Ir al contenido principal

Loquillo & Nu Niles - "Codigo Rocker" (2015)


Soy fan de Loquillo...¿Qué quieren que le haga?, lo soy practicamente desde niño, tengo todos sus discos y le he visto en vivo en multitud de ocasiones, siempre repito con orgullo que estuve en el concierto de Barakaldo cuando se grabó "Hermanos de Sangre"; en el año 2005 le vi tres veces en seis días...¡Bueno, que soy fan de Loquillo!!!
La capacidad del Loco para reinventarse es indudable, su facilidad para seguir a flote por mucho que el oleaje se empeñe en hacer zozobrar las naves cargadas de rockeros es encomiable, siempre está colocado en una posición oportuna, siempre sabe como moverse por ese laberinto que es el mundillo musical y no perderse, nunca desorientarse y encontrar la salida, y cruzar la puerta con la testa alta y esa media sonrisa que solo portan los que saben que siempre terminan saliéndose con la suya.
Siempre dando un paso mas, poniendo sobre el tapete un nuevo fajo de propuestas que le hagan ganar una nueva mano, colaboraciones siempre importantes, introducciones literarias acertadas, incursiones mas que honrosas en el jazz, el swing o la poesía recitada al ritmo de la guitarra de Sopeña...Directos sudorosos repletos de keroseno sonoro en base a rockeras acometidas eléctricas, pose impertérrita, actitud indomable...un rocker de postín.


Por eso me extraño que decidiera desandar lo andado para volver a sus orígenes, al rockabilly mas enraizado en la juventud que vio nacer al Loco como artista, me resulto raro que quisiera revisitar temas que hacía años que no entregaba en vivo para desnudarlos y dejarlos como El Rock les trajo al mundo, no me esperaba que decidiera volver al Big Bang.

Pero lo ha hecho, y lo ha hecho bien, siguiendo el código que siempre ha sido santo y seña del barcelonés, el "Codigo Rocker", perfecto título para este álbum que ha fabricado con la compañía de los resucitados: Nu Niles, tremendo trío rockabilly formado por el inconmensurable guitarrista: Mario Cobo, el contrabajista: Ivan Kovacevic y el arrítmico baterista: Blas Picón. Además ponen su arte a disposición de los temas rejuvenecidos por el rock tipos como: Dani Nel-Lo con sus saxos en: "Billy La Rocca", impresionante cover del tema ya aparecido en formato orquestal y cabaretero en: "Nueve Tragos" (1999) y "Piratas", tremebunda versión swinguera de un tema mágico que el Loco ignoraba en vivo hace años, y que aquí suena a cincuenta, con el mencionado saxo y unos coros a cargo de: Velvet Candles que son puro Mississippi, estupenda y primer single del disco.



Jorge Rebenaque golpea las teclas de su `piano en la fantástica versión del antiguo rock teñido de punk de aquellos inicios con Intocables, y que se titula: "Eres un Rocker", que aquí suena de miedo.
Exactamente igual que hace en el mítico himno de Sonny Curtis: "I Fought The Law" que ya versionara el loco en: "Arte y Ensayo" (2004)  y en el citado bolo de Barakaldo, nuevamente suciedad sónica y desprecio vocal, amén del piano agresivo de Rebenaque, otra extraordinaria versión que no difiere, en este caso, demasiado de la ya mencionada en el disco de 2004.
Nuria Luiz pone su voz en la luminosa versión del tema del 83: "Vaqueros del Espacio", anfetamínico rockabilly de genuino texto, mientras el ex de Mas Birras y La Tercera República Josu García golpea el vibráfono en el cover de la jazzera y cinéfila: "La Rubia de Hitch" que apareciera en "Nueve Tragos", álbum no demasiado recordado y que aquí se reivindica con dos temas extraídos del mismo. También colabora el Gipuzkoano poniendo su bajo al servicio la excelente revisión que del clásico de Marshall Crenshaw"Someday, Someway" graban bajo adaptación de Mario Cobo y Marco Antonio Lopez Vilaplana, rebautizada como: "En Cualquier Momento", justo es destacar también la labor de Josu Garcia en la excelente y apropiada producción del Lp, tarea que realiza junto al guitarrista de Nu Niles: Mario Cobo.



También el Troglodita: Igor Pascual pone sus cuerdas vocales para nutrir los coros de diversos temas.
Además el tracklist lo completa "El Tren de la Costa", versión del tema "Train Kept a Rollin", tema que nació como un jazz fruto de la inspiración de: Tiny Bradshaw, Howard Kay y Lois Mann, luego reconvertido en rock & roll que lució en discos de: The Yardbirds o Aerosmith entre otros y que en su traducción española ha sido llevada interpretada por Los Sirex o Los Enemigos, ahora Loquillo hace total justicia a tamaña pieza en clave rockabillesca y refrescante, pero poderosa, excelente de verdad.



Rítmica visión en clave mas sucia y garajera que la original del clásico: "Quiero un Camión" y orientación rockera y cincuentera del olvidado tema de influencia francesa: "Channel, Cocaína y Don Perignon", otro temazo del Loco de los ochenta que hacía años que no le oíamos cantar.
El que nació como tema folk de romántico aroma juvenil: "Tatuados" es llevado a terrenos mas glamourosos y sureños a ritmo de country tabernario con óptimos resultados en este "Código Rocker".
Completan este reconstituyente álbum dos temas que cierran ambas caras del vinilo, por un lado un temazo de Nu Niles titulado: "El Crujir de tus Rodillas", rockabilly del bueno facturado en castellano y la que cierra disco: "Political Incorrectiness", texto de Luis Alberto de Cuenca y música de Gabriel Sopeña, y que sirvió para lanzar el discutido: "Su Nombre era el de Todas las Mujeres" (2011) y que a un servidor gusta mas en la presente grabación.



Portada y contra-portada cincuentera, preciosa y cinematográfica, con irresistible aire vintage yanky, funda interior superchula, con fotos en blanco y negro estupendas.
Paseo por el pasado, por los tiempos de aprendizaje en esto del rock, miradas a Stray Cats y a la revuelta rockabilly ochentera, a las faldas de las Peggy Sues de los cincuenta y a los origenes de todo este invento que es el rock and roll, paseo soleado, refrescante y sumamente plácido a pesar de algún que otro latigazo de vitalidad sónica y rítmica...¿Sabéis qué???...Me gusta el nuevo disco de Loquillo con Nu Niles.

Comentarios

  1. Aunque tengo que reconocer que algunas canciones de Loquillo forman parte de la banda sonora de mi vida (más joven que viejuna) y que he acudido a alguno de sus conciertos, no puedo considerarme fan (y menos de tu nivel). Este disco no lo tengo escuchado. Aunque lo haré, ese rollo rock cincuentero me cuesta, no sé porqué. En cualquier caso, a este tipo no sé qué esperan para ponerle una avenida en Barcelona... o donde sea. Un abrazo y gran entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues dale caña, seguro que no te aburre, gracias.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Cactus - One way...or another (ATCO, 1971)

  El grupo que traigo hoy es uno de esos que, a pesar de su calidad, no logró el éxito comercial que merecieron durante su existencia, y creo que hoy en día tampoco han adquirido el nivel de reconocimiento que merecen. Aunque hace años el amigo  Rockología  ya se encargó de avisaros con la reseña de su tercer disco (“ Restrictions ”), yo no me canso de hablar de este a grupo a todos los aficionados al hard rock setentero, o al rock guitarrero en general. Ya sé que esto se dice de muchos grupos, pero es que éste era un supergrupo. Esta palabra, que generalmente se utiliza muy a la ligera, aquí cobra todo su sentido, y, si no, fijaos qué plantel. Camine Appice à la bateria. Tim Bogert al bajo, Rusty Day a la voz y la armónica, y Jim McCarty a la guitarra. Carmine Appice es uno de los mejores y más influyentes bateristas de la historia del rock. Fue el primero en comenzar a tocar la batería con una contundencia inusual. Según el propio Appice, se vio obligado a hacerlo porque debía ha

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

President - Have a nice trip (1993 - Barrabás)

Si alguien me hubiera preguntado, oye Paco ¿dime tres ciudades de España en la que no haya bandas de heavy/thrash metal? Una de ellas, no por nada en especial, por desconocimiento total de la escena metálica salmantina, o por ser una ciudad universitaria, de pequeño tamaño y poco industrial, seguramente hubiera sido Salamanca. Pues, me hubiera equivocado.

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.