A los británicos Uriah Heep los conocí tarde, gracias a la versión que de su Easy living hicieron WASP en el Inside the electric cricus. Y aunque obras setenteras como el inmenso Demons & wizards me parecen geniales, mis discos preferidos y más escuchados de la banda son Head first y este Abominog que hoy os traigo. Pero como del primero ya nos habló no hace mucho el amigo @Rockologia, me toca hoy comentaros el que editaron un año antes, el primero que grabaron sin Ken Hensley a los teclados. Total, que poco más de una década después de sacar el primer álbum como Uriah Heep, tan solo su fundador Mick Box –y Lee Kerslake, que casi se puede considerar como original y que después de no participar en el disco anterior volvía al grupo– se quedaban al frente del legado de la banda. Lejos de disolverse o cambiar de nombre, decidieron tirar adelante aunque imprimiendo un cambio de sonido a sus grabaciones. Y así es como nos encontramos con este discazo grabado en los Roundhouse studios con Ashley Howe produciendo y mezclando –de hecho, ya había trabajado con la banda en el pasado como ingeniero en varias de sus grabaciones de estudio–, como responsable total del sonido.
Así que con Peter Goalby a las voces –quien había pasado brevemente por los Trapeze de Mel Galley y Dave Holland–, John Sinclair a los teclados, Mick Box a la guitarra y coros y Lee Kerslake a la batería, quien se trajo de su aventura con Ozzy Osbourne al bajista y compositor Bob Daisley, Uriah Heep pusieron en las tiendas este Abominog –yo tengo la edición alemana– que contó con una equívoca portada de Les Edwards y supuso un gran éxito de crítica.
Su track list fue:
A
Too scared to run
Chasing shadows
On the rebound
Hot night in a cold town
Running all night (with the lion)
B
That’s the way that it is
Prisoner
Hot persuasion
Sell your soul
Think it over
Lo primero que hay que dejar claro para los que no conozcáis a la banda –¿hay alguien?– es que la portada no tiene nada que ver con el contenido. Conozco a más de uno que en la época se compró el disco pensando que encontraría en su interior algo parecido a Slayer y al escuchar las primeras notas de Too scared to run le dio un patatús. Y eso que la canción rezuma energía por los cuatro costados y es de las que permite admirar la valía de la banda en pleno. Sin embargo, en líneas generales, lo que encontramos en este Abominog es una mescolanza que podríamos clasificar libremente como hard pop rock melódico-enérgico, con guitarrazos de calidad, coros, profusión de teclados –como en la también estupenda Chasing shadows– e incluso algunos ritmillos peligrosamente cercanos al disco funk, caso de la bailable On the rebound, una fantástica versión de un temazo de Russ Ballard, maestro del hard rock comercial al que han versioneado desde Ace Frehley hasta Rainbow. Hot night in a cold town la podrían haber grabado perfectamente unos Foreigner, para que imaginéis el estilo que impregna todas las canciones. Uno de sus autores es Geoffrey Cushing-Murray, que colaboró con The Beach Boys. Finaliza la cara con Running all night (with the lion), otro tema con energía, estribillo pegadizo y guitarras afiladas que compuso la banda junto a Gary Farr, vocalista de Lion, de ahí –supongo– el guiño en el título.
La cara B comienza con un temazo titulado That’s the way that it is, que fue compuesto años atrás por Paul Bliss y que un año antes había versioneado también Graham Bonnet. Es de mis preferidas del disco. Le sigue la balada Prisoner –quizás el tema más flojito para mi gusto de todo el álbum–, una canción de Sue Saad que también había versioneado Sheena Easton y que años más tarde cantarían Cherrie y Marie Currie. Hot persuasion y Sell your soul son más de lo mismo en el tono general del disco, unos temas estupendos a lo Foreigner en los que la banda en pleno colabora en su composición dando como resultado un sonido compacto en el que todos aportan su granito de arena. Finaliza el disco por todo lo alto con otra de mis favoritas, una Think it over compuesta por John Sloman y Trevor Bolder –bajista de la banda hasta la entrada de Daisley, aunque no tardaría en regresar a Uriah Heep– que le deja a uno con ganas de volver a posar la aguja al inicio del disco y disfrutar de Abominog una vez más.
En fin, un imprescindible de la banda del que os dejo algunas píldoras.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Los tengo muy relegados en su época moderna. Voy a darles una escucha pues suenan bien, sí, muy Foreigner.
ResponderEliminarEn efecto, en esa época sonaban muy Foreigner lo que ya es razón para escucharlos. Gran disco, ya verás.
EliminarHabía escuchado este disco como en el año 2397439 antes de Lemmy, y joder, lo estoy volviendo a escuchar y me está gustando bastante más que esa vez. Voy de momento por Hot Night In A Cold Town, pero la cosa va viento en popa a toda vela. Gracias por traer este disco, King. Saludoss
ResponderEliminarTe está madurando el oído...
EliminarJoder, de nada. Un placer. Como he dicho, Head first y este son mis favoritos.
EliminarEfectivamente, confirmamos: me gustó mucho. No sé si madurando o no, pero lo de pensar meh este disco no me mola mucho y que luego al cabo del tiempo me flipe es algo que me suele pasar. ¿Es grave, doctor?
EliminarPara nada. Es un caso de ochenteritis de lo más benigno.
EliminarQué voy a decir yo, fan "cerrao" de estos tipos. Me has pisado un vinilo de los pendientes, pero me encanta que lo hayas traído. La inclusión de Goalby y Sinclair le dio un tono más AOR o más melódico. Buenos discos, usualmente menosprecidados sin razón. Un abrazo.
ResponderEliminarJejeje... perdón por el pisotón entonces. Discazo.
EliminarY sí, es verdad que el viernes ha quedado muy ochentero esta semana. En quince días, traigo uno de este siglo.
Tenia los días contados el Dave Byron
ResponderEliminar