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Ilegales - Ilegales (EPIC, 1984)

 


“¡Maldita sea la ley! Esto es lo grave. Me llamo Jorge, toco la guitarra en Ilegales, un grupo que funciona desde hace dos años. Antes estuve en muchos otros grupos, pero todos se disolvieron de forma violenta. Como llegó un momento en que no me querían en ningún otro grupo, formé Ilegales con otros dos a los que habían expulsado de varios grupos por broncas y borrachos.

A Iñigo (el bajista) lo conocí durante una pelea en un club. Inmediatamente simpatizamos y le di un puñetazo en las narices; él amablemente me pegó una patada en el bajo vientre que aunque no me cogió de lleno me trajo preocupado algunos días…

A David (el batería) lo encontré robando manzanas una noche que yo andaba borracho. Me dijo: ¡mira macho, qué cabestros! Miré y eran dos gordas matronas orinando. Casi nos meamos nosotros de la risa. Luego nos encontramos algunas veces por ahí, bebiendo y todavía estaríamos arrancando señales de tráfico de no ser por la poli. El caso es que las cosas se liaron de tal manera que pronto estábamos tocando los tres por los escenarios de la región.

Teníamos poco trabajo, fueron tiempos muy duros. No podíamos ganarnos la vida trabajando de acuerdo con la ley y nos convertimos en Ilegales. Lo nuestro es música peligrosa. Música hecha en el peligro.

Desesperados nos presentamos a un concurso, lo ganamos y grabamos nuestro primer disco, un LP compartido con otros grupos en el que figuraban tres canciones nuestras: Europa Ha Muerto, La Fiesta y Princesa Equivocada. Pasaron cortos, largos, alcohólicos los días. Actuamos en escenarios conflictos, una vez quince mil espectadores intentaron matarnos porque nos metíamos con los hippies y decíamos heil Hitler. Fue muy divertido y sobre todo muy arriesgado. A partir de ese momento las cosas fueron saliendo menos peor. Teníamos más público. Discos Arrebato nos ofreció grabar un single. Aceptamos. Las canciones fueron: Revuelta Juvenil en Mongolia y La Pasta en la Mano. Seguimos tocando canciones desesperadas; música terrorista. Gritando chorradas: Ilegales, el rock que te destrozará los intestinos. No vamos a rendirnos nunca, no engañamos al público haciéndole la pelota. Hay que acabar con los pelotas de mierda.

Ahora queremos ser millonarios para olvidarnos de los amigos.”

 

 

Nunca he leído nada semejante en una contraportada, pero estaba claro que tenían que ser ellos. Tenía que ser una banda que pudo llamarse Los Hijos de la Gran Puta, que lleva más de tres décadas proclamando la muerte de Europa y cuyo líder es un maestro en el ilegal arte de anticiparse al devenir de unos tiempos eternamente nuevos y salvajes, la responsable de unas líneas tan arrolladoras y vigentes casi cuatro décadas después de su lanzamiento.

Sucede que, además de todo eso, Ilegales es una banda de rock and roll cojonuda, un hecho que ha quedado siempre en un segundo plano en un país que sería plusmarquista mundial si el insulto a la cultura fuese una prueba olímpica. No obstante, aquí en nuestra querida enciclopedia seguimos latiendo a 33 revoluciones por minuto, y voy sin más dilación con el combustible que nos mantiene vivos. ¿Están a punto las motocicletas?

 

CARA A

El inicio con Tiempos Nuevos, Tiempos Salvajes así lo certifica: una línea de bajo asesina da paso a un riff que forma parte de la historia del rock. Por otra parte, la letra continúa desafiando a la inmortalidad con una arrogancia descomunal: toma tu parte, nadie regala nada. Levántate y lucha, no voy a luchar por ti. Delincuente Habitual es un ejercicio de rebelión contra la ley evocando al espíritu del I Fought the Law que tan maravillosamente versionaron los Clash. Me encanta cuando Jorge grita ¡maldita sea la ley! 

Mención aparte merece mi canción preferida de Ilegales: Yo Soy Quien Espía los Juegos de los Niños. Este himno atemporal no duda en atacar sin piedad las costumbres de Europa y sus viejos festivales como Eurovisión, al tiempo que proclama verdades mayúsculas a golpe de Stratocaster, y es que en todas partes hay gente idiota. Todo ello conducido a lomos de unos acordes ilegales compuestos para la ocasión. Hombre Solitario ofrece un sonido muy pegadizo con esas teclas, además de un regalo en forma de bala esperando la salida de papá revólver. Problema Sexual será recordada por la humanidad entera gracias a aquella frase inmortal de Jorge en televisión. Lo cierto es que no tengo del todo claro que eso se pudiera repetir en la actualidad, y no lo digo por la ausencia de programas de música precisamente. El caso es que el riff del tema es una apisonadora contra tu pobre tímpano, arremetiendo sin piedad sin dejar nada a su paso. Me Sueltan Mañana me ha recordado inevitablemente al robo de instrumental que sufrió el grupo en un concierto en Barcelona, por eso que Jorge canta que dice: "cuando llegue mañana voy a sentirme bien, pero sé de algún chivato que va a tener que correr". Ojalá esos ladrones reciban la dosis de reguetón que merecen.


                                                 CARA B

La cara B no deja un respiro, y es que comienza con una de esas canciones que jamás dejan indiferente a ningún bicho humano a poco que el líquido encargado de surcar sus venas no sea horchata. Heil Hitler reparte por igual a hippies, nazis, rockers y a todo el que se cruce en su camino. Jorge, experto en revolucionar a las masas, se doctora con este tema. Hola Mamoncete sorprende a base de un ska adictivo cimentado sobre un riff endemoniado, cuyo resultado final lo convierte sin remedio en otro himno eterno. La Casa del Misterio, canción que da nombre al sello discográfico con el que han salido sus últimos tres LPs de estudio además de suculentos singles, demuestra que también se sienten cómodos navegando en aguas más calmadas y alejadas de la tempestad habitual en sus registros, algo similar al efecto logrado en el reciente álbum Rebelión con El Bosque Fragante y Sombrío. No obstante, la calma resulta anecdótica y la histeria vuelve a instalarse entre los surcos del disco al sonar Caramelos Podridos, con un estribillo etílico que invita a realizar actos ilegales mientras esperamos agotados de esperar el fin en un mundo carapijo y feliz.

 

                      Los músicos encargados de hacernos gozar

Es apenas media hora, pero ya nada vuelve a ser igual después de una buena ración de tempestad en forma de canciones ilegales. Rosendo lo definió a la perfección cuando cantaba aquello de "es sólo una canción y me siento mejor", y ese espíritu vive eternamente cada vez que suena este disco. Disfrutad y sed felices, o lo que es lo mismo: pinchad este disco a un volumen incompatible con el bienestar de los vecinos.

 


 


Comentarios

  1. La primera o única canción que a uno le viene a la cabeza cuando oye el nombre Ilegales –sobre todo si no es seguidor de la banda, como es mi caso– es Soy un macarra. De este álbum, exceptuando la estupenda portada de mi adorada Ouka Leele, no conocía nada. Te diré que no sabía qué esperarme y me he encontrado con un álbum de rock –simple y llanamente– bien producido y fácil de escuchar. Pero no me emociona, qué le vamos a hacer. Saludos.

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    1. Es cierto que esa canción, que por cierto estuvieron a punto de descartar, es la más famosa, yo recuerdo escucharla de pequeño en mi casa y flipar. Pero al final esto va de emociones, y si no te llega no te llega, sin más. Saludazosss King!!!

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  2. "Hay que acabar con los pelotas de mierda" como leitmotiv. Jorge ha sido un referente del rock blasfemo y visceral. Siempre ha hecho lo que le da la gana como le sale de dentro. Quizá por eso tienes menos éxito del merecido. Este disco y algún otro me lo grababa un colega en casés, muy fan él. A mí nunca me volvieron loco, pero, con este amiguete que digo, les vi un par de veces en directo. Impredecibles y un tanto macarras de más; inolvidables. Buen aporte al blog. Un abrazo.

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    1. Totalmente, a ver si algún día se extinguen o algo. Está claro que no tienen la fama de Héroes del Silencio, pero está claro que en la música pocas bandas tienen lo que merecen.
      En directo la verdad que me volaron la cabeza cuando les vi en la Riviera hace un par de años. Abrazo!!!

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  3. Disco histórico, con una de sus mejores canciones para mí gusto, Tiempos nuevos. También eterna la de Yo soy quien... La de hola mamoncete nunca me gustó. Pero es que yo soy de esos a los que les gusta la canción distinta de cada disco, por ejemplo, del último, La del bosque sombrío... Por eso nunca me compré nada de ellos, aunque sí he ido a algún concierto. Este fue el último https://super7moto.com/directorio/el-rincon-grasiento/kustom-kulture/12053-ilegales-en-madrid-con-un-pie-en-la-tierra-y-otro-en-el-infierno.html
    Un saludo.

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