Ir al contenido principal

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire, además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular. 



Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando durante horas, no inundara de fraseos innecesarios las canciones. Estas se mantenían solas pese al virtuosismo de los tres instrumentistas. 



Ahora si, hablando del vinilo, tengo que decir que me flipa el contraste entre la portada y contraportada en blanco, negro y gris y los colores radiantes del interior. Es un auténtico viaje el observar cada detalle de ambos diseños, hijos sin duda de la época, lo que junto con la música hace que mi cabeza viaje en el tiempo a esos años del final de la década de los 60s que tan buenos discos e imágenes de portada nos dio. 



El primer lp, en estudio, es mi favorito. Empezar el disco con ese White Room, un clásico no solo de la banda si no del rock en general, es jugar a ganar. Creo que es la canción que mejor representa el sonido de la banda, o una de las que mejor lo hace. El blues que tanto gustaba a los integrantes tiene su representación en Sitting on the top of the World y Born under a bad sing, ambas canciones "creamtizadas", muy bien adaptadas al estilo de la banda. Entre mis favoritas se encuentra As you said, con un estilo muy noventero que me recuerda por momentos a los Smashing Pumpkins (llamadme loco), aunque mas bien habría que decir que es lo contrario. La lisérgica Passing the time es otro ejemplo de cómo le gustaba al grupo jugar con los contrastes y con los compases irregulares. Those where the days, pese a los arreglos instrumentales, se acerca a la faceta más rockera de los ingleses, siendo una canción directa con un solo muy potente. Mención especial a la muy, muy inglesa Pressed Rat and Warthog, que, según tengo entendido, no aparece en la edición española del lp, aunque en el mio si que está.



Sobre la parte en directo, tengo mis contradicciones. Me encanta cómo suena el grupo en directo, eran tres que parecían el doble, y reconozco que las orgías musicales que representan las versiones tan extendidas de Spoonful y Toad son espectaculares, pero no me entran en cualquier momento. Son perfectas para entrar en éxtasis, sin duda, pero me superan un poco. Ideales para sentarse a deleitarse con la increíble pericia instrumental de la banda y escucharlas con atención.

Resumiendo, creo que Cream y este disco en particular, bien merecen una buena escucha, poniendo en contexto la obra creo que se puede disfrutar muchísimo. Poneos vuestra chaqueta de flecos, el pelo a lo afro y disfrutad de Baker, Clapton y Bruce. 












Comentarios

  1. Estoy de acuerdo en que este disco es imprescindible, como toda la obra de Cream. Un grupo obligatorio para cualquier aficionado al rock. Y este es el primer disco que escuché de ellos, así que puede que sea mi favorito, aunque me gustan todos sus discos. Lo que más me impresionó de ellos no fue su destreza instrumental, sino su originalidad en las composiciones. Aunque se les mete en el saco del blues-rock, creo que crearon un estilo muy personal. Un discazo, aunque a mí me pasa algo parecido con el directo. A veces se me hace bola...
    Esta entrada es la muestra de que aún quedan muchos discos por reseñar...
    No sé si la que tienes es una reedición, pero es una maravilla. Ya está en mi lista de deseos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar! Efectivamente, el fuerte de la banda, pese a su destreza en los instrumentos, era la capacidad de crear esas canciones tan únicas. Y tocaban todos los palos, a mi me sorprendió mucho la variedad de estilos. Unos grandes que seguro aparecen más por aquí. Un abrazo! Raul L.

      Eliminar
  2. Vaya power trio eh? Cuando escucho a Clapton no suelo acudir mucho a Cream pero sus discos son toda una experiencia, cada uno dejo su impronta, aparte de todas las peleas y como acabo el asunto.

    Voy a darle una re-escucha al disco.

    Javier. (Un acérrimo de Clapton)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasarte! Con Clapton pasa eso, tiene tanto publicado que es dificil que todo guste por igual. Dale una buena reescucha y me dices! Un abrazo! Raúl L.

      Eliminar
  3. Creo que tengo la misma edición que tú. Ese contraste de colores y formas refleja también la sonora, por esa dualidad estudio-directo, pero, también, por esos cambios de estilo que se pegaban, pasando del blues cremoso a la psicodelia roquera con ramalazos de futuro hard rock. Quizá también mi disco de estudio favorito de Cream. Los directos son para ponerlos de fondo o para disfrutarlos con un par de cervezas extras. Lo demás es complejo. Buena incorporación al blog. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar! Nunca se me había pasado por la cabeza la idea del contraste de imagenes, ahora que lo comentas tiene todo el sentido, si señor. Unos grandes que espero pasen más por aquí. Un abrazo!

      Eliminar
  4. En contra de la opinión mayoritaria, Clapton no es uno de mis músicos preferidos, pero la unión con Bruce y Baker –al menos en este disco– dio como resultado una obra bastante disfrutable hasta para descreídos como yo. Me gusta muchísimo más que Disraeli gears, por ejemplo. Por lo demás, poco tengo para aportar ya que sin ser un seguidor de la banda, coincido en que White room es estupenda, encuentro momentos de pop rock, psicodelia e incluso proto-hard y como dices, hasta los momentos de blues-rock han estado creamizados para darles un toque personal. Por contra, As you said –con su rareza incluso– me parece más zeppeliniana que pumpkiana. Y sí, como a la mayoría, las partes en directo me han sobrepasado. Con todo, una buena experiencia sonico-musical para esta tarde otoñal. Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar! Bruce y Baker se merecen más reconocimiento, sin duda, para mi son más importantes para Cream que Clapton. Y ahora que lo dices, si que encuentro ese sonido zepelliano en As You Said. Desde luego toda esta época influyó tanto en los que venían justo detras (o al lado, si hablamos de Page) como a los que vendrían en los 90s. Un abrazo!

      Eliminar
  5. Debo decir que de Clapton lo que más me gusta son cosas sueltas que grabó al margen de Cream, sobre todo el Layla que me parece un disco para mirarle de tú a tú a cualquiera, y el disco donde aparece junto a John Mayall. Este lo he vuelto a escuchar contagiado por la pasión de tu entrada y bueno, a Cream los sigo prefiriendo en canciones sueltas. Reconozco que la parte del directo no he llegado a terminarla, en fin. Feliz domingo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasarte! Tanto Layla como el de Mayall son dos pasadas. A mi me gustan mucho tambien Blind Faith, casi de la misma época. Con Clapton pasa eso, creo, ha hecho muchas cosas distintas durante tanto tiempo que es fácil encontrar cosas que gustan como que no. Un abrazo! Raúl L.

      Eliminar
  6. Aunque suene raro, precisamente Cream no es mi aventura musical preferida de Clapton. A pesar de eso, me gusta mucho la primera cara de este disco pero la segunda se me hace pesada. White room es un clásico imperecedero y solo por eso merece estar en la historia del rock y este vinilo en nuestro blog. Gran entrada, por cierto. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar! Las dos caras son muy diferentes, aunque la verdad es que el disco entero es bastante variado, por eso tal vez es un poco dificil de digerir entero. A mi me encanta, pero como todo Clapton, tiene que entrar. Un abrazo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero