Pues resulta que la génesis de Night Ranger se encuentra en los icónicos Sly & the Family Stone, o más concretamente en la banda de funk y rock psicodélico Rubicon que formó uno de sus miembros originales, el saxofonista de Denver Jerry Martini. Esta última banda tenía en sus filas a unos jóvenes Jack Blades al bajo, Brad Gillis a la guitarra y Kelly Keagy a la batería. Y cuando a finales de los 70 se disolvió Rubicon, Blades formó un trío con sus compañeros Keagy y Gillis. No tardaron en reclutar a Alan Fitzgerald, teclista que había pasado por Montrose y que recomendó a sus nuevos compañeros la contratación de un segundo guitarrista, lo que propició la llegada al grupo de Jeff Watson. Con el nombre de Stereo tocaron en diversos clubs del área de San Francisco e incluso llegaron a telonear a Sammy Hagar, seguramente gracias a la relación entre este y Fitzgerald. No sería hasta 1982, cuando ya con el nombre de Night Ranger, sacarían al mercado su debut titulado Dawn patrol, un disco que aún no tengo en mi colección –y eso que me lo he encontrado a lo largo de los años en numerosas ferias vinílicas a buen precio– y que espero que alguien reseñe pronto en este blog. De los álbumes de los que sí he hablado ha sido de sus siguientes lanzamientos, Midnight madness (aquí) y Seven wishes (aquí). Y hoy ha tocado traer por aquí a su siguiente trabajo, este Big life que llega sin ninguna anécdota, vivencia o componente sentimental. Eso sí, sé que lo compré en la –hace mucho ya– desaparecida Discos Balada porque todo lo que tengo de importación de la época y de MCA que no he adquirido en posteriores ferias vinílicas es de allí, no me preguntéis la razón.
Producido por Kevin Elson –habitual de Journey y hombre a los mandos del The final countdown de Europe– en los Fantasy studios, uno de los aspectos destacables del álbum es la inclusión de The secret of my success, el tema principal de la película homónima protagonizada por Michael J. Fox que personalmente sugirió a la banda para ese trabajo. El tema en cuestión, en el que hace coros Bill Champlin de los Chicago, fue producido por David Foster en los Chartmaker studios de Malibú.
El track list era:
A
Big life
Color of your smile
Love is standing near
Rain comes crashing down
B
The secret of my success
Carry on
Better let it go
I know tonight
Hearts away
Con profusión de ampulosos teclados pero también guitarrazos enérgicos comienza el disco de la mano de Big life, con un estribillo marca de la casa y un solo notable. Igual de hard rockera y con unos coros aún más pegadizos le sigue la estupenda Color of your smile, con un estupendo duelo de guitarras. Siguiendo la misma tónica pero escorando hacia el hard melódico llega Love is standing near, con unas guitarras muy buenas pero algo meliflua. La cara finaliza con la lenta y floja Rain comes crashing down a la que, aunque a la mitad del tema adquiere cierta fuerza guitarrera, le falta carisma.
The secret of my success inaugura la segunda cara con un sonido muy de la época, con teclados, guitarras dobladas, arreglos de metales, muchos coros y Keagy y Blades repartiéndose las voces. Carry on es mucho más hard rockera aunque sin apartarse del sonido marca de la casa habitual de los rangers, guitarrera y con estribillo pegadizo. Menos destacable me parece Better let it go, sin encanto y repetitiva para mi gusto. Lo mismo me pasa con I know tonight, con un inicio pobre que parece que se recupera pero que en mi opinión se convierte en otro tema de relleno. Y para terminar, la megabalada del álbum, una Hearts away que a mi me gusta mucho y que –aunque muy sencillo– resulta el típico tema que rezuma sentimiento, con un inicio delicado que poco a poco va adquiriendo fuerza hasta finalizar con las guitarras en alto.
Pero ni The secret of my success –que por cierto fue nominada en los Globos
de Oro y perdió ante The time of my life de Dirty Dancing–, ni el Hearts
away, que pretendía seguir la senda de baladas de álbumes anteriores, ni la
notable Color of your smile, los tres singles escogidos para aupar el disco
a lo más alto de las listas, tuvieron éxito en la misión y aunque el álbum tuvo una buena respuesta comercial, no superó el éxito de sus anteriores
trabajos. El problema en mi opinión es que tenía un sonido muy
tardoochentero en la acepción menos favorable del término, intentando
destacar en una escena en la que Guns’n’Roses, Metallica o Mötley Crüe
reinaban en las listas.
Man in motion, su siguiente trabajo ya sin un Alan Fitzgerald que los abandonó en medio de la grabación y con el que quisieron recuperar el estilo más guitarrero y hard rockero de sus inicios, tuvo las peores ventas de su carrera hasta ese momento y provocó la separación de la banda. Y aunque siguió funcionando con continuos y variados cambios de formación –su última grabación es de 2021– nunca recuperaron el éxito de sus primeros discos. Pero, como acostumbra a decirse, eso ya es otra historia.
Por cierto, ya que antes he mencionado a Mötley Crüe, atentos a los
responsables de la sección de viento en el desenfadado video clip de The secret of my
success.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Mi enamoramiento con esta banda es muy reciente y por culpa de tus entradas vinílicas que me animaron a escucharles con verdadera atención. Descubrí una bandaza con algunos discos memorables. En mi estantería tengo, precisamente, los tres que has reseñado ya 😂 así que habrá que esperar a que aparezcan Man in motion y Dawn patrol para darte el relevo en el blog. Este disco, creo, está a la altura de los anteriores, pecando, eso sí, de un abuso de sintes y arreglos de estudio. Sonido impecable y tres o cuatro excelentes canciones. Me gusta mucho. Un abrazo
ResponderEliminarNo puedo añadir más. Pues pensaba que tendrías el primero. Prometo que si lo vuelvo a encontrar en alguna feria del disco, lo pillo. Un abrazo y a disfrutar de los Rangers. KING
EliminarQué ochentero todo. La primera cara está bien. La cara b parece de la banda sonora de Footlose o similar. A ver, es entretenido pero queda lejos, a mí gusto, de otra basurilla ochenta que habéis traído por aqui. Tenía mejor recuerdo del grupo pero la primera escucha me ha decepcionado porque esperaba un heavy hardrockero más macarra y quizás por eso lo critico así. Quizás la segunda escucha siendo más consciente de lo que es, será mejor. Creo que me pasa al revés contigo: tú siempre esperas blandenguerias mías y cuando es un poquito menos blandenguer te sorprende. Pues si ha sido esta ocasión. Un abrazo y sigue por este camino jaja
ResponderEliminarLa verdad es que prefiero sus álbumes anteriores, por eso ya hablé de ellos y este lo había dejado en el tintero. Pero tiene tres o cuatro temas muy salvables. Ya verás como entre el hard rock melódico y las blandenguerías enérgicas, acabaremos encontrando un lugar común, seguro. Un abrazo, motard. KING
EliminarIdse a un hotel, ya
EliminarJAJAJAJAJAJAJAJA
EliminarMe gusta el debut, un clásico del Hard AOR. Este no es de mis favoritos. El Dont Let Up que sacaron hace cuatro o cinco años me gusta también, buena mezcla de Rock americano y Power Pop. Brad Gills como guitarrista es tremendo, el directo con Ozzy brutal!
ResponderEliminarSí a lo de Brad Gillis, sí a lo de Ozzy, sí a que este tampoco está entre mis favoritos y no recuerdo haber prestado atención al Don't let up ese que mencionas. Me lo apunto. Gracias por comentar. KING
EliminarMe sonaba el logo de la banda porque lo veía en las revistas de discoplay... El disco se deja escuchar. Un abrazo. P
ResponderEliminarAbrazo de vuelta, amigo Paco. KING
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