Ir al contenido principal

Bryan Adams - Reckless (A&M Records, 1984)

"Everywhere I go kids wanna rock".

Cantaban los Rodríguez en aquella maravillosa canción que diez años después quién puede volver atrás. Si un par de lustros provocaban semejante efecto, una vez que nos hemos puesto cómodos en el DeLorean la sensación de vértigo al comprobar la fecha del viaje se cuenta sola. ¿Cuarenta años del Reckless? Mi padre no se lo puede creer. En ese momento entra en escena mi madre, que después de una pausa dramática le recuerda que el verano del 69 no fue precisamente ayer. En fin, señoría, este es mi LP favorito del canadiense porque soy así de poco original, qué le vamos a hacer. Cualquier momento es bueno para hablar de uno de mis discos favoritos, pero es que encima el pasado día cinco cumplieron años precisamente Bryan Adams y el Reckless, que inexplicablemente todavía no habíamos traído por aquí. Bueno, pues por si eso fuera poco el lunes 18 le tendremos tocando en el palacio de los deportes. ¿Alguien da más?

Larga vida a los encartes, no tan larga a la cámara de mi móvil

1984 fue un año brutal para la música. Tenemos LPs de estudio de mis amados Kinks, Queen, hablando de reinas Tina Turner, Iron Maiden, los Replacements... además, uno de mis directos favoritos como es el Alchemy de los Dire Straits, por no hablar de los debuts de unos tales Bon Jovi y los Smiths. No podía ser malo un año que un tal George Orwell había utilizado para darle título a una novela. Pues por si los ejemplos anteriores no fueran capaces de convencerte, es que encima todavía faltaba por aparecer el Reckless.

La alineación

 Un disco que empieza con un riff como el de One Night Love Affair solo puede ser brillante. Como dicen habitualmente mis alumnos, no tengo pruebas pero tampoco dudas. Es un tema que define muy bien lo que para mí representa el rock and roll, no se anda con tonterías y en un ejercicio de arrogancia (esto se lo he escuchado mucho a Jorge Ilegal que algo sabe) te ha puesto la vida del revés a golpes de stratocaster. Todo esto está muy bien, pero hay que seguir y para los más empanados ahí llega She's Only Happy When She's Dancing. Esta canción espabila a cualquier bicho humano independientemente de la cantidad de horchata que circule por sus venas, es electricidad pura y además me recuerda mucho a una amiga mía. Qué haríamos sin esas canciones que asociamos a personas que queremos tanto. No hay IA suficiente para poder responder a eso. Lo que tampoco me explico yo es cómo pudo existir un tiempo donde, confieso, Run To You no me gustara. Ahora intento redimirme de mis terribles pecados cantándola más alto cada vez que suena, pero no sé yo si será suficiente y ya me veo condenado al infierno cuando llegue el momento con dosis interminables de reggaetón.

Las baladas y yo siempre nos hemos llevado bien, por lo que reclamaré orgulloso que Heaven me ha hecho llorar más de una vez y me sigue transmitiendo y removiendo toneladas de placer cada vez que la escucho o la destrozo tocándola. Pero qué letra, y qué manera de rematar ese estribillo esculpido de una manera similar al David de Miguel Ángel. Heavenianos del último día, esta es vuestra secta. Uníos ahora o callad para siempre. Reclamando precisamente ese ejército de bichos humanos que han perdido sin remedio la razón, llega Somebody donde me doy cuenta de que me duele la boca de tanto sonreír. Desconozco cuánto tiempo llevo así, si lo mío tiene arreglo o si hace tiempo que no hay ya nada que hacer, pero cómo me canto la cancionaza y qué feliz me hace. ¿De verdad se ha terminado ya la primera cara?

Lo de empezar la segunda cara con el Summer of '69 es un abuso. En las listas que, como Rob en Alta Fidelidad, me hago por la noche cuando llega el insomnio sin cita previa, siempre suelo contar este arranque de cara B como uno de mis favoritos. Lo tiene todo: una historia brutal muy Regreso al Futuro, un verano que siempre vas a recordar, un riff adictivo como pocos y un estribillo que desde la primera vez que lo escuché forma parte de mí. Todavía recuperándote, llega sin avisar Kids Wanna Rock como un huracán para arrasar con todo. También tiene una de mis letras favoritas del disco: "from time to time people change their minds, but the music is here to stay". It's Only Love ya sería un temón descomunal de por sí, pero claro, te traes a cantar a Tina Turner y te pasas el juego. Qué voz, vaya brutalidad, pero qué manera de dejar claro a quién le pertenece el trono del rock and roll, incluso para los que no somos mucho en monarquías. Long Gone es la clásica canción que parece menor entre tanto himno junto, pero a mí siempre me ha gustado mucho. ¿He dicho ya que no me sobra absolutamente nada en este disco?

Remata la faena el Ain't Gonna Cry, claro que sí. Te han dejado, se acabó el amor, pero para qué lamentarte pudiendo entonar un temarral como este. Me encanta el juego que le da el bajo de Dave Taylor, me vuelvo loco con el riff principal, me endioso cuando llega el one, two, one two three four... en fin, que lo único que no me gusta de la canción es que se acaba. Una vergüenza que no sea eterna, Bryan, esta no te la perdono, aunque ahora que lo pienso igual sí que lo es...

Me veo obligado a terminar esta parte más rápido de lo que me gustaría, porque las cervezas de antes de ver a los Redd Kross en la Sol no se van a tomar solas. Me compré este disco la primera vez que fui a Londres en Sister Ray, lo encontré a 1,99 en la sección de ofertas y al ir a pagar me reconocieron que se habían equivocado con el precio, que la intención era haberlo puesto a 10,99 pero que asumían el error con deportividad. Vivan las tiendas de discos y viva Bryan Adams. One, two, one two three four!

Comentarios

  1. Olé tus huevos pedazo de post. Ha merecido la pena esperar 😂 Dejas sin argumentos a cualquiera que disfrute del disco con tanta loa. Yo nunca fui ni seré tan fan del canadiense, pero tiene varios discos magníficos y este está en el top. Un abrazo. Y no tardes tanto en volver por aquí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué te voy a decir, me encanta este disco. Voy a ver si remato algunas otras que tengo pendientes, que no son pocas, y además me lo disfruto que no veas escribiendo por aquí. Mil gracias Manu, abrazo de vuelta y nos leemos!

      Eliminar
  2. Discarral! Me encanta todo de este disco: el sonido, las canciones, la voz rota… es un obligatorio, en mi opinión. Gran entrada! Raúl L.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que lo único malo de este disco es que se acaba, pero incluso eso tiene fácil solución. Es una maravilla, a mí me vuelve loco. Mil gracias por el comentario, y como dices, un disco obligatorio

      Eliminar
  3. Pedazo disco y pedazo entrada. Este lo tengo en cd, junto al Into the fire y el Waking up...Y me lo voy a poner ahora mismo para recordarlo en condiciones y recordar también el directo que vi suyo. Viva Bryan. Por cierto tuviste suerte con el de la tienda. Hace poco pillé el Final Countdown a 2 euros y el tío de la tienda me sacó diciendo que se había equivocado que estaba rayado y lo tenía apartado por si alguien quería la portada. Y como soy un inocente me lo tragué.... Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí este siempre será especial, un escaloncito por encima de las otras dos joyas que mencionas. Viva Bryan claro que sí. La verdad que el tío de Sister Ray era maravilloso, además siempre se prestaba a una conversación con el cliente sobre lo que comprabas aunque, como yo, solo estuvieras de paso. Gracias por comentar Dani, nos leemos!

      Eliminar
  4. Pues nada Alberto, que en octubre de 2019 ya dijimos ambos lo que pensábamos de este Reckless con motivo de una entrada de Manu dedicada a otro álbum del brallan así que poco más puedo comentar. Run to you, Summer of ’69, Somebody, It’s only love –cómo no– y la preciosa Heaven... un discarral de pop rock enérgico y una entrada muy sentida que contagia alegría, perfecta para esta soleada y fresca mañana dominical. Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mare meua qué memoria gastáis algunos, yo me conformo con saber qué discos tengo para no comprarme uno repetido jajjajaja. La verdad que la alineación del disco es de vértigo, desde luego. Me alegra haberte despertado todo eso solo con una nueva ida de olla mía en forma de entrada, majestad, a sus pies

      Eliminar
  5. Hablar de este disco y de Redd Kross no puede ser más estupendo, jeje. Discazo! En este caso mi favorito es Into The Fire, sublime!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Rainbow – Down to earth (Polydor-1979)

Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos.    Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...

Helloween - Pink bubbles go ape (1991, EMI)

  Aprovecho la reciente visita a nuestro país de la banda multigermánica Helloween para compartir aquí contigo, lector con orejas inquietas, otro de esos discos que me gusta catalogar con la etiqueta de “síndrome del disco de después”: aquella obra musical editada tras un pelotazo, éxito o gloria en forma de DISCARRAL y que palidece a su sombra independientemente de su calidad o éxito. Discos que han sido “un fracaso” porque vendieron la mitad que su predecesor o porque, simplemente, no respondió a las expectativas. En este contexto, queda claro que casi cualquier cosa que nuestros protagonistas hubieran editado después de “Keeper of the seven keys II” (más aún si lo consideramos un solo disco con su primera parte) iba a ser valorado con el rasero de una(s) obra(s) catalogadas aún hoy como Obras Maestras del Discarralismo (OMD para los entendidos). Si añadimos que las acciones (o inacciones) de algunos de los protagonistas de la banda y alrededores contribuyeron a dificultar la pr...

Megadeth – Peace sells... but who’s buying? (Capitol records-1986) [Resubido]

Hay álbumes que se resisten a aparecer por estos pagos porque son obras tan incontestables y sobre las que se ha dicho y escrito tanto que parece que sobra regresar a ellas. Pero hoy me siento en la necesidad de que eso no me afecte y he venido a expresar obviedades. Creo que no miento si os digo que descubrí a los Megadeth con el So far, so good... so what! [ aquí ] y es un disco que adoro, como otros de la banda. Sin embargo, creo que es en este Peace sells... but who’s buying? en el que se sientan las bases de la carrera de Dave Mustaine y sus Megadeth . Y sí, desde un punto de vista comercial o de calidad compositiva o de sonido, quizás otros álbumes están por encima... pero la importancia de esta obra es capital (sí, yo también utilizo mucho los tres puntos), desde su icónica portada hasta su última nota. Por eso, aunque Omar Sandoval ya comentó [ aquí ] hace más de una década este disco desde una apro...

City Boy - The day the earth caught fire (Atlantic, 1979)

  Si puedes imaginar una reunión entre Jeff Lynne y Freddie Mercury un sábado a medio día con unos cócteles y un piano delante de ellos, puedes hacerte una idea de lo que vas a escuchar en este The day the earth caught fire . Ah, y se pasó por allí uno de los hermanos Gibb (no recuerdo cual, creo que el bajito) en algún momento para retocar algunas armonías y, tal vez, Jim Steinman metió algunas letras a la hora de la cena. Esta mezcolanza la consiguieron seis tipos, seis: Lol Mason a la voz principal, labor que comparte con Steve Broughton, también guitarrista, Mike Slamer, guitarrista principal, y Roy Ward, baterista a la sazón; “solo” hacen coros Chris Dunn, bajista, y Max Thomas, aporreando todo lo que tenga teclas. Hasta cuatro cantantes principales van intercambiando sus roles y todos los miembros, en mayor o menor medida, participando en las composiciones. Una obra muy coral esta. Aquí tienes a los muchachos. Formados como una banda de folk rock a principios de los setenta...

Asteroid B-612 - "Roads, Stars" (2025)

…guitarras distorsionadas, más sutiles y cromáticas creando un paisaje más amable que el poderoso y furibundo bramido de antaño… Por  Jorge García . Cuatro discos como cuatro soles en la década de los noventa, cuatro toques de queda indispensables para aquellos que gustan del rock de fuerte pegada con ascendentes de Detroit y de su Australia natal. Un cuarto de siglo de silencio discográfico, y ahora podemos  decir con pruebas físicas y sonoras en la mano, que  Asteroid B-612   ha vuelto.   Para este retorno, que según palabras de la propia banda  ha nacido del simple deseo de subirse a un escenario con viejos amigos , publican un nuevo álbum titulado  "Roads, Stars"  que ha sido grabado en Australia y España durante el año 2024 y que ha mezclado  Pepe Gomar  y  Mike Mariconda . Por supesto  Johnny Spittless  en la guitarra y el vocalista  Grant McIver  continuan capitaneando la nave junto al batería  Ben Fo...

Mötley Crüe - Too Fast For Love (Leathur Records,1981)

  Mötley Crüe en los días en los que grabaron " Too Fast For Love " vivían como auténticos vagabundos, de casa en casa de quien tuviese las pocas luces de dejarles entrar, lugares abandonados, furgonetas cutres y un sinfín de cuchitriles a cual peor donde los cuatro solían dejarse caer totalmente colgados de caballo.  No era algo exclusivo de ellos, así coexistían muchas de las bandas de la ciudad de los Angeles justo cuando entraron a grabar su debut en Octubre de 1981. La cosa fue muy rápido, en cinco días ventilaron las canciones en una vieja consola API de 24 pistas con Michael Wagener de ingeniero de sonido, el alemán venía directamente de terminar con Accept su tercer disco en estudio " Breaker" .  La grabación se la costeo el propio manager de la banda, y les costó unos cinco mil dólares. Vince, Nikki, Mick y Tommy no tenían casi ni para comprar hamburguesas, pero se las arreglaron para prensar inicialmente 900 copias de Too Fast For Love y venderlas con ...