Amigos, a estas alturas no es ningún secreto que este tipo me encanta. Sammy Hagar desprende rock por cada uno de sus poros y se le ve un tipo honesto que siempre ha hecho lo que le gustaba, ya fuese en Montrose , en HSAS o en su prolífica carrera en solitario, proyectos todos de los que ya os he hablado en el pasado. De hecho, creo que la única faceta a la que no he dedicado entradas ha sido a su paso por Van Halen . Y no es que no piense que junto al malogrado Eddie no cumpliese con creces pero, qué queréis, soy uno de esos talibanes que opina que el vocalista de Van Halen es David Lee Roth , por los siglos de los siglos, amén. Así que, polémicas aparte que hoy no vienen al caso, no es ninguna novedad el que hoy os traiga este tercer álbum de estudio de Sammy al frente de su banda, un poco conocido Musical chairs con mucha calidad pero que nadie acostumbra a mencionar. Y es que el disco salió el mismo año