Ir al contenido principal

Neil Young & Crazy Horse - Live Rust (1979)



A estas alturas de su carrera musical, Neil Young había pasado por gran cantidad de estados emocionales, había pasado de lo eléctrico a lo acústico, de lo solitario a lo colectivo (CSN&Y), de la depresión a la euforia más salvaje. Al final de la década de los setenta juntó de nuevo su arte con Crazy Horse para completar un proyecto multimedia: disco en estudio, gira, película y disco en directo, todo en un año de trabajo. Y consiguió acabar su proyecto y entregarnos uno de esos álbumes imprescindibles en la historia del rock, este Live Rust

El álbum se editó en noviembre de 1979 y contenía dieciséis canciones en sus cuatro caras de vinilo (años después se editó en cedé cercenando algunos momentos del concierto) grabadas en diferentes fechas. El que se grabó para el film fue el de San Francisco y de él se recogen la mayoría de temas.

Se estructura este artefacto en un crescendo hipnótico. Comienza con Young armónica y guitarra en mano dando cabida a sus temas más íntimos, en formato acústico, como Sugar Mountain o Comes a time, y no se corta para sentarse al piano en After the gold rush.

La banda le acompaña a partir de ese momento (tras cinco canciones, la cara A del vinilo), con Ralph Molina a la batería, Billy Talbot al bajo y Frank Sampedro a la guitarra y el piano. Las siguientes canciones mezclan momentos más acústicos con otros más duros en inolvidables interpretaciones de When you dance I can really love o The needle and the damage done. Pero poco a poco el fuego va adueñándose de los altavoces y en el momento que Powderfinger comienza ya no hay vuelta atrás, el rock, la suciedad, la distorsión, la arena sónica que estos cuatro desataban en el escenario nos devora.


Las últimas cinco son de órdago: Cortez the Killer, con un fantástico Sampedro, Cinnamon girl, una de mis favoritas del canadiense, Like a hurricane, y la traca con Hey hey, my my (into the black) y Tonight's the night.

Un sonido que va de lo íntimo a lo rabioso, un genio que decidió cerrar una etapa más con una obra mastodóntica, un sueño lúgubre de rock, sudor, amor y mucha, mucha inspiración.


El vinilo, como se observa en las fotos, doble en carpeta gatefold, con las fundas llenas de fotos, tanto del gran Neil Young como de sus colegas en el escenario. Un sonido rompedor, saturado, potente, sucio.

Buen fin de semana.





Comentarios

  1. No la conocía y me ha fascinado Like a hurricane. Feliz fin de semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a darle caña, este álbum me encanta, suena tremendo. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Que buen material de Neil Young. Todos alguna vez hemos escuchado al gran Neil en momentos románticos con nuestras parejas que no???

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, yo soy más de darle a las cañeras, pero sí, algunas canciones de Neil podrían servir.

      Eliminar
  3. Siempre he sido más de aquel directo que tenían con Pearl Jam. Una maravilla. Últimamente le estaba dando mucho al Zuma y a Harvest; a ver si ahora me pongo con éste. Cheers!

    ResponderEliminar
  4. Joder! tardo una semana en contestar, esta epoca de finales de los setenta es genial ahora bien, mas de unos tenemos las mismas grabaciones en varios formatos tanto en video como audio, Rust Never Sleep, Rust Live, San Francisco (DVD) ...pero la calidad del producto es impresionante, mañna mas amigo.
    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.

Barricada - Rocanrol (1989)

Toc, toc. ¿Se puede?. Reconozco que me da un poco de vergüenza asomar la cabeza por aquí así sin avisar. Puede que algunos os acordéis de mi. Otros diréis, ¿y este?, ¿de dónde ha salido ahora?. No recuerdo la última vez que escribí en esta casa que ayude a fundar, y no es que sea incapaz de ubicarme en el tiempo tan solo por mi mala cabeza, es que han pasado ya unas cuantas -bastantes- lunas desde la última. Eso sí, nunca he dudado un instante de ser bien recibido, ya lo cantaban Barricada, "...aún queda un sitio, si me quieres acompañar". Ay, los Barri. Mis queridos Barricada. ¡Qué suerte hemos tenido de haberlos disfrutado, haber sido coetáneos de sus tiempos!. ¡Qué afortunado me siento de haberlos visto en directo un puñado de veces!. Fueron mi primera vez, Cádiz, ahora mismo tengo una laguna mental, que no sabe ubicarme si en 1989 o 1990. El caso es que era la primera vez que acudía a un concierto, y recuerdo cada segundo que pasé frente al escenario, dejándome la voz a l

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.