Ir al contenido principal

Craig Goldy’s Ritual – Hidden in plain sight (Music for nations - 1991)


Amigos, cuatro años y medio han tenido que pasar para que os hable de una manera medianamente extensa de un vinilo que ya os mencioné en este espacio. Me refiero a Hidden in plain sight, el debut en solitario de Craig Goldy –quien el domingo pasado cumplió años– tras abandonar Dio por primera vez. A este respecto, debo deciros que la relación de Ronnie James con Craig había comenzado mucho antes, a principios de los 80 cuando el añorado vocalista y su esposa pusieron sus ojos en una joven banda llamada Rough Cutt –también os hablé de ella por aquí– de la que formaron parte tanto Claude Schnell a los teclados como un jovencito Craig Goldy que por entonces vivía en un coche y al que Ronnie ayudó en su breve paso por los Cutt antes de que se uniese a Giuffria en su álbum de debut, banda en la que Craig conoció a David Glen Eisley, aunque no participó ya en la grabación de su segundo trabajo porque se unió a las filas de su mentor reencontrándose con su antiguo compañero Schnell. Sin embargo, tras grabar con Dio el fabuloso Dream evil, Goldy fue echado de la banda por un Ronnie James Dio bastante enfadado. Recuerdo entrevistas de la época en las que Ronnie se quejaba de los guitarristas californianos, muy dados a las florituras y al virtuosismo pero incapaces de hacer lo que se les mandaba. Pese a ello, Craig regresó a Dio en dos ocasiones –para Magica y el estupendo Master of the moon– manifestando en todo momento la enorme gratitud que sentía por Wendy y Ronnie


Pero lo que hoy me ocupa es ese momento a principios de los 90, con Goldy fuera de Dio y su amigo David Glen Eisley echado de Giuffria –que ya habían cambiado el nombre a House of lords por problemas con la compañía de discos– por Gene Simmons. Goldy ya había estado trabajando en una demo con Mike Stone titulada Ritual, así que cogió esas canciones, se metió en el estudio con Eisley y un par de músicos de sesión y dio a luz este Hidden in plain sight bajo el nombre de Craig Goldy’s Ritual que editó en vinilo Music for nations. En general estamos ante una especie de patchwork interesante pero algo inconsistente en el que se advierten calidades de sonido variadas. Soy de la opinión de que con un único cantante y una mejor producción –como mínimo más cuidada– el trabajo se hubiese beneficiado del aporte de una mayor sensación de obra cohesionada. Pero esto es lo que hay. 


Así pues, grabado en los Goodnight L.A. studios, los Can-Am studios, los Clearlake studios, los Cornerstone recorders studios y los Echo sound studios con producción de Tom Fletcher, Craig Goldy y David Glen Eisley, con la participación de Mike Stone y Eisley a las voces –y teclados en el caso del segundo–, Tom Rucci y Steph Ellis al bajo, Carl Marelli y Ron Wikso a la batería y Doug Allen a los teclados, Goldy y su guitarra nos regalaron esta colección de canciones. 

A 
Eye for an eye 
Over and over 
Hidden in plain sight 
Anytime anywhere 
Forever more 
Rain fall 

B 
What’s on my mind 
In over my head 
Hard times comin’ 
Seein’ double 
Right for the wrong reason 
Starchaser 


Con dos caras bien diferenciadas en cuanto al vocalista, el disco se inicia con Eye for an eye, un hard rock guitarrero con leve toque de teclados junto a la estupenda voz de David y un fantástico solo, todo un inicio a la altura de lo que cabría esperar de este elepé y que –como ya os he dicho– se quedó un poco a medias. Le siguen la notable Over and over y Hidden in plain sight, una instrumental con pinta de demo, tanto en el sonido final como en la estructura, más parecida a los cimientos de lo que tenía que haber sido una canción normal que un tema nacido para ser tocado solo a la guitarra. Eso sí, el bajo de Steph Ellis suena a Billy Sheehan. Anytime anywhere es otro temazo a lo Giuffria, con sus teclados, la característica voz de Eisley y un Goldy estupendo. Y entonces llega el temazo, Forever more, mi preferida del disco y la que justifica la compra del mismo, un baladón fantástico de regusto ochentero. Puro hard melódico del bueno. 

Rain fall es otra instrumental que suena a lo que en la segunda mitad de la década anterior había hecho Vinnie Moore, algo que no resta méritos a Goldy aunque sí originalidad. What's on my mind –ya con Mike Stone a las voces– es un hard rock melódico resultón que parece cantado por un Mike Vescera con la voz más carrasposa. In over my head es estupenda, mi preferida de la cara de Mike Stone, y en mi opinion es muy sabbathiana de la época de Tony Martin, lo que es todo un punto a favor. Y a partir de ahí, todo es mediocre amigos. Hard times comin’ comienza con un sonido que parece de la epoca Dream evil que luego adquiere entidad popia sin que eso la haga destacar demasiado, Seein’ double es bastante prescindible, Right for the wrong reason tiene un riff interesante y un bonito solo pero en general se hace algo cansina y el punto final lo pone una rapidita Starchaser que también estaba en la demo Ritual y que deja buen sabor de boca aunque no aporte nada extraordinario a este álbum que –repito– resulta muy interesante y recomendable como documento y muestra del Goldy en solitario, sobre todo por el aporte del amigo Eisley

Así que, si sois fans de Giuffria y Dio, no dejéis de darle una oportunidad a esta selección. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla






Comentarios

  1. Buen guitarrista, quizá algo errático, que dio lo mejor con Mr. Ronnie. Le echaremos una oreja a este disco. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Mötley Crüe - Too Fast For Love (Leathur Records,1981)

  Mötley Crüe en los días en los que grabaron " Too Fast For Love " vivían como auténticos vagabundos, de casa en casa de quien tuviese las pocas luces de dejarles entrar, lugares abandonados, furgonetas cutres y un sinfín de cuchitriles a cual peor donde los cuatro solían dejarse caer totalmente colgados de caballo.  No era algo exclusivo de ellos, así coexistían muchas de las bandas de la ciudad de los Angeles justo cuando entraron a grabar su debut en Octubre de 1981. La cosa fue muy rápido, en cinco días ventilaron las canciones en una vieja consola API de 24 pistas con Michael Wagener de ingeniero de sonido, el alemán venía directamente de terminar con Accept su tercer disco en estudio " Breaker" .  La grabación se la costeo el propio manager de la banda, y les costó unos cinco mil dólares. Vince, Nikki, Mick y Tommy no tenían casi ni para comprar hamburguesas, pero se las arreglaron para prensar inicialmente 900 copias de Too Fast For Love y venderlas con ...

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...