible también en un DVD con el documental y varios extras, pero creo que no tiene subtítulos (ni siquiera en inglés), leí varios comentarios de gente que lo han comprado. ¡Un saludo!
EliminarUna gran entrada, muy currada. La banda no me va; me pilló muy heavy. Pero que duda cabe que respeto su legado. Algún día me arrimaré a ver qué tal me sienta años después y quizá este disco sea un buen punto para empezar. De todos modos, me parece fantástico que el blog comience a llenarse con clásicos y discos de otros estilos y grupos. Y más is tienen tu calidad. Un saludo.
ResponderEliminarAcuérdate que gracias a Depeche empecé a seguirte en Twitter... jajaja. Muchas gracias, son de esos grupos que aunque no te gusten, como bien dices, respetas por lo que han hecho. Yo ya no tengo remedio, el veneno se me metió en el cuerpo pronto... ;) ¡Un saludo!
EliminarEso es cierto. Sin el gusto BDSM de esta gente no habría acabado carambólicamente este disco en este blog, ja, ja.
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