Hace varios fines de semana fue intenso: viernes, Rammstein, 51.000 asistentes, sábado, The Sex, Mötley Crue y Def Leppard, 30.000 asistentes.
Bastante cansado, la verdad, volviendo el sábado en metro de Rivas a casa, pensaba medio dormitando ¿a diario hay tanto rockero duro, hard rockero, heavys o miembros del resto de tribus rockeras, o solo en momentos puntuales, algo así como un rito colectivo?, ¿tiene el rock influencia y efecto en la vida de las personas, sobre todo en la peña más joven?, ¿vamos de concierto por ganas de contacto físico, por la música en directo, por el show?, ¿por hacer mil fotos y vídeos y decir en las redes sociales: yo estuve allí y mira que bien lo he pasado?
Sería el calor del carajo que hacía, que te cobren 12 pavos por un mini de cerveza, 45 por una camiseta oficial, que se hagan en recintos a una hora y pico en metro de tu casa o que, de tanta peña que en lugar de puños y cuernos en alto están grabando con los móviles que no puedas ver el escenario y te pasas medio concierto mirando al las puñeteras pantallas gigantes... y, no sé por qué, ni venía a cuento, me acordé de un debate musical que vi hace bastantes años en el que el cantante de una banda defendía y reclamaba un hueco para el heavy, en este caso el nacional.
The Natal Pride, llegan a la grabación del mini LP Intense, siendo una banda curtida y en constante evolución musical buscando su propio espacio dentro de metal. Prueba de ello son los cambios en la formación, la grabación de varias maquetas y video clips, apariciones en tv, o tocando en solitario o teloneando a grandes bandas como Napalm Death o Kreator, si, de estos sonidos más extremos va el asunto.
Total que llegan el 2 y el 3 de octubre de 1993, y los orgullosos de ser madrileños, o de dónde hayan nacido cada uno, Jorge Castro, alma mater del grupo, compositor de todos los temas más guitarra y cantante; Jose A. Ruiz, guitarra; Nacho (Ignacio J. Grueso), percusión; y Carlos Yara, bajo, se adentran en los estudios Oasis de Madrid, para grabar los cuatro temas cañeros, cantados en inglés, que componen el vinilo y que a corto plazo tuvieron cierto eco tanto a nivel nacional como internacional: "A.I.D.S." y "Pride & Feeling", en la cara A, y "The Fable" y "Confession", en la B.
Ya en formato digital, en 1994 graban y editan el directo Made in Spain, un par de años más tarde Let me Cry... Natal Pride aún siguen dando guerra.
No os entretengo más que estaréis/estoy deseando ir a los solitarios chiringuitos a clavaros unos mojitos, a las vacías playas a refrescaros y tostaros al sol o a una tranquilísima casa rural perdida en el monte en la que os quedaríais toda la vida, ja... Tropa, sed felices y escuchad música, que si es buena mucho mejor.
Antes de nada, y aunque no venga a cuento –total, el tema lo has sacado tú–, te doy la razón en lo de los teléfonos móviles en los conciertos. Hombre, sacar una foto o grabar un vídeo, vale. Pero en el concierto de KISS del pasado Rockfest, tenía que hacer verdaderos ejercicios de contorsión con el cuello para ver el escenario a través del mar de pantallas que había ante mi. Y eso que estaba en primeras filas y hago 1'85 m. En fin, una locura y una mierda, hablando claro. Respecto al vinilo que hoy traes, pues decirte que no los conocía de nada y que no me había enterado de ese “cierto eco tanto a nivel nacional como internacional” que comentas. Vamos, creo que ni yo ni buena parte de la poblacón jajajaja. Me parece un heavy metal crudo y de producción sucia pero sin llegar a ser thrash. La verdad, no me han emocionado mucho que digamos. Pero es otra pieza que va dando forma y entidad a este entretenido blog en el que esta semana hemos coincidido tú y yo. Así que, un abrazo Paco y feliz verano (si es que esta ola de calor puede ser feliz para alguien). KING
ResponderEliminarPues imagínate como se puede ver un conci con 1,75.... Igual amigo, buen verano. P
EliminarRedundo brevemente en tu apunte sobre los conciertos modernos. Y lo suscribo. De hecho, hace ya unos años decidí abandonar los festivales y los macroconciertos y, salvo alguna excepción puntual, lo he mantenido. Caros, muchas veces mal organizados, en fin, un coñazo. Respecto al grupo, no suenan mal. Y me resulta atractiva la portada, aunque le pega poco. El detalle de combinar el color de la aguja del tocata con la galleta del vinilo no lo vi venir 😜
ResponderEliminarEsa combinación de verde, pura casualidad... La verdad es que se disfruta más la música en salas pequeñas, pero los grandes conciertos también tiene su aquel... como un ritual que cantaban los Ángeles o Panzer, ahora no me acuerdo. Un abrazo jefe
EliminarNi los conocía ni los volveré a escuchar, al menos conscientemente: me resultan demasiado sucios.
ResponderEliminarYo, como Manu, llevo un montón sin ir a macro conciertos. El último fui a ver a Robe en el Tierno Galván, y eso no cuenta como gran recinto porque es super cómodo. Me gusta más la experiencia en salas más pequeñas. Y últimamente tiro bastante de conciertos en fiestas de pueblos donde te puedes pedir un mini de cerveza sin que tengas que dejar una parte del hígado como pago, mientras que escuchas/ves música normalmente sin empujones y sin malos rollos.
Mil gracias por tu referencia del album de NATAL PRIDE, es curioso que se cumplieron 30 años de la grabacion de esas canciones y son dos de ellas parte del repertorio de la banda hoy en dia en vivo. Es un disco que hoy es para coleccionistas porque esta descatalogado y la verdad es que la gente paga una pasta por el en internet. Repito , mil gracias por acordarte de un disco que puso a los Natal Pride en el mercado internacional y del que ya no salieron en todos estos años, ya que ese es su mercdo actual, ya que en España nunca tubieron el reconocimiento merecido. Un saluo y comparto tu publicacion con los fans de la banda yeahh
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