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Lillian Axe- "Poetic Justice" (Music For Nations 1992)

 

En 1992 cualquier cosa que tuviese que ver con el Hair Metal, Sleazy o Glam Metal estaba vista como si hubiesen pasado 300 años entre estos estilos y el imperante Grunge del momento. Cualquiera que pasease con una camiseta de Ratt o un disco de Warrant bajo el brazo era evitado como si de un leproso se tratase.

 En aquellos días en los que muchos caímos bajo la fiebre del "Nevermind" alguno todavía tenía un hueco en su estantería para discos como este del que estáis leyendo en vuestros dispositivos digitales. Lillian Axe me habían ganado para su causa en el legendario 89 con su segundo disco "LOVE+War".

 Aquella mezcolanza de Hard melódico melancólico salpicado de retazos Sleazy y glammys me parecieron irresistibles, y la versión del "My Number" de los ingleses GIRL simplemente demoledora, de esas que superan una original que todo hay que decirlo no me parece nada del otro jueves.

 Y en un momento otoñal ya muy lejano, cuando lo que más suena en la habitación de un veinteañero es seguramente el "Sweet Oblivion" de Screaming Trees me topo con la extrañísima y bizarra portada de "Poetic Justice", no dudo un instante.

 De Lillian Axe lo que siempre me atrajo fue esa mezcla entre los Def Leppard y los White Lion llevándolo al terreno barroco, algo que redunda en el sonido más que particular de la guitarra de Stevie Blaze y esa voz entre Joe Elliott y Mike Tramp que poseé Ron Taylor.

 El resto del combo suena con empaque pero son Taylor y Blaze los líderes de un quinteto que curiosamente acababa de firmar por el sello "IRS", una independiente famosa entre otras cosas por sacar los discos pre "Green" de REM, que triunfaban en el 92 con "Warner" con el mayestático "Automatic For The People" mientras nuestros protas de hoy dejaban "MCA" para que este "Poetic Justice" apareciese en europa bajo la licencia de "Music For Nations", sello que nos puso sobre la pista de Metallica, Manowar o The Rods a mediados de los 80. 

Y de qué va este "Poetic Justice"? Pues más o menos de lo que iban sus dos anteriores discos, pero mejorando con respecto al debut que produjese el Ratt Robin Crosby y empatando con el anterior "LOVE+War", llenando los surcos del álbum del mejor Hard Rock melódico que todavía podías escuchar en un año plagado de tormentosos y maravillosos discos perpetrados por los chicos cabreados de las camisetas de leñadores.

 En este disco desde que abren con el breve interludio instrumental que da título se te clava la rapidez contenida de "Innocence", repleta de fantásticos riffs y solos de Blaze, las melodías imparables y contagiosas de "True Believer", el Sleazy Glam Metal de "Body Double" con su pegañoso chorus o la melancolía aorera de "See You Someday", con un ardor Pop que se pierde cuando Lillian Axe eruptan "Living In The Grey", fantástica y con unos riffs que me recuerdan a unos Stryper metidos en la piel del león de la cubierta del "Pride" de White Lion.

El sonido se torna ampuloso al comienzo del segundo acto con las "metálicas" "Dyn' To Live" y "Mercy", luego se adentran en terrenos acústicos bastante de moda entre este tipo de grupos en aquel tiempo de la mano de "Promise Land" antes de atacarnos la línea de flotación con un más que digno cover del "No Matter What" de los nunca suficientemente ponderados Badfinger y finiquitar con el Glam Metal de "She's My Salvation", que enlaza con el instrumental epílogo de Poetic Justice y que responde al título de "A Moment of Reflection".

El sueco Leif Mases, conocido por trabajar de ingeniero en el "Outrider" de Jimmy Page o de productor en el debut de sus compatriotas Europe en el seminal "Wings Of Tomorrow" sería el encargado de pulir unas canciones que siguen vibrando incrustadas en el vinilo cada vez que se pincha, las partes acústicas de la música de Lillian Axe se escuchan con delicada nitidez y el lado Hard no podría sonar con más claridad. 














Comentarios

  1. Qué buen descubrimiento. Al grupo lo conocía de sobra, pero no recuerdo haber escuchado completo este álbum y me ha encantado. Alguna vez tendremos que poner en valor los discos de hard rock que se editaron en la primera mitad de los noventa, en contra de la tendencia del mercado, y que conforman un genial puzzle sonoro. La portada y el work art en general son brutales, más propios de un grupo de metal que de uno de hard melódico. Nada, nada, un éxito tu propuesta. Un saludo.

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    1. Muchas gracias, también tenía un poco olvidado el disco y volver a escucharlo me encantó la verdad

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  2. Anónimo8/2/25 13:06

    Menos mal que has escogido este día para regalarnos esta entrada, que he dejado para el final adrede. Qué gusto. A la banda la conocía pero nunca ha figurado entre mis favoritas o las que he escuchado con asiduidad. Aún así, me ha gustado mucho el disco. Voy a recuperar los anteriores. Y por cierto, también fuimos muchos los que NUNCA caímos en la fiebre Nevermind jejeje Saludos. KING

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    1. Para otra ocasión dejo su anterior disco Love + War que me encanta igualmente

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  3. Debo reconocer que me este disco me ha sorprendido positivamente. Este es un grupo cuyo nombre ya había escuchado, pero nunca me había interesado en sus discos. Esperaba un grupo "medio" de hard rock melódico, pero, ya de entrada, me han ganado con esa versión de Badfinger. En el resto de las canciones he encontrado un rock melódico muy bien ejecutado, buena voz, canciones con gancho, y buen sonido. Tras ver la portada, sinceramente, no podía esperar tal nivel de excelencia. Buen descubrimiento. Quizás ese "LOVE+War" merece también una escucha. Apuntado queda. Saludos.

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  4. Pues ni idea de ellos. De esa época de los 90 conocía a Hardline y Steel Heart. Y me gustan un poco más que estos Lillian Axe, aunque por ahora sólo le he dado una escucha a este disco que has reseñado, además mientras había las pizzas para cenar.
    De todas formas, un buen descubrimiento para meterlo en esa playlist de grupos hevioorros de esa época. Un saludo

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