Amigos, este fue mi primer álbum de Def Leppard. De hecho, Photograph y –sobre todo- Too late for love fueron los primeros temas que escuché de los de Sheffield en mi vida. Y mirad que soy ya mayorcito y tengo un dominio aceptable de la lengua española, pero me declaro incapaz de expresar con palabras lo que aun hoy en día siento cuando escucho ese sintetizador imitando lo que a mi siempre me han parecido gaviotas entre la brisa. No es cuestión este viernes de explicaros la historia de este grupo británico –uno de los más exitosos, si no el que más, de la NWOBHM- que en su carrera ha tenido tantas alegrías como desgracias. Habiendo alcanzado fama y dinero extremadamente jóvenes, pasaron por el mal trago de echar de la banda a un amigo y miembro fundador, la mutilación del batería y la muerte del guitarrista, además de arrastrar durante años el estigma de vendidos al mercado norteamericano con el que fueron marcados por parte de buen número de heavies británicos. Pero tras facturar un extraordinario debut con Tom Allom –productor de Judas Priest durante sus diez mejores años-, inauguraron para su segunda obra una fructífera relación con Mutt Lange, un tipo que venía de producir para AC/DC los míticos Highway to hell y Back in black y estaba a punto de ponerse a los controles del For those about to rock, huelgan los comentarios. Pero fue en este tercer álbum que hoy os presento en el que Lange se dedicaría a ellos por completo en todo el proceso creativo, desde la composicion a la produccion de lo que acabaría siendo Pyromania, un disco que –solo en los Estados Unidos- ha vendido más de diez millones de copias.
Así, a lo largo de buena parte de 1982, Joe Elliott a las voces, Steve Clark y Phil Collen a las guitarras –este último reemplazando a Pete Willis, guitarrista fundador que grabó la mayoría de rítmicas antes de ser despedido por sus problemas con el alcohol-, Rick Savage al bajo y Rick Allen a la batería se pusieron a las órdenes de Mutt Lange y grabaron esta magnífica obra entre los Park Gates y los Battery studios. Para ello contaron con la inestimable –e imprescindible- ayuda de John Kongos a los sintetizadores y de Thomas Dolby a los teclados, que ya conocía a Lange de cuando había grabado sintetizadores en el 4 de Foreigner, álbum que este produjo casi al mismo tiempo que el High’n’dry de los Leppard.
El track list de Pyromania era:
A
Rock! Rock! (Till you drop)
Photograph
Stagefright
Too late for love
Die hard the hunter
B
Foolin’
Rock of ages
Comin’ under fire
Action! not words
Billy’s got a gun
Rock! Rock! es un ejemplo de impresionante tema de hard rock así como una manera perfecta de dar comienzo a esta joya. Entonces llega Photograph, con ese riff, esas voces, esos coros –Photograph, I don't want your photograph, I don't need your photograph, All I've got is a photograph- y ese solo. ¿En verdad puede haber alguno de vosotros que no me comprenda?, no, claro que no... y si nació a finales de los 60 el grado de unión mental será ya altísimo. Stagefright es otro pedazo de canción con coros perfectos, guitarrazos y un solo impresionante. Y entonces llega Too late for love, EL TEMA. Def Leppard tienen muchas canciones buenísimas e inolvidables, pero no lo puedo negar, hay algo en esta que me pone la piel de gallina y excita resortes de mi mente que en mi existencia habitual están dormidos. Ese inicio, con la voz de Elliott arropada por la guitarra cristalina de Collen y ese sintetizador de fondo que tras esos coros –Tu leit, tu leit, tu leit, túu leiiiiit- abre la puerta a la irrupción del resto de guitarras, bajo y batería. Más coros y un solo inolvidable. En fin, amigos, no tengo palabras. Enorme producción del mítico Mutt Lange, sin duda. Con Die hard the hunter –interesante inicio con coros y sintetizadores- regresamos al hard rock cañero, aunque sin perder ese Lange touch. La cara A ha finalizado y uno, en lugar de dar la vuelta al vinilo, lo que quiere es volver a poner la aguja al principio del surco para disfrutar de nuevo de esta maravilla de temas.
Pero uno acaba sucumbiendo a la curiosidad, pone la cara B y tiembla de emoción al escuchar la acústica que acompaña la voz característica de Elliott –Lady luck never smiles- antes de que entre la banda al completo para ofrecernos otro de esos imprescindibles temas de la NWOBHM, la gran Foolin’. Rock of ages es otro hard rock marca de la casa (1) –coros, bonitas guitarras y un bajo y batería pasados por el sintetizador- que nos lleva hasta Comin’ under fire, otra emocionante canción sin desperdicio en la que la voz de Joe nos transporta a mundos de deseo y desesperación. Grandes guitarras y estupendos coros, para variar. Luego Action! not words, que recordaba un montón a AC/DC -¿por qué será?- y un final épico con Billy’s got a gun que le deja a uno exhausto de placer. Bang bang. Quizás me sobra ese añadido de sintetizador a modo de epílogo pero, de no estar, quizás hubiese sido todo demasiado perfecto. Lo dicho, que luego llegó Hysteria y sus más de veinte millones de copias vendidas... pero, en mi opinión, este Pyromania le supera en sentimiento y variedad.
Completo la entrada dedicada al Pyromania –con portada de Bernard Gudynas diseñada por Andie Airfix- adjuntando la grabación completa del álbum. Disfrutadla, amigos del vinilo.
(1) Por cierto, si os estáis preguntando qué es eso en alemán que se oye al principio de la canción –a mi me obsesionó durante años-, se trata de una frase pronunciada e inventada por Mutt Lange, que –harto de repetir por millonésima vez eso de “One, two... one, two, three”, dejo para la posteridad este “Gunter glieben glauten globen”.
Discazo enorme. El 83 fue un año tremendo, menudos discos. El año de la cosecha. Por cierto que la vacilada del inicio de Rock Of Ages también la usaron Offspring en un tema, Pretty Fly del disco Americana.
Mi disco preferido de Def Leppard. Por suerte, este verano, pude disfrutar de su impecable directo en el Pueblo Espanyol de Barcelona donde dieron un concierto memorable (para mi lo mejor que he visto en directo en 2013). El repertorio de ensueño (tocaron casi todos sus grandes temas dejando de lado su última época) y sonaban como en disco.
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Hoy os voy a contar la pequeña historia de una pequeña banda que pudo reinar hace muchos, muchos años en un reino junto al mar, pero que acabó siendo tan conocida como cualquier otra banda de null-hit-wonder. Aunque, en su caso, los malvados genios de la industria musical deben recibir la culpa de su fracaso y olvido, pues su música está a la altura de la leyenda que quisieron alcanzar. Liar se formó en una pequeña ciudad inglesa llamada Maidenhead comandada por el jovencísimo bajista Dave Taylor. Corría el año 75 y el picor roquero gemía por sus venas. Con el baterista Clive Brooks, el guitarrista Paul Travis y Dave Burton a la voz grabaron un iniciático Straight from the hip dos años después. Tras el fichaje de Steve Mann se embarcaron en una intensa gira con Slade por Europa que completaron con un curioso periplo de tres semanas por la Hungría comunista de la mano de Piramis (banda local). De vuelta a casa, su mánager les consiguió un contrato con la pequeña Bearsville Rec...
Debo deciros que Ghost son la única banda actual –es decir, nacida bien entrado el siglo XXI y aún en activo– de la que me compro casi todos los álbumes que edita. La satisfacción que me transmiten su sonido, melodías y concepto se mantiene con cada obra y opino que con cada nuevo lanzamiento han superado al anterior. Hasta ahora... o quizás también. Me explico. Cuando escuché este Skeletá por primera vez no tuve la sensación habitual de que la banda había escalado un peldaño más en calidad desde el disco anterior. Es lo malo de acostumbrarse a recibir dosis cada vez mas altas de genialidad y creatividad. Sin embargo, cada vez me gusta más, es uno de esos discos no tan inmediatos que ganan con cada escucha. Y es que las composiciones de Tobias Forge están llenas de matices diversos y pese a que los puristas del metal acusan a la banda de ser poco menos que ABBA con máscaras, lo que es innegable es que las raíc...
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Discazo enorme. El 83 fue un año tremendo, menudos discos. El año de la cosecha. Por cierto que la vacilada del inicio de Rock Of Ages también la usaron Offspring en un tema, Pretty Fly del disco Americana.
ResponderEliminarSí señor, yo también pienso que el 83 fue un año inmenso. No sé, debió juntarse venus con júpiter o algo así jajaja
EliminarPor cierto, no sabía lo de Offspring. Gracias por el dato.
EliminarMi disco preferido de Def Leppard. Por suerte, este verano, pude disfrutar de su impecable directo en el Pueblo Espanyol de Barcelona donde dieron un concierto memorable (para mi lo mejor que he visto en directo en 2013). El repertorio de ensueño (tocaron casi todos sus grandes temas dejando de lado su última época) y sonaban como en disco.
ResponderEliminarUn clásico. También lo tengo en vinilo (y en cedé) y lo pincho con asiduidad. Si alguien no ha escuchado el disco, con esta entrada tan sincera y sentida sin duda lo hará.
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