Si la memoria no me falla, creo que me enamoré conscientemente de la voz de Stephanie Lynn Nicks escuchándola cantar Gypsy, tema aparecido en el álbum Mirage de los Fleetwood Mac que aún hoy me eriza el vello sin remedio después de tantos años cuando suena aquello de I have no fear, have only love. And if I was a child and the child was enough, enough for me to love, enough to love. Me dejó tan prendado que no tardé en comprarme The wild heart, su segundo disco en solitario al margen de la mencionada banda. Por desgracia, lo escuché tanto que acabó rayándose y me deshice de él. Sí, amigos, un error como tantos otros que he cometido a lo largo de mi vida. Con los años he adquirido algo más de conocimiento –no demasiado, no vayáis a creer– y he seguido adorando la voz de esta mujer, lo que me ha llevado a comprar vinilos como este Timespace: The best of Stevie Nicks que hoy traigo al blog.
Ya hemos comentado varios de nosotros –los de más edad– que en la época preinternet los recopilatorios eran una buena manera de conocer a un grupo y tener una selección de sus mejores o más conocidas canciones. En el caso de ser seguidores de una banda, bueno, estos lanzamientos no tenían cabida en casa ¿no? Pues nada más lejos de la realidad, ya que los inteligentes expertos en ventas de las discográficas se ocupaban de añadir algún tema nuevo –de mayor o menor calidad, dependiendo de la seriedad y honestidad del artista– para que los fans pasásemos por caja. Y ese es el caso del álbum que os presento. En efecto, como os he dicho, este Timespace: The best of Stevie Nicks es obviamente un Grandes Éxitos de la artista de Phoenix pero con dos nuevas canciones inéditas para obligarnos a aflojar la mosca, una compuesta por Jon Bon Jovi y otra por Bret Michaels, que intentaba alejarse de la imagen de sus primeros discos en Poison.
La lista de intérpretes de esta obra es de infarto y entre los habituales
de la banda, los músicos de sesión y las colaboraciones para este álbum en
particular podemos encontrar junto a la gran
Stevie Nicks a las voces con sus
inseparables damas de honor o escuderas
Lori Nicks y
Sharon Celani, a Don Henley y
Tom Petty que también meten
voces. En las guitarras encontramos también a
Don y
Tom además de
Mike Campbell, Steve Lukather, Les Dudek, Michael Landau, Waddy Wachtel, Rick Nowels, Jamie West-Oram y
Danny Kortchmar. A las cuatro cuerdas tenemos a
Randy Jackson, Bob Glaub, Howie Epstein, Mike Porcaro, Vail Johnson, Tony Levin y
Derek Murphy. Y a la batería están
Tico Torres, Steve Jordan, Russ Kunkel, Brad Smith, Andy Newmark, Denni Carmassi, Geoff Dugmore y
Jerry Marotta, sin olvidar a tipos como
Pat Schunk, que toca guitarra, bajo y teclados. Y hablando de teclados, órganos,
sintetizadores y pianos, la aportación en ese campo es de
Benmont Tench, Sandy Stewart, Robbie Buchanan, Roy Bittan, Jamie Sheriff, Bill Payne, Rick Nowels, Bill Cuomo y
Bruce Hornsby. Lo dicho, un elenco impresionante.
Así, con una portada de Paul Cox según diseño de Jimmy Wachtel, este recopilatorio se puso en las tiendas con el siguiente track list:
A
Sometimes it’s a bitch
Stop draggin’ my heart around
Whole lotta trouble
Talk to me
Stand back
Beauty and the beast
B
If anyone falls
Rooms on fire
Love’s a hard game to play
Edge of seventeen
Leather and lace
I can’t wait
Has anyone ever written anything for you
Se inicia el recopilatorio con
Sometimes it’s a bitch, una de las nuevas canciones –concretamente la escrita por Jon Bon Jovi–, con un regustillo a
Bruce Springsteen, un tema que en la voz de
Jon Bongiovi seguramente me
hubiese repateado pero que
Stevie sabe llevar a su terreno.
Le sigue
Stop draggin’ my heart around de
su debut en solitario Belladonna, una suerte de
country rock que grabó junto a
Tom Petty y sus
Heartbreakers y resulta más que
recomendable. Le sigue
Whole lotta trouble, un rock clásico con slide guitar y metales que apareció en su
The other side of the mirror y que no es del estilo que más me guste.
Talk to me es bastante
pastelosa, un radio hit de soft rock que apareció en
Rock a little, un álbum que se vio lastrado por las adicciones de
Stevie. Entonces llega la estupenda
Stand back de mi adorado
The wild heart. Esa voz, esos coros... me convierten en el
José Luis López Vázquez de
Atraco a las tres, por aquello de “un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo”. Y el cierre de la cara llega con otro temazo del mismo álbum, la
emocionante
Beauty and the beast con
Roy Bittan al piano arropando a
la diva. Soberbia.
La cara B comienza con otra maravilla, una If anyone falls que es otra de mis favoritas del disco. La preciosa Rooms on fire de The other side of the mirror no podía faltar en este Grandes Éxitos, con unas estupendas líneas de bajo y arreglos de guitarra española. Love’s a hard game to play es la otra novedad del álbum, compuesta por Bret Michaels a la que encuentro una atmósfera old western melancólica com puntos en comun con Something to believe in que grabó con Poison. Le sigue un gran clásico de la vocalista, Edge of seventeen, una belleza de canción y mi preferida de su Belladonna. También de su debut en solitario, aunque sin llegar para mi gusto al nivel de la anterior, llega la preciosa balada Leather and lace cantada junto a Don Henley. Y entonces le toca a I can’t wait del Rock a little, otro highlight del álbum, con sus arreglos hardroqueros –solo incluido– que me tuvo obsesionado duante meses. Y le pone fin al disco la intimista Has anyone ever written anything for you, que baja un poco el nivel pero invita a que uno se acurruque junto a Stevie para dormirse envuelto en la calidez de su voz.
En resumen, un buen recopilatorio que como edición no es nada del otro mundo –un package gatefold con profusión de fotos hubiese sido ya la refostia– pero que supone una notable selección de éxitos y contiene notas de cada tema a cargo de la gran Stevie Nicks, una de las grandes damas del rock norteamericano.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
No te voy a decir que adoro a esta diva porque no tengo el gusto. Pero soy yo, no ella. Escuchadas sus mejores canciones en plan grandes éxitos impacta, tanto por la voz como por los magníficos músicos que siempre la acompañaron. Por algo será. Pongo un "debe" en mis futuras escuchas y actualizo mi relación con la señora Nicks. Un abrazo.
ResponderEliminarLa voz de esta mujer tiene algo que me obsesiona. Todos los temas de Fleetwood Mac en los que canta son alucinantes. Y en su carrera en solitario, aunque no me gusten igual todos sus discos -alguno incluso se aleja demasiado de mis gustos-, esta recopilación me encanta. Sobre todo adoro ese The wild heart (te lo recomiendo de todas todas), en especial por el aporte de Sandy Stewart -autora de mis favoritas- y de un no acreditado Prince, en cuya Little red Corvette se más-que-inspiró Stevia para su estupenda Stand back. Feliz domingo.
EliminarLa historia de Stand Back y Prince es estupenda
ResponderEliminarA saber si es verdad o una manera de vestir un plagio con arreglo para las dos partes. Sea como sea, la historia es bonita, sí. Ganó Stevie, ganamos los que estamos enamorados de la canción y -por lo que he leído- ganó Prince.
EliminarPues qué te voy a decir… Que me encanta, claro, aunque estoy muy de acuerdo en que se podrían haber currado más la edición, pero en aquella época eso no se llevaba, es más de ahora, porque ahora o te hacen una edición “bonito” o no lo compra ni Perry. Sabes de mi debilidad por Stevie, sin tener un “vozarrón” de soprano tiene tanto carisma y encanto, y un tono tan especial y diferente que no le hace falta elevarse en octavas. Stevie es especial y la adoramos, y ya está. Es curioso que justo este viernes me llegarán a mí unas ediciones en vinilo de Stevie que van a acabar aquí, claro. ¡Un saludo!
ResponderEliminarEsa voz tiene un algo que enamora. Esperando las reseñas de los vinilos que comentas. Saludos y buena semana.
EliminarQué gran disco de grandes éxitos. No puedo aportar nada original a lo ya escrito por aquí de Nicks. Bueno, sí, que no me gustan mucho las dos nuevas que metieron. Pero da igual, es Stevie.
ResponderEliminarUn saludo.
Estoy de acuerdo contigo.
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