…se da carta de naturaleza a la lírica y épica del rock and roll más canalla, auténtico, primitivo, invencible, nostálgico e indestructible… Por Jorge García . El tiempo es ese juez insobornable que termina determinando quién tiene y quién pierde razones. Según parece, este dios supremo que siempre sobrevive, tiene alguna mágica alianza con otro superviviente nato: El Rock and Roll. No en vano, lleva décadas dictando sentencias favorables a los intereses de supervivencia de la música del diablo y de sus acólitos en cada una de sus resoluciones, a pesar de lo que enemigos y modernillos de diferente pelaje vienen vaticinando desde los lejanos setenta con respecto a la muerte del rock. Pero admitámoslo, no solo el tiempo con su exasperante poder debe ser considerado como único adjudicatario de todos los méritos que dejan en entredicho a tanto profeta y pájaro de mal agüero, los que seguimos sintiendo ese placentero run-run en el pecho cada vez que escuchamos rugir una gui...