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Mostrando las entradas etiquetadas como Rockologia

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Triumph - Just a game (RCA, 1979)

  Mi adoración por este trío canadiense es relativamente reciente. De hecho, la adquisición de sus vinilos ha ido a la par con la evolución de este blog. Y hoy me apetecía compartir y reivindicar este tercer largo para completar el magnífico repaso que el compañero de barrio KingPiltrafilla ya ha hecho anteriormente. En mi opinión, Triumph atravesó tres etapas: la primera, la inicial, como casi todas las bandas, buscando el éxito, que consiguieron a partir de este Just a game (alcanzaron el platino en su país natal y el disco de oro en Estados Unidos) y certificaron con el siguiente Progression of power (1980); encadenaron varios excelentes discos hasta cerrar su segunda etapa con Thunder seven (1984); los últimos discos les llevaron a una deriva más AOR aún, y a la pérdida progresiva de ventas y fama que acabó con la formación tras Surveillance (1987). Escuchar estas tres obras seguidas es un manual de evolución del hard rock en los ochenta, por cierto. Hoy comparto Just a game ,

Kansas - Masque (Kirshner, 1975)

  Cuando un álbum alcanza fama, ventas y críticas gloriosas eclipsa todo lo que hay alrededor. Muchas bandas sufrieron del “síndrome del disco de después”, del que ya he hablado en otras entregas en este blog: el álbum que publiques después no va a ser tan bueno, no va a vender tanto y no lo vamos a querer igual, aunque sea mejor. Nos negamos. Por otro lado, también existe el “síndrome del disco olvidado”, el que apareció antes de ese pelotazo. Y he aquí un ejemplo perfecto. Masque , tercero de Kansas , antecedió a una de sus obras cumbre, Leftoverture (1976) y, claro, a su sucesora, la no menos brillante Point of know return (1977). ¿Qué pasó para que volaran de la medianía comercial y el desconocimiento del público hasta el disco de platino para convertirse en referencia del rock de la época? ¿Acaso de Masque a Leftoverture aprendieron a tocar, encontraron la inspiración, robaron las canciones de alguien? No, de eso nada. Bien es cierto que en este no encontraremos un single del

LeRoux - So fired up (RCA, 1983)

Hace mucho tiempo que no molesto por aquí con alguna de mis imprescindibles mierdas ochenteras y voy a ponerle remedio con este quinto álbum de los estadounidenses LeRoux , una banda de curioso recorrido. Comenzaron a finales de los años setenta en Louisiana como una banda de southern rock con muchos toques funkies que evolucionó hacia un hard rock con más o menos elementos melódicos y acabaron, en lo que hoy os presento, abrazando el AOR de principios de los ochenta. En su primer álbum, editado en 1978,  se llamaban Louisiana’s LeRoux y alcanzaron cierto éxito de ventas (puesto 59). Por entonces formaban la banda el guitarrista y cantante principal Jeff Pollard, el baterista David Peters, el bajista y productor Leon Medica, el multiinstrumentista Bobby Campo (trompeta violín, lo que haga falta), el también guitarrista y cantante Tony Haselden y el jefe de las teclas, también con protagonismo en la voz, Rod Roddy. Giraron asiduamente y editaron dos largos más los siguientes años: Fire

Gary Moore - Live in Japan/Rockin' every night (Virgin, 1983)

Tener un estilo único, reconocible, en cualquier trabajo resulta muy difícil. Y que ese estilo personal, además, sea eficaz, adecuado, que guste, más difícil aún. Si nos referimos a la música popular, en mi caso el rock en todas sus vertientes, conseguir eso conlleva un enorme trabajo detrás. Cuando eres cantante, tu propia voz ya te define, no en vano los humanos estamos muy preparados para reconocer voces y distinguirlas, pero cuando eres guitarrista la cosa cambia. No hablo de ser un buen instrumentista, ni siquiera saber componer melodías magníficas o estar en un grupo de éxito. Hablo de conectar con ese subconsciente de la persona que permite ponerle tu nombre a esas primeras notas, aunque nunca haya escuchado esa nueva canción. Y eso, amigos, amigas, lo logró Gary Moore. Un tipo con maravilloso gusto por la composición y la estructura melódica, con una técnica muy trabajada y, sobre todo, capaz de hacer hablar a las seis cuerdas en un tono, timbre y aroma únicos. Si oyes su gui

Warrant - Cherry pie (CBS, 1990)

  Eso del one-hit-wonder no es ningún invento moderno. Max Bruch compuso el Concierto para violín nº 1 en sol menor, op. 26 a mediados del siglo XIX, cuando acababa de cumplir 26 años. A pesar de una dilatada carrera (murió a los ochenta) y ser un reconocido personaje, se le recuerda, precisamente, por esta obra. Tal fue el hastío del propio músico, que su hijo recordaba a su padre diciendo “¡Otra vez el concierto en sol menor! ¡No lo soporto! ¡Tocad el Concierto número 2 o la Fantasía escocesa, por favor!”. No había manera. Su gran éxito. ¿Y qué relación tiene esta anécdota con el vinilo de hoy? Cherry pie no es solo el título del segundo disco de Warrant; también del single más famoso del grupo, del vídeo más ochentero de todos, es el título de la bendición y, al mismo tiempo, la maldición de la banda. La polémica con la canción es eterna. En algún momento el propio Jani Lane (compositor y cantante) maldijo haberla escrito: “preferiría haberme pegado un tiro en la cabeza” dijo en u

Aldo Nova - Twitch (Portrait, 1985)

  Cuando miro a Aldo Nova posando en la portada de Twitch solo puedo sonreír. Me produce una sensación similar a revisitar un capítulo de Corrupción en Miami. Un poco de vergüenza ajena y de cariño infantil a esa capacidad de elevar lo hortera al máximo nivel. Combinar la elegancia de un traje ceñido, la peluquería más chic y una guitarra eléctrica con ese aire de romántico al atardecer solo pudo suceder en los ochenta. Si le añades el logo high-class redondeas un producto anclado en el tiempo. Lo tomas o lo dejas. Como ciertas leguminosas. Este tercer disco de Aldo Nova fue un descalabro comercial y artístico. Aunque depende de cómo se cuente la historia. Nova, en el fondo, es un one-hit wonder. Su primer single, Fantasy, alcanzó el puesto 23 en la lista de éxitos de 1982 en Estados Unidos empujando al álbum debut del artista canadiense hasta el top ten: disco de oro en unos pocos meses, platino después. Cantante y músico polifacético, Aldo tocó la mayoría de los instrumentos en casi

Kiss - Alive! in East Lansing (Verne Records, 2021)

  El pasado 2 de diciembre los neoyorquinos KISS dieron su (posiblemente) último concierto , ese que significa "el final del camino" para comenzar "una nueva era". El 30 de enero de 1973 la banda se subió (más o menos) por primera vez a un escenario en el Popcorn Club en Queens, Nueva York, con apenas 10 personas de público . Y 50 años después han montado una gira de 251 actuaciones, casi todas con el cartel de completo. Más allá de las cifras megalíticas de una de las bandas de rock más populares del Universo, la más amada y odiada, existe una manada virulenta de personas que conforman eso que se llama la Kiss Army: el ejército infranqueable de fanes al cual pertenezco. Kiss son (fueron, serán) la banda "más caliente del planeta" y la que intentó ser más famosa que Elvis o The Beatles. Sin duda, la razón más importante por la que estamos aquí reunidos. Porque sin Kiss, posiblemente, yo no habría criado esta insana necesidad de música, de rock, de fiesta p