De Golpes Bajos tengo dos recuerdos muy precisos de mi preadolescencia
Uno de ellos es la primera vez que escuché su
canción “Colecciono moscas”. Mi primo nos la puso (a mis hermanos y a mí) en su
radiocasete (la había grabado de la radio), y aún recuerdo esa sensación de
sorpresa al escuchar la inusual letra. Recuerdo perfectamente que no prestaba
mucha atención a la música. Toda mi atención estaba centrada en imaginar lo que
la letra de la canción relataba: un tipo observando su colección de moscas en
su habitación. Y claro, al estar escrita en primera persona, y con esa
histriónica forma de cantar, me imaginaba a ese loco coleccionista de moscas
narrando las desventuras de estos insectos.
La segunda es el video de “Cena recalentada”
que, si la memoria no me engaña, salía en “La bola de cristal”. Lo que recuerdo
sobre todo es la sensación de tristeza que provoca esta canción (que yo tengo
indisociablemente asociada al video). ¿Cómo puede una canción transmitir de
manera tan real ese ambiente tan deprimente y opresivo? Pocas canciones
transmiten de una manera tan fidedigna esa sensación de angustia vital
adolescente, ese sentimiento de derrota, de frustración, y todo simbolizado en
una “cena recalentada” (cuando llegas tarde a casa…). Sublime.
Mis gustos musicales en esa época iban por caminos
muy diferentes, y no es un grupo al que presté mucha atención en su momento,
hasta que, con 20 años, cuando mis horizontes musicales se habían ya ampliado
de una manera significativa (y el grupo ya se había separado), me pasaron una
cinta con todos sus grandes éxitos. Aquí se produjo mi flechazo con Golpes
Bajos. Me gustaban absolutamente todas las canciones. Con el paso de los años
me he ido haciendo con sus discos. Hay que decir que no tienen una discografía
muy extensa. Este disco que traigo hoy es si único LP. El resto de sus trabajos
son EPs: “Golpes Bajos” (1983) y “Devocionario” (1985). Además, con motivo de
su reunión en 1998 también se publicó un disco en directo (“Vivo”).
Un grupo de vida corta, pero que dejó discos
memorables, y merecen ser recordados como uno de los grupos más originales que
han existido en España. Por varios aspectos.
En su música se pueden encontrar líneas de bajo y guitarras “funk”, sonidos de cajas de ritmos, percusiones y ritmos latinos, muchos teclados y sintetizadores, y, sobre todo, una forma de cantar única. Germán Coppini ya había demostrado sus dotes de cantante punk en el primer disco de Siniestro Total.
Aquí tenéis el enlace a la reseña de este
disco en #ffvinilo:
Pero en Golpes Bajos, Coppini cambia absolutamente de registro. Además de su peculiar forma de cantar, lo que más destacaría son sus soberbias interpretaciones. En cada una de las canciones se mete en el personaje de una manera espectacular. Evidentemente, Germán Coppini es uno de los cantantes más originales de la historia del pop español.
Por cierto, su salida de Siniestro Total a Golpes Bajos es una de las historias más comentadas y debatidas de la historia del pop español de los 80. Hubo un periodo en el que Coppini compatibilizó los dos grupos, hasta que, según algunas versiones, tras una actuación con Golpes Bajos en el programa “La Edad de Oro” en la que se “olvidó” de mencionar que también era cantante de “Siniestro Total”, sus excompañeros de grupo le “invitaron” a dejar Siniestro. De todos modos, él ya estaba con su cabeza más centrada en Golpes Bajos que en Siniestro, y, según declaraciones del propio Coppini, también él tuvo sus razones para irse de Siniestro.
En cualquier caso (sea él quien tomó la decisión, o si esa decisión fue impuesta), creo que su salida de Siniestro Total fue beneficiosa tanto para éstos como para Golpes Bajos.
No podemos tampoco pasar por alto esas letras tremendamente evocadoras, por momentos emocionantes, a veces surrealistas, pero siempre con una indudable carga lírica y costumbrista digna de elogio.
El nivel de los músicos también está fuera de
toda duda:
Todas las canciones están compuestas por el dúo Coppini / Cardalda (sí, es el Teo Cardalda que fundó el grupo Cómplices, aunque no tiene nada que ver con el estilo de Golpes Bajos), excepto el “Colecciono moscas" (Coppini / Novoa), y el clásico de la canción italiana “Come Prima”, que popularizó Doménico Modugno.
¿Y que me decís de la portada? No solo los
Rolling Stones o Bowie se vistieron de mujer para sus portadas. Aquí, en una
versión más “local”, pero igualmente atrevida.
Entre mis canciones favoritas del disco,
además de la insuperable “Cena recalentada”, estarían “Hansel y Gretel” (con
ese toque triste y melancólico), la inquietante “A Santa Compaña”, y “La
Reclusa”, con una de las mejores letras de toda la discografía del grupo.
Por supuesto, también se incluye en este disco
uno de sus mayores clásicos: “Fiesta de los maniquíes”, que, curiosamente,
habían grabado ya antes de publicar su primer EP, pero que no incluyeron hasta
este disco.
La música de Golpes Bajos está envuelta de un
inevitable aire melancólico e inquietante, mucha inteligencia en las letras,
una innegable originalidad, y una incontestable destreza instrumental, tanto en
los arreglos como en la interpretación.
Creo que escuchar a Golpes Bajos es
obligatorio para cualquier melómano interesado en la historia del pop español,
y este disco es una buena muestra de su estilo único e inclasificable.
Contra lo que se podría esperar, me gusta escuchar la voz de Germán y esta música, aunque los temas que me impactaron de ellos fueron No mires a los ojos de la gente y Malos tiempos para la lírica. En su momento me fliparon esas letras, llenas de historias, algunas extrañas otras rebuscadas, y la utilización de palabras que se alejaban del típico vocabulario para canciones pop. De este álbum, que me gusta menos que el EP debut, no soporto la batería programada. Y aunque las letras de Germán siguen ahí y las melodías de Teo también, exceptuando quizás Colecciono moscas, Cena recalentada y la Fiesta de los maniquíes, el resto no me atrae demasiado. Pese a todo, ha sido una escucha agradable. No he necesitado esconderme en el cuarto de los huéspedes. Saludos y feliz finde. KING
ResponderEliminarEfectivamente, yo tampoco soy muy amigo de esos sonidos de las cajas de ritmos. Aun así, me parece un gran disco. Y por supuesto, las letras son un de sus puntos fuertes. Gracias por comentar. Saludos.
EliminarGermán Coppini fue uno de esos genios rara avis total que surgen ocasionalmente y que en esos primeros ochenta florecieron en el caldo de cultivo de la transición. Inigualable, plenamente identificable en cualquiera de sus aventuras y, sobre todo, incomprendido. Recuerdo una colaboración suya con Paco Clavel en algún momento de los noventa. Y nunca he sido seguidor o fan, ojo, pero a cada quién lo suyo. Eso sí: la turra que me dio un colega con "Malos tiempos..." y "No mires a los ojos de la gente" no se la perdonaré nunca. A la lista de escuchas de la semana va. Un saludo.
ResponderEliminarEfectivamente, Coppini es para mi un imprescindible de la historia del pop español. Su estilo fue único. Aunque personalmente yo le he seguido más como fan de Siniestro, lo que hizo con Golpes Bajos es de una innegable calidad. Gracias por comentar. Saludos.
EliminarA mi tampoco me gustan las cajas de ritmos y programaciones. Pero resulta que alguno de MIS discos de siempre, están saturados de ellas...pero el sentimiento me lo despiertan otras cosas. En su momento, me descolocaba mucho el extraño lirismo o forma de cantar de Germán. Mucho más adelante lo asimilé mejor: por ejemplo, me flipan los Nudozurdo que hacen algo parecido.
ResponderEliminarEn definitiva, un disco que marcó tendencia y que es de obligada escucha para entender el pop rock español de aquella década y alguna posterior.
Poco que comentar a estas alturas... para mi un discazo que pillamos nada más salir, al igual que "Golpes Bajos" y "Devocionario". Germán también tuvo carrera en solitario, era activista político... un tío y vida muy interesante, que se apagó muy pronto, larga vida. Saludos
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