Blue Öyster Cult me parecen fascinantes. Nunca sabría como catalogarlos o encasillarlos dentro de un género, pues pertenecen a unos cuantos y han ido probando de todos hasta tener a punto ese cocktail tan particular por el que han sido famosos, sobre todo en los Estados Unidos.
Nunca han sido Heavy Metal aunque metiesen un tema en la banda sonora de la película de animación que llevaba precisamente ese título: "Heavy Metal". Ni siquiera tener a Martin Birch produciendo alguno de sus artefactos 80's, o tener el honor de participar (su vocalista Eric Bloom) entre el elenco principal de voces del Metal en el himno "Stars" junto a Dio, Halford, Tate, Kevin Dubrow, Don Dokken, Shortino o Meniketti les dio ese pase de ser denominados banda metalera.
Tampoco el hecho de salir en el recopilatorio "La Movida Heavy" con bandas de Epic CBS en España que prácticamente ni una lo eran; heavies. Blue Öyster Cult siempre me han parecido un rara avis maravilloso, capaces de hacer un cómic sónico y llamarlo "Godzilla", convertirlo en un éxito y en un clásico del Rock Duro de los 70. Seguramente considerarlos Rock Duro sea lo más acertado.
En sus comienzos proto-metaleros hundían sus pies en barros donde había setas masticadas por los Doors, Cream y Stepeenwolf y eso fue luego plasmado por los chicos de la banda en su debut de 1972, un conglomerado impactante de Rock endurecido y sicodélico bajo el brazo protector del productor Sandy Pearlman.
Una de las cosas que me llamó siempre poderosamente la atención del primer disco de BÖC fue la enigmática carpeta ¿Qué carajo significa o representa? Esa especie de edificio colmena suspendido en el espacio con el símbolo de la banda al fondo como si fuese un ente extraterrestre acercándose o atrayendo a no sé muy bien que, siempre me ha dado mal rollo. Luego están las letras ácidas, los ritmos acelerados de Blues pasado de vueltas hasta convertirse en algo pesado, cuasi metálico...pero rockanrol al fin y al cabo, muy de la música de su momento, en la que casi todo era aceptado.
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copia española de 1986 |
Los enigmáticos medios tiempos como "The Came the Last Day" con ese comienzo tan Gilmour de guitarra, o esa ululante pieza llamada "Screams" o esa otra titulada "She's a Beatiful as a Foot" no van a dejarnos como si nada hubiese pasado una vez escuchadas.
Por otra parte están las canciones más diabólicas y rockeras (aunque las anteriores tienen un aura que ya quisieran muchos), "Transmanicom MC" fue uno de los primeros temas que se guardaron para su particular "Greatest Hits", y yo me imagino a los Doors de no haber sido californianos y nacer cinco años más tarde.
En esa terna de canción también está "Cities of Flame of Rock & Roll", una gárgola faraónica de cuatro minutos de riffs pesados que en directo era como el despegue del puto Concord. Este debut además, posee Rock and Roll Berriano pasado por el filtro de la banda en al menos dos canciones, fantástica "I'm On The Lamb but I Ain't no Sheep" y espectacular "Before the Kiss a Red Cup".
Si los Zepp tenían ya en el 71 su "Starway to Heaven", los de Long Island construyeron el suyo pero hasta las estrellas directamente, en un ejercicio de pirotecnia rockera bastante más directa (no por ello mejor, ni peor) que la de Page, Plant, Paul-Jones y Bonham.
Había más cosas en este primer álbum, canciones que hablaban de telescopios con una carga esotérica del copón seguramente inflada de drogas psicotrópicas y otras buenas ideas que la banda irá sumando año a año a sus siguientes trabajos.
Otro día quizás me aventure con uno de sus trabajos de finales de los 70, de los primeros 80, o alguno de sus míticos directos; la verdad es que no se, y se me hace raro ver una carretera tan despejada en la casilla de salida Blue Öyster Cult dentro de esta fantástica web.
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