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Mostrando las entradas etiquetadas como Hair metal

Reckless - No frills (1987, Valentino Records)

  Hace poco os compartí por aquí el Live is life de Opus , y os conté que lo había pillado a precio de derribo. Con aquel disco se vinieron a casa otros cuantos de esos de rock y/o pop blandengue de los 80 y 90 que tanto disfruto, unos 10 por 30 pavos (seguro que alguno más desfilará por aquí). Y entre ellos, uno de un grupo que no conocía y que fue el propio dueño de los vinilos quien me lo recomendó. Y que acertado estuvo pues el disco en cuestión es una gozada de lo que Rockologia denomina como basurilla hardrockera de los ochenta. Y por esto me estoy metiendo en el terreno de Manu y también del King (aunque, no en vano ellos también lo hacen con mi reducto blandengue). La edición es una francesa/europea, en España no se hizo y por eso va con el logo de “importación”. En esta ocasión pasaré primero a hablar de la música y luego del grupo. Pues realmente ha sido de esa manera como he disfrutado de este vinilo: primero escuchar y ya luego meterme en el meollo de historia y detalles.

Warrant - Cherry pie (CBS, 1990)

  Eso del one-hit-wonder no es ningún invento moderno. Max Bruch compuso el Concierto para violín nº 1 en sol menor, op. 26 a mediados del siglo XIX, cuando acababa de cumplir 26 años. A pesar de una dilatada carrera (murió a los ochenta) y ser un reconocido personaje, se le recuerda, precisamente, por esta obra. Tal fue el hastío del propio músico, que su hijo recordaba a su padre diciendo “¡Otra vez el concierto en sol menor! ¡No lo soporto! ¡Tocad el Concierto número 2 o la Fantasía escocesa, por favor!”. No había manera. Su gran éxito. ¿Y qué relación tiene esta anécdota con el vinilo de hoy? Cherry pie no es solo el título del segundo disco de Warrant; también del single más famoso del grupo, del vídeo más ochentero de todos, es el título de la bendición y, al mismo tiempo, la maldición de la banda. La polémica con la canción es eterna. En algún momento el propio Jani Lane (compositor y cantante) maldijo haberla escrito: “preferiría haberme pegado un tiro en la cabeza” dijo en u

Razor Baby - Too hot to handle (FM Revolver Records, 1988)

Parece mentira que un tipo como yo, presuntuoso aficionado al género rock en todas sus vertientes, con una colección más bien crecedera de vinilos y cedés, en la era interné, donde en un click puedes escuchar cualquier canción, decida comprar, así de buenas, un disco por la portada. Pero así fue. Y por la contraportada, de hecho. Esa imagen de cómic ciberpunk de perspectiva imposible, el sello de "Heavy Metal America" y la foto de los dos guitarristas peludos. Ni me molesté en investigar. A casa. Razor Baby es un proyecto de Robert Steffan, guitarrista primigenio de Quiet Riot cuando aún se llamaban, simplemente, DuBrown, junto a su hermano Ritchie Steffan. Ambos componen y guisan este Too hot to handle con la ayuda de varios amigos e invitados. En la cara A encontramos la voz de Brent Young (el primer vocalista de Queensryche, casi nada) y en la cara B la de Barry Da Silva (compañero de Robert en la banda Saryr); la guinda la pone Kevin DuBrow (Quiet Riot, claro)

Hurricane - Over the edge (Enigma Records, 1988)

Hurricane fue una banda de segunda fila de las muchas surgidas en los años ochenta al calor incubadora del megaéxito del glammy rock, el hair metal y las power ballads. Comenzaron cuando Kevin DuBrow, cantante de Quiet Riot, hizo de celestina entre Robert Sarzo (guitarrista) y Tony Cavazo (bajista). Efectivamente, los hermanos pequeños de Rudy Sarzo y Carlos Cavazo, miembros también de Quiet Riot. No tuvieron suerte con las compañías de discos hasta que reclutaron al cantante Kelly Hansen (acabó en Foreigner en 2005) y al batería Jay Schellen . El cuarteto se autoprodujo un EP y un primer largo con los que salieron de paseo teloneando a Stryper (en la gira To Hell with the Devil ). La misma compañía que por entonces llevaba a Stryper, Enigma Records, vio en ellos un filón y pusieron la pasta suficiente para juntar en la producción y las mezclas a Mike Clint (quien acababa de tocar el cielo mediático tras encargarse del Appetite for destruction de Guns n'Roses ) y al mismí

KISS - Crazy nights (Mercury 1987)

No tengo nunca claro qué vinilo traer cada viernes que me acerco por aquí y trato de huir de los habituales. Pero qué queréis, soy un adicto a KISS y se acaban de cumplir 30 añazos de la edición de Crazy Nights , seguramente el primer casé de la banda que adquirí junto a la de Creatures of the night (aunque no lo recuerdo bien). Así que vuelvo a engrosar la colección de vinilos del grupo en este insigne blog, 19 si no he contado mal, casi todos míos o de King Piltrafilla (por alusiones). Los jefes del cotarro, Paul Stanley y Gene Simmons, decidieron escoger a Ron Nevison como productor para el que sería su decimotercer álbum de estudio. Supongo que buscaban un mediador en las tensiones del dúo y, a la vez, alguien que aportara un sonido distinto; no en vano Nevison había  trabajado con UFO, MSG, Survivor y Led Zeppelin además de haber conseguido éxitos el año anterior con Ozzy Osbourne y Heart. Al final no quedaron muy contentos pero se tuvieron que tragar la producción