Ir al contenido principal

Neil Young - On the beach (1974 - Reprise Records, 2016)


Pocas obras de Neil Young disfruto tanto como On the beach. No digo que sea su mejor trabajo, que probablemente no lo es, ni que deba considerarse un imprescindible, que debe, si no que de toda la discografía de este tipo se ha convertido en una escucha recurrente a la que vuelvo con cierta frecuencia. Desconozco la razón, pero quizá sea porque condensa en menos de cuarenta minutos los atributos que le hicieron grande: composiciones sobresalientes, sensibilidad, depresión y mala leche a paladas, su particular mezcla de rock, folk, blues y country, un grupo de músicos haciendo bien su arte, letras sinceras y una producción básica que deja en el oído un poso de simplicidad genial. Hay una larga discografía parida por Neil Young, pero todo se resumen en On the beach.
El periodo de opresión emocional que atravesaba se refleja en muchos aspectos del álbum. Las letras oscuras, la producción, la languidez de muchas melodías. No quiero verlo como un disco “triste”, más bien desesperado, desesperanzado incluso, lleno de soledad e impotencia. Quizá las canciones que mejor representen estos sentimientos sean el tema que da título al disco y el corte final. On the beach representa quizá mejor que ninguna otra copla la sensación de desesperanza. Primero por el tono de la canción, melancólico, repetitivo, transmite soledad. Segundo por la propia interpretación de Young, arrastrada, lamentosa, un espectador del patético mundo. Tercero, el mensaje en sí: “All my pictures are fallin’/from the wall where/I placed them yesterday(…)I need a crowd of people/but I can’t face them/day to day”. Graham Nash toca en este tema el piano. Los casi nueve minutos de Ambulance blues marcan un final apoteósico a este viaje emocional. Aunque la letra se dedica al final del “sueño hippy” y las esperanzas del verano del 69, la manera en que condensa la nostalgia y la pérdida al mismo tiempo es universal. Simple en su composición, con una guitarra acústica como guía, contiene una armónica llorosa que te parte el alma.
Neil Young comienza el disco con dos cortes tranquilos de dulce envoltorio y venenoso mensaje. Walk on tiene un gran slide de Ben Keith (que toca de todo en el álbum) en la única composición ¿optimista? de la colección: “sooner or later it all gets real, walk on”. La realidad acaba volviéndose real, avanza, sigue adelante.  En cambio, la melodía de See the sky about to rain es suave, calmada, casi dulce, con un piano Wurlitzer memorable que da sentido al tema. Uno se imagina a Neil mirando al horizonte, viendo cómo el cielo se cierra y está apunto de llover mientras su rostro se arruga. Por cierto, oído atento a la batería (de Levon Helm, The Band) y a la armónica del final.
For the Trunstiles, es una sencilla canción de inspiración country, con dobro y banjo, donde se desenvuelve muy bien el maestro: “It will change you in the middle of the day/Though your confidence may be shattered”. Como recordando que la felicidad es una gota o un pequeño instante que puede desaparecer con facilidad y ser traicionado. También con sencillez vuelve la acústica a Motion pictures (for Carrie), dedicada a su, por entonces, esposa, la actriz Carrie Snodgress. Una melodía más de excelente inspiración cantando a su mujer ausente, a quien parece ver en una película, lejos de casa, y promete hacer sonreír.
Quedan otras dos de mis favoritas. En Revolution blues canta las “hazañas” de Charles Manson y sus locos drogados poco después de los fatídicos hechos. La canción se basa en un ritmo de guitarra repetitivo cortado por los solos bluseros de Crosby. Vampire blues, el tercer blues (de título al menos),  ataca a la industria petrolífera: “I’m a vampire, babe,/suckin’ blood from the earth”. Otro corte rítmico y arrastrado con la característica magia sencilla de Neil a la guitarra.
No puede escucharse On the beach en un día soleado con amigos y unas cervezas. Necesita cielo gris, horizontes abiertos, soledad (¿qué tal la playa de la portada?) y beberse un par de copas con los oídos bien atentos.
El vinilo que traigo es una reedición del catálogo de Young bajo la marca NYA-ORS: Neil Young Archives Official Release Series. Este es el disco número 6. Reprise Records se encarga de estas ediciones.
A disfrutar del sol y, si podéis, de la playa. Un abrazo a todos y todas.





Comentarios

  1. wooo woo woo ayer entre birra birra e hidromiel se me olvidó echar un ojo a FFvinilo menudo discazo..

    ResponderEliminar
  2. Muchísimos músicos experimentaron esa depresión de mediados de los 70s, se acababa la época dorada del amor y esas cosas, el sueño americano se esfumó. No había esperanza ninguna de futuro y encima con el escándalo del watergate.. cualquiera confiaba ya en la clase política.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues tienes razón. Hay varios discos de la época de Young con ese rollo depresivo, más bien desesperado. Otro grande es Tonight's the night. Discazo.

      Eliminar
  3. On the beach nos muestra lo dura que puede sonar una guitarra limpia cuando se graba bien potente cada uno de sus matices.. una delicia.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una ...

Los Ronaldos - Saca la lengua (1988, EMI)

      ¿Qué mejor excusa para escribir la entrada de hoy que Coque Malla da esta noche un concierto en el Wizink Center de Madrid celebrando el 40 aniversario de su carrera musical en el que sus ex compañeros de Los Ronaldos le acompañarán en el repertorio que rememore de aquella época? Pues es una fantástica excusa, pero yo tengo otra casi mejor para hablar de este disco: y es que el rock nos gusta y nos divierte. Nada mejor para escuchar rock and roll, yeah. Cuando empecé a escuchar música estaba influenciado por mi hermano mayor, que era un fanático del heavy metal anglófono y mi hermano Carlos, mucho más popero pero también con la mayoría de discos en inglés. Y por ello, yo no escuchaba música en español. Me sacaban 9 y 7 años por lo que iban mucho más avanzados y les seguía. Un ejemplo, en mis adoradas VHS’s con videoclips, apenas hay temas en español: directamente no se grababa si lo entendíamos. El caso es que todo empezó a cambiar allí por finales del 88 y ...