Cómo pasa el tiempo, amigos. Parece que fue ayer cuando escuché por primera vez el Con clavi con Dio de los suecos Ghost en su versión en directo, con la intro sacada del inquietante tema Masked ball de Jocelyn Pook . Esa grabación me llevó a hacerme con el primer elepé de los de Linköping a la vez que me metía en su extraño mundo de Papas satánicos y músicos enmascarados unidos por la denominación Nameless ghouls . Y parece mentira en el mundo actual en el que cada vez más cuesta mantener ocultos los secretos, pero a Tobias Forge –músico sueco que en el pasado había militado en los deathmetaleros Repugnant – le pareció buena idea emular a los setenteros Kiss o los más cercanos Brujería . Sorprendentemente, el invento le funcionó hasta que –sobre todo por la avaricia de sus músicos de apoyo– no pudo hacer otra cosa que admitir su identidad como frontman de la banda. Con motivo de la demanda que algunos de esos ghouls le presentaron, no contentos con ser unos meros asalariados,