Ir al contenido principal

Foreigner – Inside information (Atlantic records-1987)


Amigos, hay grupos –o quizás debería hablar ya en pasado de una vez– que simple y llanamente encajan. Es decir, voz, ejecución instrumental, melodías, producción... todo aparece excepcionalmente unido para dar como resultado obras perfectas. Uno de esos, al menos en mi humilde opinión, son Foreigner. Así que, llega un viernes más y un rápido repaso para evitar comentar un elepé que ya se haya publicado me hace constatar con sorpresa que de esta banda sólo se ha hablado una vez en todos estos años ¡y además lo hice yo mismo! Me refiero al inmenso 4, comentado aquí


Pues bien, excluidos ese álbum y los estupendos Foreigner y Double vision, que tengo en cedé por lo que quedan descartados a la hora de aparecer en este blog por razones obvias, la duda era hablaros del igualmente imprescindible Head games, con joyas como el tema título o la maravillosa Blinded by science, o del que hoy os traigo. Al final me he decidido por hablaros de Inside information, un álbum soberbio, melódico, comercial, rockero –lo tiene todo– e imprescindible del que poseo la edición estadounidense. Y es que el arte es subjetivo por lo que nunca me compré Agent Provocateur –acabé tan harto de escuchar por la radio su I want to know what love is que aún a día de hoy soy incapaz de ponérmela– o Unusual heat, al no tener este a Lou Gramm como vocalista. 


Grabado y mezclado en los Right Track recording studios por Frank Filipetti –un ingeniero con larga experiencia a sus espaldas, que incluía a Elton John o Kiss, y que ya había trabajado con ellos en su anterior álbum– con Mick Jones a la producción, guitarras, teclados y sintetizadores, Lou Gramm a las voces, Rick Wallis al bajo y Dennis Elliott a la batería, este Inside information contó con la colaboración de intérpretes como Tom Bailey, Kevin Jones, Hugh McCracken o Peter-John Vettese


Así, con una portada fotografiada por Roger Corbeau y con diseño en gatefold, el track list fue: 

A 
Heart turns to stone 
Can’t wait 
Say you will 
I don’t want to live without you 
Counting every minute 

B 
Inside information 
The beat of my heart 
Face to face 
Out of the blue 
A night to remember 


Comienza la obra con un Heart turn to stone en el que destacan la voz de Gramm, una base rítmica sin fisuras, los guitarrazos de Jones y profusión de teclados y sintetizadores aquí y allá. Un temazo. Las revoluciones bajan con Can’t wait –al menos al inicio– con una introducción de atmósfera pausada gracias a los sintetizadores que acompañan la voz calmada de Gramm, hasta que de un guitarrazo entramos en el estribillo. Y así toda la canción –otro temazo–, alternando pasajes intimistas con la garra del estribillo. Y para estribillo, otro temazo –y van–, esa peazocanción titulada Say you will que ya vale la compra del disco. Entonces llega la baladita azucarada del álbum, que por no llegar al nivel de emisión de la antes mencionada I want to know what love is, aún soy capaz de escuchar, pero que no me provoca ni frío ni calor. Por suerte, el inicio de la siguiente Counting every minute ya nos indica que Jones se ha sacudido la tontería de encima y se ha apretado los machos a la hora de crear un riff sobre el que construir un tema rockero y enérgico con el que finaliza la primera cara del vinilo. 


La cara B se inicia con la canción que da título al disco, otro temazo con efectos de sonido, sintetizadores, guitarrazos, coros y un ritmo endiablado liderado por la batería y el bajo de Elliott y Wallis, sobre los que Gramm hace su magia. Sobreproducción ochentera a tope... but I like it! The beat of my heart se inicia con una guitarra española a cargo de Hugh McKracken que sirve de introducción a otro temazo –de mis favoritos del disco, si es que no lo son todos– en el que el tándem Gramm/Jones lo vuelve a petar. Es de los que también justifican la compra del álbum. Y Face to face es más de lo mismo, otro TE-MA-ZO con la fabulosa voz de Gramm, esas melodías compuestas por Jones, sus guitarrazos y capas de sintetizadores junto a esa alucinante base rítmica. Lo sé, no es thrash, ni siquiera es metal... pero yo no puedo dejar de hacer headbanging. Out of the blue es un medio tiempo majestusoso que firman los cuatro componentes de la banda y que me recuerda horrores al Angel de Tyler y Child (¿quién fue la gallina, quién el huevo?). Y el álbum termina con A night to remember, un hard rock enérgico, alegre y desenfadado, un digno fin de fiesta para un magnífico elepé que ¡mecagüentó! he tenido que ser yo quien os presente porque nadie excepto el menda se ha dignado a hablar de estos tipos. 


En fin, que Foreigner molaban un huevo –hay que decirlo más– pese a cosas como I want to know what love is. Así que poneos cualquiera de sus elepés o unos cuantos de ellos y disfrutadlos el fin de semana. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla









Comentarios

  1. Una banda imprescindible. Al menos los discos con Lou Gramm. No rescato este álbum desde hace mucho; en realidad no rescato ninguno. Tengo una recopilación completa que da vueltas con relativa frecuencia y con eso me conformo. Así que buen momento para repasar este y los demás álbumes al completo. Un abrazo ochentero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tira de espoty y móntate un finde Foreigner a tope. Eso sí, como dices, sólo de la época gloriosa con Gramm. Abrazo (tardo)ochentero.

      Eliminar
    2. Hecho el repaso, creo que este ha sido el que menos me ha gustado. Aun así, menuda colección se marcaron estos tipos.

      Eliminar
  2. Yo tengo el Say you Will en formato CD single (sí de esos pequeños. Incluso en algún reproductor había que poner un adaptador). Me molaba un huevo.
    El 4 también lo pillé en CD.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo los dos primeros en CD. El resto en vinilo... excepto el innombrable. Aunque supongo que un día caerá si lo veo a buen precio y en buen estado en alguna feria vinílica. Saludos.

      Eliminar
    2. Pues al revés. En mi casa estaban los dos primeros vinilos. Se los llevó mi hermano mayor, sniff. Del tema que usted me habla, mi otro hermano tenía el 45rpm.

      Eliminar
  3. Nada que añadir a lo dicho, gran banda de la que no tengo ningún vinilo, y a estas alturas ya no creo, tiro de youtube y spotify. Gran entrada King. Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...