Ir al contenido principal

Mad Max – Night of passion (1987)


Amigos, en los años 80 no existía internet. De hecho, en nuestro país no existían ni programas de televisión ni casi programas de radio en los que los amantes del hard rock pudiésemos disfrutar de nuestra pasión. Los jebis –lo de metalheads es de nuevo cuño- teníamos que recoger las migajas que con cuentagotas se nos daban desde programas en los que cabían desde Patrick Hernández a Barricada y en los que de tanto en tanto aparecía algún vídeoclip o actuación interesante. Sin embargo, había –raras- excepciones, sobre todo en la radio. En ese aspecto, recuerdo los programas de Radio 3 presentados por Carlos Pina –el cantante de Panzer- o las tardes de sábado con Jordi Tardá en Catalunya Radio, contenedores dedicados al Rock en toda su amplitud donde se podía escuchar desde Springsteen a Bryan Adams, pasando por Accept o Dokken. Pero si de un programa radiofónico guardo un mejor recuerdo por dedicarse exclusivamente al heavy rock, ese es La emisión pirata, que en los años 90 conducía Juan Pablo El Pirata Ordúñez en la Cadena 100. Todo esto os lo cuento porque precisamente este último programa se iniciaba con el Fox on the run de The sweet de fondo, aunque no en su versión original sino en la de los alemanes Mad Max. Y ahora, gracias a Rockodium Records –que todo indica que se está convirtiendo en el dealer musical de varios de los colaboradores de este blog- he podido acceder al álbum en el que aparecía el mencionado tema. 

Así pues, el mismo año en el que un chico de Cleveland trabajaba en los Right Track studios y tocaba los teclados en una banda de synth pop -ver colaboración en ZRS de este viernes-, unos muchachos de la población universitaria alemana de Münster –por cierto, yo he paseado por sus calles bajo la lluvia y he comido en su mercado un típico tazón de Erbsensuppe mit Bockwurst- editaban su cuarto elepé, último antes de un parón que duraría doce años. El álbum era este Night of passion que hoy os presento, un disco producido por Dirk Steffens –el mismo de I’m a rebel y Breaker, de Accept- con la ayuda de un desconocido Karl Trapp, acaso un descendiente de los conocidos Von Trapp de los que se habla en Sonrisas y lágrimas. Bromas aparte, el disco era una apuesta –que salió mal- de RoadRunner records, que pese a grabarlo en un humilde Karo music studio de Münster, fue mezclado en los prestigiosos Morrisound studios de Tampa. Claro que, con una portada horrorosa que parecía una contraportada –y de las malas-, poco podían esperar en un mercado en el que las bandas de segunda división se lo tenían que currar mucho para despuntar. La formación que grabó este Night of passion la componían Michael Voss a las voces y guitarra, Jürgen Breforth a las guitarras y coros, Roland Bergmann al bajo y coros y Axel Kruse a la batería y coros, con algunas claboraciones como las de Angel Schleifer o Joshua Perahia a las guitarras. 


El track list del vinilo era: 

A 
Burning the stage 
Wait for the night 
R.I.P. 
Dive through the sky 
Wild and seventeen 

B 
Hearts on fire 
Love loaded 
Night of passion 
Starcrossed lovers 
Fox on the run 

Total amigos, una más de esas bandas que en su momento no me llamaban la atención lo más mínimo y que ahora, al evocarme un sonido ligado a una época que recuerdo con cariño, soy capaz de degustar sin complejos. No es un álbum redondo, pero tiene temas que no están mal. Os acompaño una selección de los mismos que incluye esa Fox on the run de la que os he hablado al principio. Digamos que de The sweet me gusta muchísimo más Action, pero es escuchar esta de Mad Max y parecerme que El Pirata me va a dar las buenas noches. Nostalgia pura. 







¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Ni por asomo hubiese podido averiguar de quienes se trataban ayer por twitter!!. Yo también escuchaba El Pirata, una cita obligada para escuchar clásicos y descubrir nuevos grupos. Me compré incluso los cassettes que editaron de la Emisión Pirata, donde salía este genial Fox On The Run...que hoy me he entarado, por su entrada, que eran estos MadMax (por un momento he creido que comentaria la banda sonora de la película!!).

    ResponderEliminar
  2. Ya ve la de cosas que vamos aprendiendo en este blog los unos de los otros. Precisamente ahora estoy escuchado a "sus" Dogs, aunque estilísticamente están algo alejados de mis gustos.

    ResponderEliminar
  3. ¡Así que fue usted quien me robó el vinilo del Rockodium! Ha hilado la entrada muy bien, enhorabuena, me ha gustado mucho. El vinilo, un clásico, más por lo emocional, que yo también escuchaba al pirata.

    ResponderEliminar
  4. Magistral la entrada... y un final de traca..entrada de nivel 10 (gracias por la mención :)))))

    ResponderEliminar
  5. Gran entrada King. Al igual que el resto de compañeros conozco a esta banda por el recopilatorio del Pirata II en CD, el primero de grupos patrios anda por casa y seguramente lo traiga pronto al blog, y por supuesto escuché al piri, y aún lo hago por las mañanas al ir al curro en RockFM, aunque con otro formato de programa de los que solía hacer. Saludos a todos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Pantera - Vulgar display of power (ATCO, 1992)

  Darrell Lance Abbot, alias Dimebag, antes Diamond, y Vincent Paul Abbott, conocido como Vinnie Paul, son famosos en el mundo de la música por formar parte de Pantera . A los catorce años Vinnie comenzó a tocar la batería; su hermano, dos años menor, intentó emularle, pero el bueno de Vinnie no le dejaba tocar su instrumento, así que Darrell se agenció una guitarra. Se pintaba como Ace Frehley y hacía poses delante del espejo. Unos meses más tarde, los dos tocaron su primera canción juntos: Smoke on the water. Y desde entonces permanecieron unidos en lo personal y en lo musical. A principios de los ochenta formaron Pantera (Vinnie, 17 años, Dimebag, 15). Su padre, Jerry Abbot, músico country y compositor, quien tenía un estudio, les produjo sus primeros cuatro discos y les hizo de manager hasta que firmaron con Atco Records. En esos años, grabaron tres discos de glam metal (algo más metal que glam): Metal magic (83), Projects in the jungle (84) y I am the night (85) con el cantante

Lex Lüger - Creepshow (The Fish Factory, 2024)

       El vampiro ha vuelto. Lex Lüger está de regreso y vuelve con su flamante nuevo disco,“Creepshow”.   Para este disco, Lex Lüger se inspira en las dos primeras películas de “ Creepshow” , que visual y conceptualmente eran un homenaje a los cómics de terror de los años 50. Películas que son auténticos clásicos del cine fantástico y de terror y cintas VHS que no podían faltar en aquellos maravillosos videoclubs de los 80. La idea de Lex Lüger es crear una banda sonora de las películas, donde cada canción narra y da vida a cada uno de los capítulos. Lex vuelve a encargarse de la voz, las guitarras, las programaciones y las letras, pero esta vez no viene solo. Le acompaña Bloody Lycia como aliada nocturna, pareja, bajista, corista y participante activa en las letras. También ha sido una pieza clave Damasius Venys (cantante de Future Lied to Us y Mental Exile ) ayudando a componer y desarrollar el trabajo del synth a lo largo del disco y el resultado es acojonante. Se nota una gr

Ramones - Ramones (Sire Records, 1976)

  Hace varias semanas, J.F León lanzo la siguiente pregunta en Twitter: “¿Son los Ramones una de las mejores bandas de la historia?”. Mi respuesta fue clara: “Para mí lo son, y además creo que son una de las bandas más influyentes de todos los tiempos”. Claro, no existe un medidor de “influencia” basado en datos objetivos. ¿Cuantas bandas se han creado gracias a los Ramones? ¿Cuánta de su música está integrada ya de manera natural en el conjunto de la música popular occidental? No solo en lo musical, sino que estéticamente también han calado en el imaginario popular. ¿Cuantos músicos imitan su imagen y su actitud? Es imposible responder. No se puede medir. Su influencia es incalculable. Lo que se puede afirmar con rotundidad es que hay “trazas” de los Ramones en gran cantidad de la música rock realizada desde finales de los 70. No solo eso. Su estilo trasciende un género musical. No son un grupo punk, ni punk-rock. Son los Ramones. Cuando se describe un tipo de música como “ramoniana

Deep Purple – Perfect strangers (Polydor, 1984)

Se dice rápido –y con cierto vértigo para algunos de nosotros– pero sí, el Perfect strangers es otro de esos discos que este año cumplen su cuadragésimo aniversario. Casi nada. En esa época yo ya conocía a Blackmore y sus Rainbow pero de Deep Purple sólo me había comprado un recopilatorio (comentado aquí ), aunque un compañero de clase me había dejado tiempo atrás el Made in Japan . Ah amigos, pero entonces cayó este disco en mis manos, el que suponía la reunión de la formación más clásica de la banda, la mítica Mark II . Recuerdo que me sonó a unos Rainbow más épicos y me alucinó tanto que cuando pasaron por Barcelona en su gira de presentación y regreso a los escenarios no paré hasta que en casa me dejaron ir al concierto. Fue mi primer concierto por lo que, además de considerar al disco una pasada, le tengo especial cariño a ese lanzamiento.    El origen del reencuentro se ubica en

Only Child - Only Child (Rampage, 1988)

  Y tras unas semanas de entregas más o menos conocidas y vistosas, hoy vuelvo a compartir uno de esos discos de mi basurilla musical hardroquera. Aunque, quizá, este sea uno de los más populares de todos (no lo conoce nadie, Rocko, calla, cómo no lo van a conocer). Only Child es el nombre de una efímera banda que formó el cantante, guitarrista, compositor, productor y, según su página web, “one of the top AOR musicians of all time” Paul Sabu. Cómo te quedas. Paul nació en una familia de artistas del celuloide: su padre, Sabu Dastagir, un (casi) famoso actor de origen indio que forma parte del Hollywood Walk of Fame, falleció cuando Paul tenía apenas tres años; su madre fue una (semi) desconocida actriz llamada Marilyn Cooper que desarrolló su carrera en el cine y en Broadway, siendo su mayor éxito el papel de Rosalia en la performance original de West Side Story (1959).  Quizá este mundillo le animó a tocar el piano, la guitarra y cantar con una precocidad sorprendente. Aún siendo un