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Cactus - One way...or another (ATCO, 1971)

 


El grupo que traigo hoy es uno de esos que, a pesar de su calidad, no logró el éxito comercial que merecieron durante su existencia, y creo que hoy en día tampoco han adquirido el nivel de reconocimiento que merecen. Aunque hace años el amigo Rockología ya se encargó de avisaros con la reseña de su tercer disco (“Restrictions”), yo no me canso de hablar de este a grupo a todos los aficionados al hard rock setentero, o al rock guitarrero en general. Ya sé que esto se dice de muchos grupos, pero es que éste era un supergrupo. Esta palabra, que generalmente se utiliza muy a la ligera, aquí cobra todo su sentido, y, si no, fijaos qué plantel.

Camine Appice à la bateria. Tim Bogert al bajo, Rusty Day a la voz y la armónica, y Jim McCarty a la guitarra.

Carmine Appice es uno de los mejores y más influyentes bateristas de la historia del rock. Fue el primero en comenzar a tocar la batería con una contundencia inusual. Según el propio Appice, se vio obligado a hacerlo porque debía hacerse oír ante el aumento progresivo del volumen en las guitarras y el bajo en la segunda mitad de la década de los 60. Esa impresionante pegada, y la utilización de un doble golpeo en el bombo, fueron la fuente de inspiración para un tal John Bonham. Incluso antes de que Led Zeppelin lo hicieran, Carmine Appice ya había presentado con su grupo Vanilla Fudge una configuración con doble bombo, y aumentó el tamaño del tom base para dar aún más contundencia a su sonido. Podéis ir directamente ir a la parte 2 del “Big Mama Boogie” o el “One way … or another” para apreciar esa pegada y uso del bombo con doble golpeo, tan innovador, que acabó influyendo a tantos bateristas de rock.

Carmine Appice y Tim Bogert venían de Vanilla Fudge, uno de los grupos mas influyentes en la transición del Rhythm and Blues de los 60 hacia el hard-blues-rock. Además de aumentar el sonido de las guitarras, se hicieron especialistas en ralentizar el tempo de las canciones, y acentuar el ritmo de manera exagerada para dar esa sensación de “pesadez” (no existía todavía el termino de sonido “heavy”, pero esto fue el comienzo). Esta es una de las etapas de la historia de la música popular que mas me apasiona. El momento en el que del Rhythm and Blues se pasa a un blues rock pesado, donde yo destacaría sobre todo a Cream, la Jimi Hendrix Experience y el Jeff Beck Group.

Precisamente Carmin Appice y Tim Bogert, querían seguir con esa línea más potente, que ya habían iniciado con Vanilla Fudge, Pero éstos tenían un toque más soul. Ellos querían más guitarras, un sonido más hard rock. Y presentaron la idea a Jeff Beck (su grupo acababa de separarse). También querían a Rod Stewart (cantante entonces del grupo de Jeff Beck), pero éste finalmente se fue con Ron Wood a los (Small) Faces. Jeff Beck estuvo de acuerdo en comenzar la aventura, pero un accidente de coche le obligó a retirarse durante 18 meses. El accidente tuvo lugar el día antes de coger un avión para reunirse con Bogert y Appice para buscar un cantante. La aventura por lo tanto la siguieron Bogert y Appice por su lado, aunque en 1972 finalmente lograrían hacer ese trio deseado con Jeff Beck (Beck, Bogert & Appice).

El teclista Duane Hitchings, por entonces con The Buddy Miles Express, les presentó a Jim McCarty (no confundir con el baterista de los Yardbirds). Un guitarrista que había estado con los Detroit Wheels, y que encajaba perfectamente en el estilo que buscaban. Fue el propio McCarty quien les presentó a Rusty Day, excantante de los Amboy Dukes (antiguo grupo de Ted Nugent). Las piezas encajaban, y se pusieron en seguida a grabar. Ayudó que Bogert y Appice tuvieran ya contrato con Atlantic (por los Vanilla Fudge) para que el sello se hiciera cargo del nuevo grupo. Por cierto, Duane Hitchings acabaría formando parte de Cactus a partir del tercer disco.

La química entre los miembros del grupo fue automática. Esas cosas que suceden a veces donde cada musico sabe cuál es su papel, y aporta su toque personal.

Sinceramente, cualquiera de sus tres primeros discos es digno de escucha:

Cactus - 1970

One Way … or Another - 1971

Restrictions – 1971

 

En su cuarto disco, ‘Ot ‘N’ Sweaty, el nivel bajó algo para mi gusto. Sus giras con los Faces, y la búsqueda de un éxito comercial que no llegaba, les hicieron buscar un giro en su sonido, que no funcionó. Ya no estaban ni Jim McCarty ni Rusty Day. El guitarrista no se sentía demasiado a gusto con el estilo de Bogert al bajo. Siempre se comparó a Bogert con Jack Bruce, ya que intentaba dar mucho protagonismo al bajo, buscando arreglos llamativos a lo largo de toda la canción, en lugar de contentarse con un simple acompañamiento. Esto cansó a McCarty, que no se adaptó a su estilo. Con él se fue también Rusty Day, cuya voz nunca gustó a la compañía, y cuyo carácter complicado fue la excusa para deshacerse de él. Acabó muriendo en 1982 en un tiroteo durante un trapicheo de drogas (junto a su hijo de 12 años).



¿Qué vais a encontrar en este disco? Pues todos los elementos del hard-blues-rock clásico. Guitarreos trepidantes, baterías contundentes, voz sucia, adrenalina, velocidad, pero atención, también hay tiempo para dinámicas mas suaves, tiempos lentos y relajados, que también sabían interpretar de manera magistral.

De hecho, McCarty usa su guitarra eléctrica con agresividad en algunos momentos, pasando sus punteos por el wha-wha, pero en otros se puede escuchar el uso de trémolo (“Feel so Bad”), e incluso acústicas (qué maravilla esa combinación de acústica con eléctrica llena de efectos en “Song for Aries”).

Uno de los puntos fuertes de Cactus eran las versiones. Precisamente el disco empieza una “Long Tall Sally” irreconocible. Solían meter una o dos versiones por disco, pero siempre las llevaban a su terreno, hasta hacer de ellas una canción diferente. Cuenta Appice que cuando Rusty Day proponía estas versiones, él ni siquiera sabía que no eran canciones originales (reconoce que entonces su cultura del Rhythm and Blues era escasa).

La segunda versión es una clásico Chuck Willis, “I Fell so Bad”.

Este disco fue grabado en los míticos estudios Electric Ladyland de Nueva York. Cambiaron una mesa 8 pistas de su primer disco (grabado en los Ultrasonic Studios, de Long Island, de donde ellos eran originarios) por una de 16 pistas, aunque seguramente les sobró alguna, porque ellos grababan en directo. Todos metidos en una sala grabando en vivo, como una “auténtica” banda de rock. Era así como se sentían cómodos. Si acaso algún “overdubbing” para alguna guitarra extra, pero poco más. Ellos mismos hicieron de productores, pero tuvieron la inestimable colaboración del mítico Eddie Kramer (el productor de Hendrix, entre otros). El propio Jimi Hendrix se pasó por la grabación, y también Jimmy Page, aunque desafortunadamente no hay ninguna grabación que inmortalizara el momento.



Lanzaos a escuchar este disco, y buscad después el resto de esa trilogía maravillosa que fueron los primeros tres discos de Cactus. Luego me decís si no es verdad que merecen más reconocimiento. Grupos como AC/DC o Van Halen ya se han encargado de reivindicarlos.

Una última recomendación. En el 96 apareció un interesante recopilatorio que personalmente me sirvió para conocer a este grupo: “Cactology: The Cactus Collection”. Yo, de momento, sigo deseando tener en mi colección el resto de los vinilos de esta trilogía.

P.D.: La edición que os muestro es una edición francesa del 72, con una portada diferente a la original.




Y aquí, el disco completo:

Cactus - One way...or another

 

Saludos,

Ruben Diskobox.

Ivoox

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