Después de "Mierda de Ciudad" "Kortatu" el álbum fue lo primero que escuché de los iruneses, mismo fin de semana que "La Revolución" de la Polla Records. La entrada de esos dos casetes en mi casa pronto llamó la atención (para mal) de mi madre, que seguramente prefería los alaridos (para ella) de Bruce Dickinson que escuchar a Evaristo Paramos berrear "Sin País" o a Muguruza hablar sobre meterse anfetas para estudiar.
El caso es que cuando se publicó "El Estado de las Cosas" tocó ahorrar y pedirse el disco de marras al "Discoplay", un poco a ciegas si, pero bendita ceguera!
Desde la militante "La Línea del Frente" el disco es una llamada revolucionaria no solo para Euskadi, para todo el Estado Español. Uno ya estaba sobre aviso gracias a los Ilegales ("El Norte Está Lleno de Frío"), al menos en Asturias, pero esto en pleno 1986 con lo que se estaba cociendo en todo el estado sobremanera en Euskadi era harina de otro costal.
"La Línea del Frente" era (es) un tema agresivo, en estado de alerta tanto en letra como en cada riff de guitarra y su redundante estribillo. Aquí The Clash aparecen si, pero hay momentos que a mi Kortatu trío me recuerdan a otro trío, The Jam.
Luego está el tema título, un homenaje póstumo retomado 50 años después de la resistencia y caída de Irún ante las tropas fascistas del General Mola, con un bajo taladrante y unas guitarras tan distorsionadas como las de "Aizkolari", tema autóctono de Mikel Antza por y para la banda, retomando el euskera de alguno de los títulos del debut, ampliado en este segundo disco con la "Folkie" a la manera vasca de "Jaungoiko a Eta Lege Zarra", escrita por Muguruza y Josu Landa, donde le dan cera de la buena a los señoros del PNV, al estatuto vasco y del que no se libran ni los curas del Vaticano ni los de Euskal Herría.
Antes de todo esto Kortatu nos habían presentado una de sus canciones más logradas sino la que más: "Hotel Mombar", una acongojante canción firmada por Fermín que versa sobre la Guerra Sucia del GAL con el asesinato de cuatro amigos de Muguruza tiroteados a las puertas del "Hotel Mombar" en Baiona, minutos después de despedirse del líder de la banda irundarra.
La letra está inspirada en "Campanadas a Mort" de Lluis Llach, su riff de guitarra es tan tenso como la propia canción y tanto el estribillo como el final con las campanadas me parecen brutales.
Luego vienen dos temas entre el Reggae y el Ska. "9 Zulo" que repite como letrista Mikel Antza versa sobre la muerte violenta de un joven a manos de la policía y "Equilibrio", donde Muguruza critica el inmovilismo de parte de la juventud vasca más preocupada en empinar el codo y meterse bucos que en la lucha callejera. La letra seguramente está inspirada en "Too Drunk to Fuck" de los Dead Kennedys y en la música de los Clash del "Sandinista", cosas como "Hitsville Uk" o "Ivan Meets G.I. Joe".
El sonido más recio y rockero vuelve en "Cartel en el Casco Viejo de Bilbao", otra oda a la revolución de clases que invita a las Cuadrillas a salir de las tabernas para que se líen a hostias con empresarios, políticos y policías.
En "Nivel 30" es la heroína que tantos colegas del trío ha ido dejando en la cuneta la protagonista, centrando el relato en Stefano Tamborini, tema muy Punk Rockanrolero con el bajo de Iñigo presionando y la batería de Treku aporreando los tambores con saña.
Hay que reseñar que Kortatu quería el sonido que Cesar Ibarretxe les da como productor, pese al propio Ibarretxe, que trató de convencerles a lo largo de la grabación de que el sonido distorsionado de la telecaster de Fermín y el abuso del Marshall alto y amplificado era una mierda y estaba jodiendo las canciones. Afortunadamente los consejos del productor el trío se los pasaría por el Arco del Triunfo.
"Esto No Es El Oeste Pero Aquí También Hay Tiros" retoma el espíritu de "Nicaragua Sandinista", siendo una interpretación personal del grupo por el Psycho Billy, los Meteors o los Stray Cats, muy a la vasca e inspirada en la novela de Ramón J Sender "El Bandido Adolescente", con ella se da por cerrado un segundo disco que pierde seguramente la inmediatez y el sarcasmo del debut, pero gana en definición sónica y en compromiso gracias a unas letras inspiradas y en algunos casos emocionantes.
¿Quién no ha cantado o berreado Mierda de ciudad bajo los influjos del alcohol? Sin ir más lejos, yo mismo con mi cuñado no hace mucho, en el mítico Ceferino de Barcelona. Sin embargo, en su momento, de ahí no pasaba mi conocimiento de la banda. En esa época estaba yo muy metido en el hard rock y el heavy metal internacionales, el metal angelino fiestero o el thrash... y gracias si escuchaba algo de Obús o Barón, aunque para nada estaba para otras bandas patrias, ni para el punk rock ni para reivindicaciones sociales a la hora de ponerme música. En la actualidad, cuarenta años después, puedo reconocer la valía de estos discos, tanto por el contenido de sus letras, la valentía y compromiso de sus intérpretes o sus melodías y composiciones, cuando esas fronteras entre rock, hard rock, garage rock o punk rock ya me resultan más difusas y me permiten disfrutar de la música sin más. No he crecido con estos y no correré a comprar su discografía, pero la escucha me ha parecido de lo más entretenido e interesante. Saludos. KING
ResponderEliminarSomos almas gemelas. Yo también pasé de los Maiden a Kortatu y La Polla Records en esa época. Hay que reconocer que, detrás del activismo político y social de Fermín Muguruza se esconde un musico tremendo. Fueron un grupo que marco a toda una generación, y fueron pioneros mezclando ska, punk-rock, reggae y hardcore. Si, la influencia de los Clash es clara. Pero la valía como músicos de los hermanos Muguruza esta fuera de toda duda. Y eso que eran jovencísimos en esta época. Hace poco pude ver a Fermín Muguruza en su gira 40 aniversario, y fue un conciertazo. No faltaron clasicazos como "La línea del frente". Ahora mismo le doy al play y me lo vuelvo a escuchar. Saludos.
ResponderEliminarNunca he sido de estos muchachos (ni de otras gamberradas por el estilo), pero qué duda cabe que algunas de estas canciones las he cantado de vez en cuando. La producción es un poco mala, no puedo darte la razón en eso, aunque la simpleza de algunas canciones seguramente ganen con la distorsión y el volumen alto. Me sumo a las alabanzas a Muguruza, aunque no siempre, como debe ser, he compartido o comprendido sus opiniones. Un artista diferente intentando vivir en la línea del frente. Un saludo.
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