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Mostrando las entradas etiquetadas como parlophone records

Amaral - Pájaros En La Cabeza (EMI 2005, Parlophone 2014)

  Bueno, viendo que si no estoy yo por aquí el heavy metal campa a sus anchas, me he visto obligado a volver a casa por navidad para escribir de un disco que, soy consciente, a muchos de los bichos humanos que leéis este blog os provocará bastante urticaria, como mínimo y por decirlo suave. A mí, qué queréis que os diga, me encanta hasta el punto de considerarlo uno de los discos de mi vida. Abro paraguas, pero el cariño que le tengo a este LP está por encima de todo.   Las canciones de la felicidad   Vamos al grano, he acudido a este disco porque necesitaba ayuda para digerir la comida de Navidad y, sobre todo, digerir a mis primos y tíos. La necesidad de escribir del disco ha llegado después, de la mano de la dosis exacta de premeditación y alevosía. Ha empezado a sonar El Universo Sobre Mí y yo qué sé, ya lo cantaba Rosendo: es solo una canción, y me siento mejor. Me sigue flipando cómo es posible que, dejando a un lado que nuestro día haya sido una auténtica mierda o uno para no ol

The Beatles - A Hard Day's Night (Parlophone, 1964)

Lo que voy a comentar a continuación no suele estar bien visto entre fans fatales de los Fab Four, pero qué le voy a hacer, estos son mis principios y no tengo otros. A Hard Day's Night es mi disco favorito de los Beatles, el que más veces he escuchado y al que mayor cariño profeso. Supongo que queda mucho mejor decir que tu favorito es el Rubber Soul o el Revolver, pero no sería cierto. Es cierto que, según el momento vital que atraviese, suele haber un disco de los Beatles con el que me sienta más identificado, pero cada vez que vuelvo a escuchar A Hard Day's Night me siento como si volviera a casa. No importa dónde esté o cómo me haya ido ese día, estos treinta minutos son sinónimo de felicidad. Es lo que tiene la música: cuando te toca de verdad no hay manera de pararla, y ella a cambio te salva la vida una, mil y todas las veces que sea necesario. Imagina no amarla. Después de esa introducción un tanto melosa, pero qué demonios, cierta, es momento de comenzar a s