Ir al contenido principal

Loudness - Lightning strikes - (ATCO 1986)


Una de las bandas japonesas que consiguió cierto reconocimiento de público y crítica en los Estados Unidos en los ochenta. Sexto álbum de los japoneses Loudness, apareció en el verano de 1986 y consiguió permanecer hasta bien entrado el otoño en las listas de ventas yanquis. Producido por Max Norman en los Sedic y One Studios de Tokyo entre diciembre del 85 y febrero del 86; las mezclas se hicieron en Nueva York y de la masterización se encargó el mismísimo Bob Ludwig. La banda estaba formada por Akira Takasaki a las guitarras, Minoru Niihara a la voz, Masayoshi Yamashita al bajo y el batería Munetaka Higuchi.



Contiene estupendos temas de heavy ochentero como Ashes in the sky (Shadows of war en Japón), Black star oblivion o Face to face, junto a acercamientos comerciales como el single Let it go o ComplicationEl vinilo tiene una portada y una contraportada tan feas como atractivas para un metalero de la época, puro revival esta entrada, y dignas de la música que contienen.


Disfrutad de algunos temas de este excelente disco que nunca aparece en las listas de clásicos pero que está a la altura de la mayoría de ellos.

Buen fin de semana.
















Comentarios

  1. Otro de los vinilos de mi colección, y una gran banda. Los Loudness de los 80 son hard rock del clásico. Muy buenos!
    Si recuerda, la otra entrada dedicada a esta banda es de un servidor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde que repetí vinilo, siempre compruebo las entradas anteriores. Lo vi. Pero no podía esperar menos de un tipo que aúna el heavy&hard con la pasión por la cultura japonesa.

      Eliminar
    2. ¿Pasión por lo japonés?, ¿usted o yo?, porque ya sabe -y si no, se lo digo- que he estado allí dos veces y estudié en la UB dos cursos de nihongo. También me dio por leer a Kenzaburo Oé, visitar exposiciones de arte japo... casi me compré un Cívic, pero acabé con un Astra GSi. Aún llevo en el coche un amuleto japonés de un templo dedicado a los conductores, algo así como un San Crístobal nipón. ;))

      Eliminar
    3. ¡A usted me refería hombre! Le sigo el suficiente tiempo para conocerle algo... Ahora, lo del amuleto japonés me lo tiene que fotografiar, por favor.

      Eliminar
  2. Vaya par de japos ... El Akira un crack infravalorado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

Varios - Rock Del Manzanares. Visca El Rollo Vol. 2 (Chapa Discos, 1978)

Si no conocéis el significado de la palabra “tronco”, “pasota”, o no sabéis lo que es ser un “enrollao”, quiere decir que sois insultantemente jóvenes. No solo la generaci ó n "Z"  tiene su propio lenguaje. Cada generación ha tenido también una manera de expresarse, y hoy nos acercamos con este disco a finales de los años 70. Una época marcada musicalmente en España por una corriente que se denominó “Rock Urbano”. Aunque, como con cualquier tipo de etiqueta, nos podemos encontrar dentro de este saco grupos de muy distinta índole o con diferentes influencias, por lo general compartían una estética (musical y visual) muy particular, y sobre todo, una actitud vital marcada por las circunstancias sociales de la España de finales de los 70. Como con cualquier etiqueta que se otorga a un movimiento musical, donde muchas veces el mero hecho de nacer en una determinada época o cuidad te hace merecedor de esta etiqueta, se pueden encontrar dentro de este saco una mezcla de estilos q

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.

Storm – Storm (Capitol records, 1983)

Pues nada, ya estoy aquí con un nuevo caso de compra a ciegas.    Lo primero que me llamó la atención del disco fue la colorida y enérgica portada de Gary Ruddell –autor también de la del Battle hymns de Manowar según supe luego–, con lo que parece un avión de combate rompiendo los cristales de una casa, destrozando el tendido eléctrico y haciendo volar las hojas de los árboles con su vuelo rasante. O sea, portada molona, años 80 y melenudos en la contraportada con el añadido de frontwoman liderando el cotarro... Y lo segundo que me llamó la atención es que se trataba de una edición venezolana. No recuerdo tener ninguna de ese país en mi colección, así que se trataba de otro punto a favor. ¿Cuánto es, amable vendedor de vinilos mallorquín? Pues, por nueve euritos, a la saca. Y así es como ha llegado a casa un nuevo plástico con el que me dispongo a escribir esta reseña en modo unboxing total. Vais a