Ir al contenido principal

Mary Hopkin – Canta en español Qué tiempo tan feliz (Apple records-Hispavox – 1968)


Pues sí, como es habitual, hoy toca presentaros un nuevo siete pulgadas de la serie “Los singles de mami” aunque los lectores del blog que no disfruten especialmente con estas entradas a la memoria de mi madre celebrarán que dicha serie esté próxima a su fin. Como podéis ver, este viernes está dedicado a la galesa Mary Hopkin –una de las primeras artistas en fichar por Apple records, el sello discográfico de The Beatles– y a su pelotazo internacional Those were the days, concretamente una versión en castellano que en nuestro país se tituló Qué tiempo tan feliz. Fue número uno en el UK singles chart, número 2 en el US Billboard hot 100 y llegó a vender la friolera de 8 millones de copias convirtiendo a Mary en una estrella. Claro que por aquel entonces se omitió un pequeño detalle sin importancia, apenas una minucia: el tema era un plagio. 
 
La galesa había tomado clases de canto en su infancia y había comenzado una carrera como cantante folk, lo que la llevó a ganar un concurso de la televisión que llamó la atención de la modelo Twiggy –todo un icono de la moda de los 60–, quien se la recomendó a Paul McCartney. A este le gustó tanto que la fichó para el recién creado sello Apple records y la hizo debutar con Those were the days, una canción que ya habían grabado los Limeliters en Estados Unidos e incluso la inglesa Sandie Shaw. Pero a Paul le gustaba tanto la canción que la produjo con Mary a las voces, con arreglos de Richard Anthony Hewson, un productor, director y multiinstrumentista de Stockton-on-Tees. 
 

Y como ya os avancé en mi entrada dedicada al turco Erol Büyükburç (aquí), el tema era en realidad una vieja canción rusa titulada Dorogai Dinnoyu del compositor de San Petersburgo Boris Ivanovich Fomin. En los Estados Unidos, un músico del Bronx llamado Eugene Raskin y su esposa Francesca se dedicaban a tocar canciones folk por los clubes de Greenwich Village y una de las tonadas de su repertorio que seguramente habían escuchado de boca de inmigrantes rusos era dicha canción. A Raskin le gustaba tanto que le puso letra en inglés y la registró junto con la música a su nombre. Resulta que los Raskin también hacían bolos por Londres y así es como el tema llegó a oídos de McCartney. Y bueno, aunque era un plagio en toda regla, a McCartney le gustaba, el origen de la canción era ruso –los enemigos de occidente– y su autor hacía más de una década que estaba muerto, es decir ¿a quién podía importarle todo eso? 
 
Total, que la canción interpretada por Mary Hopkin fue un éxito en medio mundo y llegó a España en versión en castellano –por aquella época era habitual que los grandes éxitos internacionales tuviesen su versión en castellano cantada por los propios artistas, a ver si os creéis que lo que hizo David Lee Roth con su Eat’em and smile fue innovador– con traducción de José Carreras (nada que ver con el tenor barcelonés), un arreglista especializado en estas cosas. 
 
Así, en la cara A del single que os presento hoy encontramos Qué tiempo tan feliz y en la cara B la versión de Turn, turn, turn, un tema del músico folk neoyorquino Peter Seeger
 

La verdad es que la cancioncilla es un mojón que nunca hubiese formado parte de mis registros musicales de no ser porque en casa sonaba bastante y su sonido me trae recuerdos de la infancia, de mi madre joven tarareando y de momentos de una existencia que siento demasiado lejana. Es la vida, amigos. En cuanto a la cara B, lo cierto es que asocio esta canción más a The Byrds que a Mary Hopkin. Quizás por eso, aunque no sea el tipo de música que más me guste, me resulta muy agradable y familiar la versión de los californianos y totalmente ajena la de la galesa. Será que mi madre nunca ponía la cara B en casa. 
 




Y poco más hay que decir. En 1970 Mary participó en el Festival de Eurovisión, quedando en segundo lugar y al año siguiente se casó con Tony Visconti, afamado productor cuyo nombre está ligado a artistas como T-Rex, David Bowie o Thin Lizzy. Pero todo eso nada tiene ya que ver con el single que he heredado de mi madre y que hoy os he presentado. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Yo soy de los que lamentará el final de esta serie homenaje. Me encanta. No por lo musical, aunque estoy abriendo mi abanico sonoro, qué remedio. Más bien por lo emocional del hecho. Espero tardar mucho en heredar los vinilos de mi madre, pero ya empatizo contigo cuando estas canciones te recuerdan a la tuya tarareando por casa en tu infancia. Hay algunas que tengo pegadas ahí también, que era mi madre poco cantarina pero de vez en cuando le daba a la copla o a la Pantoja o a la Dúrcal. ¡Espero que puedas solucionar los problemas con el blog y contestar por aquí! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Aquí otro fan de la serie "los singles de mami". Siempre interesante conocer el origen de algunas de esas canciones que todos hemos oído alguna vez, y cuya historia es casi más interesante que la propia canción. Para la cara B, me quedo con la de los Byrds, por supuesto. Buena entrada, como siempre. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. He disfrutado la historia de la canción mientras la escuchaba. No conocía a Mary Hopkin aunque si que había escuchado este tema en diferentes versiones. Y la verdad es que el tema tiene muchos elementos en la melodía que dan una pista de su origen ruso que tan bien has explicado (no sé por qué hasta ahora pensaba que esta canción tenía origen francés, supongo que por la melodía del principio).
    Entrada con muchas conexiones con otros músicos y muy entretenida, como siempre.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  4. Pues echaremos de menos las entradas de singles, no te creas. Canción conocida por todos en distintas versiones jeje. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...