Ir al contenido principal

Red Hot Chili Peppers - Blood Sugar Sex Magik (Warner Bros. Records, 2011)

Descubrí a los Red Hot Chili Peppers en un viaje camino de Asturias. Mentiría al afirmar que ese viaje no me cambió la vida, pero tampoco es cuestión de abrazar el trascendentalismo a estas alturas de la peli, así que me limitaré a reivindicar dos suculentas fuentes eternas de conocimiento musical que suelen ser fundamentales: 
la primera de ellas, al igual que los magos de Oriente, son los padres. A ellos les debo, entre otras cosas, descubrimientos gloriosos como los Who, Beatles, Stones, Boss, Dylan... ah, y también la vida, pero creo que eso ya lo acabo de mencionar. Sucede, además, que de esta primera fuente de conocimiento musical también brotaron los Red Hot Chili Peppers, una de mis bandas predilectas, vírgenes hasta el día de hoy en este gozoso rincón que leemos cada viernes a 33 o 45 revoluciones por minuto.
La segunda aparece con esos colegas a los que te une un grupo para siempre. En mi caso fue así, y el círculo se cerró finalmente cuando ese amigo en cuestión y el Blood Sugar Sex Magik entraron de lleno en mi vida. Cerveza en alto por todas esas personas con las que compartimos la pasión por lo que nos da la vida.


Dicho eso, vamos con el discazo, seguramente uno de los dos mejores de la banda. Sobra decir lo feliz que me ha puesto la nueva, y ojalá definitiva, vuelta de John Frusciante al grupo. Repasemos la alineación para este disco, precaución si padeces del corazón:

A1 The Power Of Equality 4:00
A2 If You Have To Ask 4:11
A3 Breaking The Girl 5:03
A4 Funky Monks 5:22
A5 Suck My Kiss 3:35 
B1 I Could Have Lied 4:10
B2 Mellowship Slinky In B Major 4:00
B3 The Righteous & The Wicked 4:05
B4 Give It Away 4:45
C1 Blood Sugar Sex Magik 4:31
C2 Under The Bridge 4:34
C3 Naked In The Rain 4:30
C4 Apache Rose Peacock 4:43
D1 The Greeting Song 3:14
D2 My Lovely Man 4:45
D3 Sir Psycho Sexy 8:24
D4 They're Red Hot 1:44

 17 trallazos de los que no tienen piedad. El inicio demoledor con The Power of Equality es imparable, mientras que la batería de Chad Smith en temas como Suck My Kiss (todos sabemos que la intención no era precisamente la de referirse a kiss) es capaz de volar todas las cabezas que sean necesarias. Flea demuestra sobradamente su excelso nivel al bajo en canciones enormes como Funky Monks, que además dio nombre a un documental muy cachondo sobre la grabación de este discazo. Y qué voy a decir de la guitarra de Frusciante, que en la grabación de este disco contaba con apenas 21 añitos... se sale en canciones inmortales como Give It Away, una de las más agresivas y redondas de toda la discografía del grupo, donde sale su vena más hard rock, pero es que también lo borda en las acústicas como I Could Have Lied. El solo de esa canción es de los que erizan la piel, aunque si hablamos de sentimientos fuertes, es imposible ignorar mi canción favorita del disco (redoble de tambores, ubiquen mi yugular para indignarse por la poca originalidad): Under the Bridge. Con un riff inicial sobrecogedor, la canción no es otra cosa que una oda desgarradora a la heroína, con un resultado tan apabullante que es imposible recuperarte del todo en el resto del disco. A día de hoy me sigo emocionando con esa canción como cuando la escuché por primera vez.
En fin, uno de mis discos favoritos (aún sigo sin tener claro cuál es el que me gusta más) de una de mis bandas fetiches en esa maravilla que llaman música. Aunque el sonido es impecable, una portadita gatefold o algunas fotos en el interior, como en la edición del Californication, habrían estado de lujo. Que vuestro fin de semana sea la mitad de feliz de lo que soy yo cuando escucho este disco. ¡Viva la música!







Comentarios

  1. Yo soy más del Californication. Los vi en directo en Vista Alegre en el 2003. El under the Bridge llegué a pillarle tirria por la versión de All Saints. Da igual, todo. Discazo de los grandes. Y si tiene connotaciones personales, mejor aún.
    Por cierto, qué diferencia. De mis padres me llegaron Mari Trini, Alberto Cortez, Antonio Machín...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo cada día soy de un LP diferente de las etapas con Frusciante, que tienen una parte de mi corazón. Eso sí, el disco que hicieron con Dave Navarro me gusta bastante también. Qué envidia, ojalá haberles podido ver en 2003...

      Eliminar
  2. Una de mis asignaturas pendientes. Me vi el concierto en Giza ante las pirámides y disfruté mucho. Conzoco sus temas más famosos... pero nunca les he seguido ni me he comprado sus álbumes. Me has dado una excusa perfecta para comenzar este fin de semana una escucha de su discografía. Me pongo a ello. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues feliz viaje musical, hay un puñado de discos muy muy wenos por ahí, especialmente este y el Californication que son probablemente las cimas. Stadium Arcadium a mí me gusta mucho, y el primero que hicieron con Frusciante (Mother's Milk) es muy bueno también. Evita a toda costa, eso sí, los dos últimos discos con Klinghoffer por el bien de tu salud mental. Saludoss!

      Eliminar
  3. Siento odio y amor por estos tipos. Entiendo tu sentimiento porque, a parte de lo personal, tienen argumentos musicales para ser banda fetiche, pero a mí me quedan un poco de lado. Este y Californication son mis favoritos, aunque no soy fan, como ya he dicho. Bienvenida esta primera entrega vinílica de estos imprescindibles tipos. Saludos y cerveza. Por cierto, me ha encantado eso de "Cerveza en alto por todas esas personas con las que compartimos la pasión por lo que nos da la vida".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final la música es eso, necesitas de emociones para que un grupo se convierta definitivamente en uno de tus favoritos. De lo contrario, con la cantidad de bandazas que tenemos solo en el terreno del rock, podríamos hablar de miles de grupos favoritos. Poco valoramos a ese tipo de personas, me parece a mí... saludoss!

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Paice Ashton Lord - Malice in Wonderland (Polydor, 1977)

Esto no estaba previsto. Este disco no estaba en la lista de títulos para reseñar en #FFVinilo. Pero es que el fin de semana pasado por fin pude hacerme con él, y tenía ganas de compartirlo. Los que leéis esto ya conocéis esa sensación de ir pasando discos y encontrar de repente esa portada que tienes en la cabeza desde hace tiempo. Qué sensación. Se que vosotros me entendéis, así que no encuentro mejor foro para compartir ese momento que este blog, lleno de melómanos “vinileros”. Lo curioso es que no solo encontré una, sino dos copias, una francesa (“gatefold”) y una inglesa (sencilla). Con buen criterio, me quedé con la inglesa. Y claro, eso se nota en el sonido. ¡Como suena esta maravilla! Si os gustan esas producciones típicas de los 70 con mucha profundidad y dinámica lo vais a disfrutar (nada que ver con las producciones actuales, cada vez más “planas”). A la producción, la leyenda, Martin Birch (Deep Purple, Whitesnake, Black Sabbath, Iron Maiden, …). ¿De dónde sale este grupo?

Transvision Vamp - Velveteen (MCA, 1989)

    Os voy a hablar de un plástico que ya apareció por el blog allá por el año 2012. Pero visto que se le dedicaron escasamente 10 renglones y no tiene comentarios, creo que pasó sin pena ni gloria, por lo que no creo que haya problema en que lo traiga un viernes de forma rápida y con alevosía casi nocturna. Disco publicado en 1989 que se vendió como una mezcla de pop (mucho), rock (poco) y punk (pinceladas) y que tuvo buenas cifras de venta, sobre todo gracias a su canción bandera, el “ Baby I don´t care ”. Producido el alemán Zeus B. Held y el británico Duncan Bridgeman de forma bastante aséptica.    A mitad de los 80 el guitarrista Nick Sayer se encontró con Wendy James y vio en ella la canalizadora perfecta para sus letras: comprendió que el sex appeal de Wendy y sus berridos casaban perfectamente con sus gamberras composiciones. De Brighton se mudaron a Londres y allí reclutaron al batería Pol Burton (en este segundo disco no forma parte de la banda) y a dos músicos

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q