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Mostrando las entradas etiquetadas como classic rock

Queen - Greatest Hits (EMI, 1981)

  En estas primeras colaboraciones en FFvinilo estoy acudiendo directamente a los discos que más han marcado mi personalidad musical. Ha llegado el turno de hablar de mi grupo favorito. Si vivías en el planeta Tierra en los 80, era imposible no conocer a Queen. Fue uno de los grupos con mayor éxito comercial de esa década. Vamos, que antes de que Queen me gustasen, ya los conocía, aunque no les prestaba mucha atención, la verdad. Musicalmente hablando, yo estaba a otras cosas (Maiden, Scorpions, AC/DC, …). Aunque sí que tengo un recuerdo de infancia grabado en mi mente relacionado con Queen: su video “Radio Ga-Ga”, grabado del programa “Tocata” en la cinta VHS de mi primo, se ha quedado integrado ya para siempre en mi memoria. Fue en el año 89 cuando una canción de Queen me llamó la atención. El single “I Want It All” de su disco “The Miracle” sonaba bastante en los 40 principales. Y tanto la canción como el sonido de la banda me atraparon inmediatamente. Ese vinilo fue el regalo d

Eagles - Hotel California (Asylum Records, 1976)

      Curioseando y busceando en las entrañas del blog, he descubierto que tengo algunos LPs considerados como “clásicos” que no están recogidos en esta amalgama de reseñas, estilos y grupos que conforman nuestro (sí, después de tres años y unas cuantas colaboraciones ya considero que tengo una parcela de esta multipropiedad) #FFVinilo blog. Ya os traje el Bayou Country de la Creedence Clearwater Revival . Y hoy este archiconocido, quizás hasta la saciedad e, incluso hasta el hartazgo, Hotel California de Eagles . El mayor éxito en su carrera. Quizás el éxito que destruyó a los Eagles . (Perdonadme si lo que leáis a partir de ahora ya lo sabíais. Pero es que no se puede aportar demasiado a algo tan universalmente discutido y analizado) Entre marzo y octubre de 1976, Don Henley, Glenn Frey y Randy Meisner , con la baja del otro fundador del grupo Bearnie Leadon , complementados por Don Felder , que ya llevaba un par de discos en el grupo y Joe Walsh , nueva incorporación, se ded

Blue Öyster Cult - The revölution by night (Columbia, 1983)

  Otro de esos discos denostado y devastado por la crítica de la época y por las orejas más afiladas y las más finas de la crítica rocanrolera, dura y blanda, y no puedo estar más en desacuerdo. Me atrevo a afirmar que este noveno disco de estudio de la banda neoyorquina abunda en calidad y se puede encuadrar entre lo más destacado de su prolífica discografía. Si no conocéis al grupo, cualquier disco es de escucha más que recomendada. La banda sobrevivió en sus primeros años a base de canciones robustas y gruesas que les granjearon fama sin fortuna. Tras tres discos de estudio y un fantástico directo decidieron girar el volante para buscar ese impulso comercial. Grabaron su inmortal single (Don't fear) the reaper para el álbum Agents of fortune (1976), siguieron vendiendo bien con Godzilla ( Spectres , 1977). Situados en primera línea, con un disco de platino y otro de oro en el mercado yanqui, intentan engancharse a las modas sonoras de finales de década. Fichan a Tom Werman (

Queen - A kind of magic (EMI, 1986/Virgin Records, 2019)

Quizá no haya un álbum de Queen más unido a mi acervo cultural. Porque con este disco "descubrí" a la banda. No directamente, si no por su participación en una película que me marcó: Los inmortales (The highlanders). En 1986 aluciné en el cine con las aventuras de Connord McLeod y sus trifulcas con el Kurgan, el "solo puede quedar uno", las decapitaciones (light) y sus historias de amor eterno y moderno. Pocos años después, gracias a un Erasmus, visité algunos de los escenarios, como el castillo de Eilean Donan o Glen Coe. La banda sonora de la película mezcla la música incidental de Michael Kamen (otro imprescindible de la época) con canciones compuestas e interpretadas por Queen. Ahí comenzó mi "acervo cultural" en relación a la banda. Poco tiempo después se editó este A Kind of Magic  que contiene aquellas canciones en una versión diferente, más elaborada y, quizá, completa. De las nueve canciones del disco, seis aparecían en la película de un modo

Rory Gallagher - Live! In Europe (Chrysalis - 1972)

Cuando Rory Gallagher se lanzó a su gira europea en 1972 tenía tan solo 24 años. Y a sus espaldas dos discos en estudico con la banda Taste, de la que era cantante, guitarrista y alma, y otros dos en solitario. Así que, intentando recoger la energía y la variedad de su propuesta en vivo, grabó varias actuaciones junto a sus secuaces Gerry McAvoy al bajo y Wilgar Campbell a la batería. El resultado es este Live in Europe que contiene siente canciones curiosamente elegidas. Porque tan solo dos habían aparecido en discos del artista: In your town y  Laundromat . El resto son canciones nuevas, ¡qué valor!, reconstrucciones de clásicos del blues. Así escuchamos Messin' with the kid de Junior Wells, una fantástica Pistol slapper blues de B.B. Fuller o el Bullfrog blues de William Harris, donde se lucen McAvoy y Campbell. Coge la mandolina para su particular versión de Going to my home town , donde al público se le oye aplaudir y patalear. Y una de mis favoritas, I could have

Forcefield – Forcefield (President – 1987)

Y si en mi pasada entrada os recomendaba un segundo lanzamiento de Forcefield que apostaba a que pocos de vosotros tendríais, lo de hoy ya es hacer un pleno porque os traigo también el primer disco de la banda. Al igual que en su segundo trabajo, mi versión es la editada por PDI en España y no sé si fue cosa de algunas copias o de todo el tiraje, pero la portada –ignoro si por un error en la impresión o el troquel– salió como el culo, algo que ya me hubiese tenido que echar para atrás a la hora de adquirir el disco pero que –seguramente porque debía estar a un precio casi regalado– no me evitó comprarlo.  Junto a Ray Fenwick a las guitarras y teclados y Cozy Powell a la batería, en la banda encontramos esta vez al estupendo vocalista Pete Prescott , a Mo Foster al bajo y a Nick Magnus a los teclados, con la colaboración de Neil Murray al bajo –en Smoke on the water –, Chris Cozens a los teclados y la inestimable presencia de Barry St. John a los coros (tanto ella como Co