Ir al contenido principal

Micky y Los Tonys – Canciones de la película “Megatón Ye-Ye” (Novola-1965)


Los que tengáis una edad seguramente conoceréis al cantante Micky also known as Miguel Carreño– porque en 1977 participó con Enséñame a cantar en la edición vigésimo segunda del Festival de Eurovisión que se celebró en Londres y en donde quedó en noveno lugar. Sin embargo, años antes de iniciar una carrera en solitario, el artista formó parte del grupo de rock Micky y Los Tonys. Y sí, por si aún no os habíais dado cuenta, esta es una nueva entrada de mi serie “los singles de mami”. 
 

Los inicios de la banda se encuentran cinco años antes del lanzamiento de este vinilo, cuando el joven guitarrista Antonio del Corral crea una banda a la que da su nombre, Los Tony’s. La formación se completa con Fernando Argenta a la guitarra, Enrique Modolell a la batería –ambos ya fallecidos–, Juan Fuster al bajo, y un tal Toñín a las voces. Pero en una actuación en el colegio Santiago Apostol de Madrid –en aquella época, los grupos juveniles tocaban en colegios con asiduidad– conocen a un joven cantante con carisma y desparpajo que había pasado su infancia en Bélgica y Jordania, por lo que además no tenía ningún problema en cantar en francés o inglés. Se llamaba Miguel Carreño y no tardó en convertirse en el vocalista de la banda. Y así es como Los Tonys –quitaron el apóstrofe del nombre– se hicieron profesionales, actuaron en el circuito de hoteles, cines y bares de la capital, incluyendo la base de Torrejón de Ardoz que tanto ayudó e influyó en la formación de grupos de pop rock españoles de los años 60. En el año 1962 se les incluye en el mítico I Festival del Price y pese a que se habían hecho un nombre en el selecto grupo de bandas capitalinas, todavía no habían llamado la atención de ninguna discográfica. No sería hasta el año siguiente cuando, a raíz de tocar en un festival de conjuntos madrileños y catalanes organizado en Barcelona por la tienda de instrumentos Alberdi, son fichados por Zafiro, que les edita un par de EPs antes de que el grupo cambie su nombre al definitivo Micky y los Tonys con el que alcanzan la fama con un estilo muy internacional. Eso nos lleva hasta 1965, cuando el realizador vasco Jesús Yagüe –autor de títulos tan trasnochados hoy en día como La mujer es cosa de hombres o Más fina que las gallinas– estrena Megatón Ye-Ye, una película que mezcla un argumento romántico con la historia de Micky y Los Tonys. Considerada la primera cinta musical juvenil española, llegó a proyectarse en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. 
 

Sin embargo, lo importante para este blog no es la película, sino el álbum que se editó con su música y el consiguiente EP, del que tengo una copia promocional (ya sabéis, esas que tienen prohibida su venta, de las que todos hemos adquirido alguna o varias en nuestra vida y que ignoro cómo llegó a manos de mi madre). 
 
Así, con portada de Julio Wizuete, el track list del minivinilo que hoy os presento era: 
 
A 
Pretty baby 
Tú serás muy feliz 
 
B 
Estoy cansado (I am over) 
Un bel amour 
 
La primera canción es Pretty baby, un tema cantado en inglés, muy rockero, beatleniano en las melodías vocales y stoniano en las guitarras. Le sigue Tú serás muy feliz, un medio tiempo de sonido muy británico que demuestra que el grupo no era otro conjunto de poprock hispano al uso. En la cara B, siguiendo el mismo estilo, encontramos Estoy cansado (I am over), otro tema cantado en inglés, con más ritmo y alegría que los de la cara anterior. Y la última tonada es una baladita en francés, muy indicada para esos momentos más intimistas en los guateques juveniles sesenteros. Definitivamente, Micky y Los Tonys no sonaban como un grupo español intentando asimilar y emular sonidos extranjeros, sino como un grupo que bien podía ser de Liverpool o Bruselas. 
 




En fin, otro exponente de música de los 60 que –aunque no sea el estilo musical que más me llene– en esta ocasión me ha sorprendido agradablemente, perteneció a mi madre y me hace mucha ilusión conservar como recuerdo de una parte de su vida que no compartí y en la que, mirad por dónde, fue mucho antes que yo una amante de la música y los vinilos. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Uno de los grandes el Micky. Pues está muy bien. Si no te dicen que son españoles, te crees que el Pretty baby es de un grupo británico. Con bien dices, entremedias de los Beatles y los Stones, tamizados por los Kinks. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De tanto en tanto es un placer acertar con los gustos de los habituales. Pues sí, soy de los que -lo reconozco- la etapa madura de Micky me separó de su obra para siempre y he descubierto que en esta época primeriza el nivel era muy alto. En fin, sorpresas musicales que aún me da la vida. Un abrazo chaval. KING

      Eliminar
  2. Entretenida escucha y estupenda entrada. De vez en cuando no tengo nada apetecible que echarme a las orejas en el blog 😂😂. Sigue dando caña con estos magníficos recuerdos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucha caña, no es que aporten jajajaja... pero ya sabes, me ha parecido una buena manera de recordar a mi madre. Fíjate, era coleccionista de vinilos antes que yo. Creo que se los regalaban, por eso. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Ozzy Osbourne - Blizzard of Ozz (Jet records, 1980)

Hoy traigo al blog uno de los discos más importantes de la historia del hard’n’heavy de todos los tiempos, el inicio de la carrera en solitario de un mito, el gran John Michael Osbourne , conocido mundialmente como Ozzy . Y aunque las circunstancias que rodearon al artista en ese momento vital son harto conocidas y se puede encontrar por la red información en abundancia, (creo que) no está de más que haga un pequeño resumen muy condensado en esta entrada.    Estamos en 1970, Black Sabbath han editado su primer disco y el infame manager Don Arden se ofrece para llevar la carrera del grupo. Ozzy Osbourne , el cantante de la banda, tiene 22 años y en las oficinas de Arden conoce a la hija de este, Sharon , de 18. Ellos aún no lo saben pero en unos años la joven se convertirá en una figura imprescindible para el alocado vocalista.    El tiempo pasa y los Sabbath con...

Liar - Set the world on fire (Bearsville Records, 1978)

  Hoy os voy a contar la pequeña historia de una pequeña banda que pudo reinar hace muchos, muchos años en un reino junto al mar, pero que acabó siendo tan conocida como cualquier otra banda de null-hit-wonder. Aunque, en su caso, los malvados genios de la industria musical deben recibir la culpa de su fracaso y olvido, pues su música está a la altura de la leyenda que quisieron alcanzar. Liar se formó en una pequeña ciudad inglesa llamada Maidenhead comandada por el jovencísimo bajista Dave Taylor. Corría el año 75 y el picor roquero gemía por sus venas. Con el baterista Clive Brooks, el guitarrista Paul Travis y Dave Burton a la voz grabaron un iniciático Straight from the hip dos años después. Tras el fichaje de Steve Mann se embarcaron en una intensa gira con Slade por Europa que completaron con un curioso periplo de tres semanas por la Hungría comunista de la mano de Piramis (banda local). De vuelta a casa, su mánager les consiguió un contrato con la pequeña Bearsville Rec...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Ghost – Skeletá (Loma Vista, 2025)

Debo deciros que Ghost son la única banda actual –es decir, nacida bien entrado el siglo XXI y aún en activo– de la que me compro casi todos los álbumes que edita. La satisfacción que me transmiten su sonido, melodías y concepto se mantiene con cada obra y opino que con cada nuevo lanzamiento han superado al anterior. Hasta ahora... o quizás también. Me explico. Cuando escuché este Skeletá por primera vez no tuve la sensación habitual de que la banda había escalado un peldaño más en calidad desde el disco anterior. Es lo malo de acostumbrarse a recibir dosis cada vez mas altas de genialidad y creatividad. Sin embargo, cada vez me gusta más, es uno de esos discos no tan inmediatos que ganan con cada escucha. Y es que las composiciones de Tobias Forge están llenas de matices diversos y pese a que los puristas del metal acusan a la banda de ser poco menos que ABBA con máscaras, lo que es innegable es que las raíc...

Sumerlands – Dreamkiller (2022)

El segundo disco de Sumerlands, Dreamkiller , es una reafirmación de principios: heavy metal melódico, con raíces en los años ochenta, pero producido y ejecutado con herramientas actuales. No es un ejercicio de nostalgia, sino una relectura sobria y bien enfocada de una fórmula clásica. Con una duración de apenas 31 minutos, el álbum va al grano, con composiciones cañeras, un sonido equilibrado y una ejecución limpia. La banda ha establecido una firma sonora reconocible en los últimos años y aquí continúa con ese enfoque: guitarras con presencia, sin adornos y sin eclipsar al resto de los elementos. El cambio más notable respecto al debut de 2016 es la incorporación de Brendan Radigan como vocalista. Su desempeño es sólido y contiene un timbre adecuado para este estilo. Radigan no intenta deslumbrar, sino integrarse al conjunto, y lo logra con solvencia. Su fraseo es preciso, su dinámica vocal clara, y sabe cuándo sostener una línea y cuándo dejar que la instrumentación respire. ...