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Mogul Thrash - Mogul Thrash (RCA, 1971)







 

El grupo que hoy traigo por aquí es uno de esos al que se le encuadra gerealmente como dentro del género del Jazz Rock. Siempre he renegado algo de esta denominación “Jazz Rock” que se dio a los primeros grupos que comenzaron a mezclar rock con metales. Esta etiqueta empezó sobre todo con los “Blood, Sweat & Tears” o los “Chicago Transit Authority”. Aunque esto grupos si tenían influencias del Jazz, a mí personalmente me gusta mas llamarlos grupos de “Rock con metales“ (Brass Rock). Mi objetivo es diferenciarlos del “verdadero” Jazz Rock, es decir, el de los grupos de fusión como la Mahavishnu Orchestra, Weather Report, o el acercamiento al Jazz de guitarristas como Jeff Beck o Santana. No olvidemos que, antes incluso que los BS&T o los primeros Chicago, el grupo de Mike Bloomfield, The Electric Flag, ya había incorporado ese sonido de metales en el ámbito del blues rock.

Así que, los que tengáis algo de reparo con el Jazz, que no os asuste esta denominación. Musicalmente hablando este disco esta mas cerca del hard rock que del Jazz. Aunque si hay algún ramalazo jazzero, aquí vais a encontrar un sonido eminentemente roquero, con buenas guitarras distorsionadas con wha-xha, un sonido potente, y unos desarrollos instrumentales, en general, mas alineados con el rock setentero que con el Jazz.

Hecha esta aclaración, hay que decir que esta fue una de esas bandas con un solo disco. Pero vaya disco. Cuando uno va pasando lista de los componentes del grupo, se da cuenta de la tremenda calidad que hay detrás.


James Litherland, guitarra y vocalista, había sido miembro fundador del grupo Colosseum, otro de esos grupos pioneros de la primera generación del “Jazz-rock”. Un grupo que veo que aun no has pasado por aquí, así que tomo nota para una futura entrada.

John Wetton, al bajo, guitarras y voces. Para mí es la estrella del disco. Y una vez investigado su posterior bagaje musical, creo que no andaba muy desencaminado, ya que, una vez finalizada la aventura de Mogul Thrash, formó parte de unos cuantos grupos históricos: King Crimson, UK, Family, o Asia, por citar algunos.

Bill Harrison, a la batería, y por supuesto, hay que citar a la sección de vientos: en la mayor parte de las canciones formada por 2 saxos (tenor y barítono) y una trompeta, aunque hay algunas variaciones a lo largo del disco. Por ejemplo, la utilización puntual de un Melófono, una mezcla de trompeta y trompa (yo también he tenido que buscarlo porque no conocía este instrumento).

Hay que señalar que Malcolm Duncan y Roger Ball, tras esta aventura, formarían parte de otra banda que os puede interesar si sois fans de esos sonidos de vientos, aunque esta vez orientados mas claramente al Funky, en la Average White Band.

Lo que me pasa siempre con este disco es que tengo que hacer un esfuerzo para que toda mi atención no se vaya exclusivamente al sonido del bajo. Menuda lección de fraseos, líneas ascendentes y descendentes. Olvidaos de este musico si os gustas los bajistas que no destacan, que pasan desapercibidos. Es una barbaridad toda la variación de serpenteos que realiza durante todo el disco, sin descanso, en todas las canciones. Absolutamente abrumador (es posible que a alguno le canse tanto protagonismo del bajo). Con razón, y de forma muy poco habitual, el sonido del bajo esta en el centro de la mezcla, de forma muy destacada. Y no sólo en el paneo, sino que su sonido se puede distinguir de forma muy destacada sobre los metales, la batería o la guitarra. Es evidente que le producción esta orientada a sacar a relucir el virtuosismo del bajo de John Wetton. Y el responsable del sonido (además de tocar el piano en una de las canciones) es el célebre Brian Auger.

Es lo que tiene poder tener en la mano la edición física de los discos, que uno se pone a leer todos los textos del interior y de la contraportada, y de repente encuentra datos y nombres que le hacen atar cabos con otros discos, productores o músicos (creo que no soy el unido friki por aquí que se estudia todos los créditos de los discos, ¿no?).

Brian Auger, uno de los grandes del órgano Hammond, liderando a Brian Auger & The Trinity, con participación de Julie Driscoll, en una de los grandes grupos del Rhythm and Blues británico de loa segunda mitad de los 60, con un sonido que integraba también unas fuertes dosis de Soul-Jazz.

Luego, en los 70, lideraría a los grandes Oblivium Express, ya metidos en plena edad dorada de la fusión jazz-rock.

El es el responsable de ese sonido, al que el único “pero” que le puedo poner es quizás la falta de un poco mas de agresividad en la batería, pero esto es básicamente un gusto personal, nada que ver con una carencia técnica del señor Auger (me declaro ferviente admirador de Brian Auger, así que no pienso decir nada malo de su labor técnica).

 


Musicalmente hablando, esto es lo que os vais a encontrar en el disco:

 


Something Sad

El grupo marca terreno, con un poderoso acorde de guitarra distorsionada para empezar. Aunque enseguida comienza a marcar la melodía el bajo, de la que toma el relevo justo después la sección de metales. Cuando entran los metales, el bajo se pone en su papel de bajista de fraseos nerviosos y enrevesados, que no dejará ya hasta el final del disco. Y las voces con ese toque “soul” van a marcar de aquí al final del disco ese color “negro” del sonido del disco. Atentos también al “Wha-wha” de la guitarra, y ese solo super roquero y eléctrico.

Muy interesante la forma en que combinan un compás de regular de 4/4, con un compás compuesto en las estrofas, de 7 tiempos, que hace que parezca que las estrofas “cojean”.


Elegy

Esta canción es la muestra de que si al grupo le quitamos le sección de vientos, podrían ser unos dignos representantes del sonido hard-rock de power trio setentero, con una guitarra poderosa y frenética, y un bajo lleno de fraseos que se convierte en un instrumento principal. Esa guitarra no tiene nada con ver con el jazz. Es puro hard rock.

 

Dream of Glass and Sand

Ese ritmo sincopado de la batería y el riff de los metales le da un toque funk a la canción, y aquí sí que, armónicamente, existen claros ramalazos jazzísticos. Lucimiento para la trompeta en el solo.

 

Going North Going West

Aquí el sonido y los arreglos están mas orientados al soul mas ortodoxo, con un puente donde los riffs de los metales dan un toque funk bailable a la canción. Claro, es una pena tener esa maravillosa sección de metales y no aprovecharla para crear ese “groove”, sustentado por el inevitable sonido del bajo.

Otro ramalazo jazz en el solo de saxo tenor, donde Malcom Duncan se explaya a gusto, y da rienda suelta a sus influencias jazzísticas, con giros claramente inspirados en el hard-bop. Impecable.

Pero los 12 minutos de canción dan para mucho más. Lucimiento de todos los instrumentos, cambios de dinámica, momento de calma, crescendos, y nueva explosión instrumental para acabar en todo lo alto, con ese riff bailable de los metales. Personalmente siempre tengo una forma de medir el nivel de calidad de los instrumentistas, y es escuchar lo que hacen cuando otro instrumento esta haciendo un solo. Cómo acompañan a la canción, y como crean los diferentes ambientes que se necesitan en cada momento. La prueba esta superada con creces.  

Insisto en esa guitarra, capaz de hacer pequeños acordes muy sutiles, para luego, clavarse un solo roquero salvaje e intenso.

 

St. Peter

Una necesaria bajada de intensidad, tras el climax de la canción anterior. Con el piano de Brian Auger, y en una vertiente claramente soul. Con protagonismo para los metales, y la guitarra que se balancea de un lado a otro en el medio de la canción.

 

What’s this I hear

Una melodía suave, esta vez interpretada por un saxo alto, se convierte de repente en un poderoso riff que, de ser interpretado por guitarras eléctricas en vez de metales, podría ser digno del catálogo de Black Sabbath. Y no exagero. Poderoso y contundente. Y si no, esperad a la estrofa. Cuando desparecen los metales, estamos en un riff “hardrockero” en toda regla, eso sí, adornado con esos toques de metales, que, para mi gusto, le dan un color tremendamente original. He hablado al comienzo de rock con metales, pero ¿esto no podría ser “heavy con metales”? Ahí lo dejo. Incluso la parte lenta, con arpegios de guitarra de fondo; muchas veces me la imagino con una melodía interpretada por una guitarra super eléctrica, en vez de por el saxo. No encuentro en los créditos referencias a sintetizadores, pero se pueden escuchar varios efectos presumiblemente realizados con uno de ellos.

 

Me hice con esta copia hace muy poco tiempo, una de esas reediciones con precio asequible (he dado por imposible encontrar a un buen precio y estado aceptable la edición original), y, la verdad, suena estupendamente, aunque sin “insert” ni ningún detalle remarcable (solo que el vinilo es transparente, pero vamos, tampoco es que sea algo que me llame especialmente la atención). Editado por Absinthe Records en 2015 (en el título de la entrada he puesto los datos de la edición original). Eso sí, aparece una canción extra, que he decido no incluir en la reseña, porque creo que no aporta nada al disco original y tampoco aparece acreditada en la contraportada del disco, aunque si esta listada en la galleta como la cuarta canción de la cara A.

                           

En el link de Youtube que comparto para que escuchéis el disco, se incluye una canción extra, la n° 7 “Smoke”, que se sale claramente del concepto hard rock / funk del disco original, y parece claramente sacada del “Britches Brew” de Miles Davis. Aquí si hay experimentación, fusión, y free jazz “controlado”, como a Miles Davis le gustaba calificarlo. Vamos, que también da una muestra de la valía y polivalencia de los músicos del grupo, aunque no encaja con el estilo del disco original. De cualquier modo, os invito también a escucharla.


Enlace disco completo Youtube

 

Espero que lo disfrutéis.

Un saludo,

 

Ruben Diskobox

PODCAST DISKOBOX

Comentarios

  1. Por alusiones a "creo que no soy el unido friki por aquí que se estudia todos los créditos de los discos": supongo que por este blog todos somos de esa calaña. Buenísima propuesta que no conocía. Me han gustado sobre todo Elegy (cómo no) y Going North Going West con sus diferentes texturas y cambios. Habría que explorar eso de "heavy con metales"; cuando a Jethro Tull, tras ganar su famoso y polémico Grammy, les decían que no eran heavy metal, sacaron una publicidad aludiendo al respecto: la flauta es un instrumento de metal. Ahí lo dejo. Un saludo

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    Respuestas
    1. Muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado la propuesta. Y también de compartir la pasión por devorar toda la información de loa discos. No me había dado cuenta de la relación con el famoso grammy de Jethro Tull, ni tampoco conocía la frase de Ian Anderson en defensa de su flauta. Ahora cobra todo el sentido.😅
      Un saludo, y gracias por el comentario.

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  2. Otra estupenda propuesta para el sábado, una pedazo de entrada y un pedazo de álbum. Yo soy de los que he hecho una paradinha al ver lo de Jazz Rock, pero al leerte he perdido el miedo. Y menos mal. No conocía este momento de la historia de Wetton y me han encantado él y el disco. Con lo megaochentero que soy y cómo con la edad soy capaz de admirar cada vez más la de discarrales que se hacían en los setenta, mucho más allá de los globalmente reconocidos. Coincido contigo en la monstruosidad que es What’s this I hear . En fin, un análisis musical muy completo y muchos estilos mezclados en este disco. Un abrazo. KING

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    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que te haya gustado. Y ya lo he dicho alguna vez, hay que recelar de las etiquetas, y darle siempre una oportunidad a lo que hay verdaderamente detrás de un "termino " , que muchas veces no puede definir com exactitud la.musica de un grupo. Y sí, el señor Wetton se sale en este disco.
      Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.

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