Cuando el 27 de abril de 1984 Deep Purple anunciaban que, tras 11 años de separación, se volvían a juntar para grabar un nuevo disco, el mundo del rock en general y los fans de la saga Purple en particular, quedaron en estado de shock. Tras innumerables discusiones y miles de acusaciones cruzadas durante años, el mítico Mark II se reconciliaba y decidía volver por todo lo grande. Los fans no daban crédito. El momento era el idóneo con un género, el Heavy Metal , que reinaba por todo lo alto y con un buen montón de buenas bandas reclamando a Deep Purple como uno de los pilares del metal y del hard-rock . Ese año Deep Purple editó Perfect Strangers un disco que demostraba que la reunión valía la pena y la banda era bien sólida, con una buena colección de nuevos temas. La química volvía a funcionar, la magia estaba intacta.