Así es amigos, cuando me decidí por dedicar una nueva entrada a mis idolatrados Kiss –quizás no sean el mejor grupo de la historia, pero sí los más carismáticos y los primeros junto al Back in black de AC/DC de los que adquirí una casette- me encontré con que no sabía qué criterio aplicar a la hora de escoger álbum. De hecho, en este espacio ya han aparecido Kiss en diversas ocasiones, unas cuantas incluso de la mano de este que os escribe. Pero de pronto lo tuve claro, me basaría en la portada. Y la de Unmasked , con ese estilo de cómic, siempre me ha fascinado. Los amantes del disco hemos comentado muchas veces la liturgia del buen vinilero... comprar el álbum, llegar a casa, sacar el vinilo de su funda, depositarlo en el plato, colocar la aguja con sumo cuidado y disfrutar con los créditos, la thanks list -cuanto más larga mejor- y la portada mientras suenan los temas. Y en ese aspecto no se puede negar que portadas como la del Unmasked –obra de Victor Stabin , con la colabo