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The Jimi Hendrix Experience - All Along The Watchtower (Polydor, 1968)

¿Habéis echado de menos mis singles? 😝 En esta ocasión traigo la versión redonda por excelencia. Así llamo yo a esas canciones compuestas por un grupo o artista pero que se hacen tremendamente populares gracias a otro, ocasionando incluso que la gente piense que la canción pertenece al artista que hace la versión. Ejemplos hay unos cuantos, por ejemplo “With A Little Help From My Friends”, de los Beatles, que interpretada por Joe Cocker fue superada y mejorada de lejos. O “Black Magic Woman”, de mis queridos Fleetwood Mac, la versión de Santana, aunque grabada tan solo dos años después que la de los Mac, se la “comió”, literalmente, y Santana se quedó con las mieles del éxito, aunque en este caso, y sintiéndolo mucho, querido Carlos, tu versión no supera a la original.

Polémicas aparte, que opiniones tenemos tod@s, el siete pulgadas que traigo hoy es “All Along the Watchtower”, y como decía al principio, es la “versión redonda” por excelencia. No en vano muchos la califican como la mejor versión de una canción de toda la historia de la música. 

Porque prácticamente nadie ‒vale, sí, los muy frikis, como nosotros‒ se acuerda que fue Bob Dylan quien compuso esta canción, y cuando Jimi la lanzó seis meses después para su “Electric Ladyland”, en octubre de 1968, ya se la había 'comido' por completo. Y no es de extrañar. Tiene unos ‘riffs’ tan potentes sustituyendo a la aburrida armónica y la acústica del de Minnesota que cualquier persona que escuche ambas por primera vez preferirá la de Jimi sin dudar. Más potente y con mucha más fuerza, Hendrix supo darle todo eso y más al tema, que Bob compuso durante la convalecencia de un accidente de moto en un periodo en el que se interesó mucho por la Biblia, como se adivina en las diversas alusiones al texto sagrado de la letra de la canción. Tengo que decir, no obstante, que aunque prefiero con mucho la versión de Hendrix, con el tiempo le acabé encontrando el punto a la de Dylan

The Jimi Hendrix Experience

Porque Jimi Hendrix no tocaba solo. The Jimi Hendrix Experience era un grupo formado por tres personas. El dios de la guitarra tenía dos colegas, con los que actuaba y grabaron tres discos: Noel Redding al bajo y Mitch Mitchell a la batería. 

The Jimi Hendrix Experience: Jimi Hendrix (izquierda de pie), Mitch Mitchell (derecha de pie) y Noel Redding (sentado)

Les conoció al poco de llegar a Londres desde Estados Unidos, en la escena musical de la capital británica. Chas Chandler, exbajista de The Animals metido entonces a productor musical, fue quien descubrió al de Seattle acompañando a la novia de Keith Richards por la noche londinense, y fue él quien le aconsejó simplificar su nombre y dejarlo en ‘Jimi’, en lugar de ‘Jimmy’, más exótico y llamativo. El resto es historia.

Tuvieron un enorme éxito, por el tremendo talento de Hendrix con las seis cuerdas, claro, tanto que eclipsó al mismísimo ‘God’ ‒Eric Claptonllegando a dejarle boquiabierto, a él y a los asistentes a un concierto de Cream en el 66. De “rivales” pasaron a ser amigos y Clapton sintió de veras la muerte de Hendrix en 1970, dedicándole ese mismo año una maravillosa versión de “Little Wing” que incluyó en su obra maestra, “Layla and Other Assorted Love Songs”, en noviembre de ese mismo año.

Jimi Hendrix y Eric Clapton

Mi versión del vinilo es la alemana del 68, y la compré porque me gustó la portada. El estado es regulero, con celo en los bordes y bastante ajado, pero el precio lo compensó. Las letras rojas psicodélicas, tan de moda en aquellos años y la foto del grupo, tanto en el anverso como el reverso. Un diseño sencillo pero atractivo, en papel cuché, bastante endeble, y la prueba es que ha llegado a nuestros días tal como podéis ver en la foto. El diseño de la etiqueta es muy simple, nada fuera de lo común, roja en ambos lados.

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A disfrutar de este viernes haciendo lo que más nos gusta: escuchar el chisporroteo de la aguja bajando al primer surco. Buen fin de semana a tod@s.

Comentarios

  1. Te has hecho de rogar pero al fin has vuelto para aportar más variedad de estilos al blog, además de tu acertada pluma (permíteme la licencia en este espacio en que ni plumas ni bolígrafos pintan nada).
    No es esta mi preferida de Hendrix, pero tienes razón en que es uno de sus temas icónicos. Yo también conocí antes su versión hasta que me di cuenta de que el autor era Mr. Zimmerman. Eso sí, nada que ver.
    Claramente, Hendrix 1-Dylan 0. Se siente.
    En fin, feliz fin de semana.

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    Respuestas
    1. Así da gusto volver, Majestá 😁. Tampoco es mi preferida de Hendrix, esa quizá esté entre ‘Purple Haze’ y ‘Little Wing’, pero me gusta mucho esta canción, de siempre, y cuando vi el vinilo lo compré sin dudar. Desde luego que gana Jimi, es que está clarísimo. ¡Feliz sábado!

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  2. ¿Dylan tiene "su punto"? Bromas a parte, me alegra leerte de nuevo por aquí. Observo que eres una persona de palabra y eso vale su peso en vinilos. Has contado muy bien la historia y el feeling de la canción. Por mi parte, me gustaría aportar lo siguiente. Durante muchos, muchos años, no me gustó Hendrix. En realidad, no me gustaban casi ninguno de aquellos guitarristas viejos. Lo mío era Van Halen, Blackmore, Moore y la velocidad de los ochenta. Pero, al final, cómo no, sucumbí al arte de este tipo. El haber muerto joven ayuda a encumbrar su legado, eso también hay que decirlo. No ha podido estropearlo como otros. E incluyo a mi adorado Clapton, que ha pasado por décadas malas, o a Mr. Page. Ahí dejo esto. Un abrazo.

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Otros crímenes...

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El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

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KISS, Ace Frehley – Ace Frehley (Casablanca-1978)

En el pueblo de Sharon, ubicado en el condado de Litchfield, al noroeste del estado de Connecticut, se levanta una imponente construcción de estilo renacentista italiano conocida como la mansión Colgate. Se trata de un capricho de Romulus Riggs Colgate –nieto del creador de la empresa de perfumes y jabones que todo el mundo relaciona con la pasta de dientes–, su esposa Susan y el prestigioso arquitecto J. William Cromwell Jr . Y aunque algunos os preguntaréis qué tiene que ver eso con el álbum que hoy os traigo, si seguís leyendo – clickbait de campeonato– veréis que fue determinante.    Lo primero será justificar esta entrada. Hace algunas semanas ya os hablé del primer disco en solitario de Paul Stanley y Manu lo hizo incluso antes del de Gene Simmons . Pero, como veo que nadie se anima, hoy os traigo el primer álbum en solitario de Paul Daniel Frehley –también conocido como Ace Frehley

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Esta semana traigo el  Close to the edge del grupo británico Yes, quizá mi álbum favorito de la banda. Porque una obra maestra así debe formar parte de nuestra Comunidad. Complejo, diverso, inspirado, con ejecuciones instrumentales casi perfectas, con una historia que contar. Uno de esos discos, a mi gusto, imprescindibles, por calidad y por ese espíritu de superación constante, minuto a minuto, esa capacidad de sorprender. Quinto de Yes , editado en 1972, con Steve Howe a las guitarras, Jon Anderson a las voces, Bill Bruford a la percusión, Chris Squire al bajo y Rick Wakeman a los teclados. La mayor parte del trabajo compositivo recae en Anderson y Howe, pero toda la banda pone su sello en los apenas tres cortes que conforman el álbum. Poco después de terminar las grabaciones, el baterista Bill Bruford abandonó la banda obligando a los demás integrantes a encontrar un suplente antes de comenzar su nueva gira en los Estados Unidos. La que ocupa toda la cara A, la propia Clos