Y si de Helix soy el único que ha publicado entradas en este blog –dos concretamente– ya es casualidad que de los también canadienses Triumph sea de nuevo este que os escribe el que haya dedicado –con esta– un par de reseñas a la banda. En esta ocasión os hablaré de Thunder Seven, que como indica el título, es el séptimo lanzamiento de estudio del grupo. Lo cierto es que, pese a tener una calidad sin discusión, supuso una decepción comercial para MCA.
Producido por la banda y Eddie Kramer en los estudios Metalworks de Toronto, contó con el line up acostumbrado de Rik Emmett a las guitarras, sintetizadores, bajo, voces y coros, Gil Moore a la percusión, voces y coros y Mike Levine al bajo, teclados y sintetizadores, con el aporte de Lou Pomanti –quien repetiría en su siguiente grabación de estudio– a los sintetizadores y teclados.
Y con una inconfundible portada de Dean Motter basada en el Uomo vitruviano de Leonardo Da Vinci –una idea de Rik Emmett–, el track list del álbum fue:
A
Spellbound
Rock out, roll on
Cool down
Follow your heart
B
Time goes by
Midsummer’s daydream
Time canon
Killing time
Stranger in a strange land
Little boy blues
Inicia este pedazo de disco la pegadiza Spellbound, cantada por Moore, hard rock melódico de alto nivel con un buen trabajo de guitarra. Es uno de los singles del disco al que le sigue Rock out, roll on, más guitarrera pero siempre con los coros marca de la casa y el aporte de teclados que le dan ese toque cercano al AOR. Cool down comienza con una acústica con regusto a blues rock que rapidamente se torna en un hard rock con reminiscencias claramente zeppelinianas. Y Follow your heart es otro de los singles, también vocalmente a cargo de Moore casi en su totalidad, que es el tema más radiado del álbum y de los más conocidos de la banda en general.
Menos accesible comercialmente es la cara B, conceptual y dedicada al paso del tiempo y la actuación del hombre en ese momento de finales del siglo XX. Inaugura la cara la melódica Time goes by en la que destacan las guitarras de Emmett, al igual que en la corta instrumental Midsummer’s daydream que le sigue. Llega entonces Time canon, un bonito interludio de armonías vocales que sirve de preámbulo a la estupenda Killing time, una mezcla de hard rock melódico y balada con acústicas en la que Moore y Emmett se turnan a las voces. La lista de temas prosigue con Stranger in a strange land, otro hard melódico –esta vez más hard que melódico– de gran nivel que atrapa más y más a cada escucha. Y el disco finaliza con Little boy blues, una instrumental bluesera a lo Gary Moore.
Lo dicho, amigos vinileros, una obra de alto nivel instrumental y de composición que sin embargo no gozó de hit singles que propiciasen un gran éxito a nivel de ventas y emisiones radiofónicas. Esto significó el inicio del fin para la banda, dividida en cuanto a los objetivos del grupo, que propició la marcha de Emmett –más interesado en el giro comercial que sus compañeros– dos discos de estudio más tarde.
Lo cierto es que no tengo ningún vinilo de Triumph y debo reconocer que los he tenido en la mano en ocasiones, pero siempre quedan finalistas. Alguna vez caerá porque la banda tiene varios buenos discos, como este. Una de esas bandas que no alcanzó la popularidad y las ventas que merecían por su calidad. Un saludo vinílico.
Personalmente los considero una gran banda que, desgraciadamente, aqui no son muy conocidos. Este disco es muy bueno,como casi todos sus discos, aunque le tengo un cariño especial al disco en directo "Stages"
Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco. ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia. Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas. En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo. Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero
Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por
A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue. Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono. Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda
Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular. Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura
Lo cierto es que no tengo ningún vinilo de Triumph y debo reconocer que los he tenido en la mano en ocasiones, pero siempre quedan finalistas. Alguna vez caerá porque la banda tiene varios buenos discos, como este. Una de esas bandas que no alcanzó la popularidad y las ventas que merecían por su calidad. Un saludo vinílico.
ResponderEliminarNo te creas, a mi me pasaba lo mismo. Los vinilos que tengo son adquisiciones "modernas". En su momento siempre había otras prioridades.
EliminarPersonalmente los considero una gran banda que, desgraciadamente, aqui no son muy conocidos. Este disco es muy bueno,como casi todos sus discos, aunque le tengo un cariño especial al disco en directo "Stages"
ResponderEliminarCierto, soy el primero que admite que no los seguí demasiado en su momento. Pero nunca es tarde. Saludos.
EliminarAcabáis de despertar mi interés en esta gran bandas, saludos!
ResponderEliminarEs lo bueno de este blog, que siempre descubre uno a una banda o a un álbum que no conocía. Saludos.
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