Vuelvo a la carga con Depeche Mode (hola, @Rockologia, 😝). En esta ocasión con uno de los álbumes que más controversia crean entre sus fans: a muchos nos encanta y otros dicen que fue el principio del fin de su declive, porque fue el primero que lanzaron sin Alan Wilder en la banda, algo que algunos no les han perdonado aún a los de Balsildon. Si bien es cierto que su ausencia se nota (y mucho) no deja de ser un trabajo magnífico, y, como otras grandes obras, fue creado en las peores circunstancias posibles, lo que podría haber dado como resultado una mierda como un piano o un gran disco. En mi opinión fue lo segundo. El 14 de abril de este año se cumplieron los 24 de su lanzamiento.
El proceso de grabación: el infierno
Entre 1995 y 1997, año en el que salió al mercado este disco, Depeche Mode como banda estaba en el filo de la navaja, de manera casi literal. Martin Gore tenía problemas con el alcohol desde hacía tiempo y Dave Gahan con las drogas, teniendo varios episodios que le pusieron entre la vida y la muerte hasta en tres ocasiones: primero fue un ataque al corazón en pleno concierto en 1993, durante la gira del disco anterior a “Ultra”, “Songs Of Faith And Devotion (SOFAD)” (1993). La segunda fue un intento de suicidio, cortándose las venas en la habitación de un hotel en 1995. Y la tercera y (casi) definitiva, una sobredosis de ‘speedball’ (mezcla de cocaína y heroína por vía intravenosa) en 1996. Se salvó de milagro. Ha contado que los médicos “tuvieron que hacerme el método de “Pulp Fiction”. De pronto oí que uno decía “lo hemos perdido”. Me levanté y dije: “¡y una leche!”. Sus compañeros no sabían cómo ayudarle a salir de aquello, se sentían impotentes y preocupados, tanto por la situación personal de su colega como por la del grupo, que se iba al garete.
Sus experiencias tan cercanas a la muerte inspiraron a Martin Gore para componer uno de los temas de “Ultra”, “Barrel Of a Gun” (y se sospecha que alguno más). Y es que realmente estuvo muy cerca de pasar la laguna Estigia. De hecho, no pudieron salir de gira una vez lanzado el disco: el estado de salud de Gahan era tan malo que no fue posible. Hicieron dos fiestas de presentación (The Ultra Parties), una en Los Ángeles y otra en Londres, donde tocaron cinco temas. Eso sí, una vez “limpio” jamás volvió a acercarse a las drogas y el alcohol (que se sepa). Aprendió bien la lección y tomó nota de que la vida solo da una oportunidad de salir de algo así.
Dave Gahan lo pasó muy mal durante las sesiones de grabación de "Ultra"
Con este panorama no es de extrañar que Wilder decidiera poner punto y final a su participación en la banda. Entre las adicciones de unos, la mala relación que mantenía con Andy Fletcher y que nunca se sintió lo suficientemente valorado en el grupo cuando sin duda era el que más formación musical tenía, plegó velas y les dijo ‘ahí os quedáis, majos’ el 1 de junio de 1995. En el comunicado que sacó explicando los motivos de su marcha dijo frases demoledoras, como “aunque la calidad musical ha mejorado, nuestra relación se ha deteriorado tanto que el fin no justifica los medios”. Boom.
Entonces decidieron explorar sonidos dentro del ámbito del rock alternativo, pero con una sensación mucho más oscura, suave y electrónica, algo diferente de lo que hubiera salido de haber estado Wilder con ellos. El productor Daniel Miller dijo “había espacio para otras personas una vez que se fue Alan”. Por eso “Ultra” es un disco lleno de referencias a la oscuridad, tanto en las letras como en la música.
Tras el éxito de SOFAD y su posterior gira, el viraje hacia esta oscuridad, teniendo en cuenta lo que les sucedió, por un lado fue una decepción para los fans que les conocieron por este disco y el anterior, el gran “Violator” (1990) pero no tanta para los que les seguían desde hacía más tiempo, solo hay que escuchar “Black Celebration” (1986) para comprobar que estos chicos si se ponen pueden ser pero que muy oscuros. Caer en el abismo es lo que tiene, y si eres un alma atormentada y sensible como Gore, te afecta y escribes canciones poco optimistas.
El proceso de grabación fue un verdadero infierno. Tardaron trece meses, cuando normalmente lo hubieran hecho en tres o cuatro, pero cuando por fin se metieron en el estudio para trabajar, se dieron cuenta de que no había manera: Martin estaba borracho prácticamente todo el día y toda la noche, Fletch (que también le daba al ‘alpiste’ a base de bien), estaba agotado tras la gira de SOFAD y los problemas internos. Y Dave… ¿dónde estaba Dave? Fue muy complicado contar con él: nunca le encontraban, y cuando lo hacían era imposible trabajar. Su voz y su estado de salud eran deplorables.
Consiguieron terminar el disco, pero fue muy complicado, a pesar de las sonrisas que se ven en esta foto de la época
Llegaron a plantearse sacar un EP con material de Gore y lanzarlo como su primer trabajo en solitario. El motivo de que haya más canciones que en otros discos cantadas por Martin o instrumentales es que Gahan estaba en tan malas condiciones que le costaba trabajo cantar. Grabar las voces de “Ultra” fue una auténtica odisea. Alguien les sugirió que buscaran otro cantante, pero, como dijo Fletch en una entrevista de la época “Depeche Mode son las canciones de Martin Gore cantadas por Dave Gahan. Si no, no es Depeche Mode”. Y cuando tiene la razón hay que dársela. Me parto las manos a aplaudir y celebro que no le echaran, a pesar de todo. También se lo decía a Dave su director musical Kerry Hopwood: “Estamos grabando este disco con canciones de Martin Gore, pero cuando cantas tú son de Depeche Mode. Hasta que no cantes es como si nada”.
Para profundizar sobre el proceso de composición y entresijos de este disco, hay un documental que titularon con ironía “Oh well, that's the end of the band... Depeche Mode 1995-1998” lanzado en 2007, y donde se entrevista a todos los responsables de él, incluido Alan Wilder, que habla sobre los motivos de su marcha. El título fue lo que pensó Gore cuando Wilder le comunicó que dejaba el grupo.
Las canciones
La cara A la abre un cañonazo —nunca mejor dicho—“Barrel Of A Gun”, que fue también el primer sencillo. Trata sobre el infierno que pasó Gahan con las drogas y sus experiencias cercanas a la muerte, de las que se hartó de hablar en la prensa en aquellos años, casi como si fuera una terapia. Es una canción rítmica, a ratos angustiosa, pero enorme, con una batería muy potente. Es uno de los elementos diferenciadores de este “Ultra” con respecto a otros trabajos: buscaron a distintos músicos para tocar instrumentos, en vez de sintetizarlos. Había que suplir a Wilder como fuera, y se les ocurrió que esto podría ser una buena idea. Acertaron.
La segunda es mi canción favorita del disco y una de las del grupo que tengo en mi top five personal, “The Love Thieves”. La ha interpretado en directo Martin Gore en solitario, pero el grupo no lo ha hecho nunca en ninguna gira, y esto no se lo voy a perdonar jamás en la vida. Es una canción triste que empieza con un ritmo que recuerda al latido de un corazón, que se mantiene como ‘leit motiv’ principal hasta aproximadamente la mitad, cuando parece que el ‘latido’ se acelera para dar paso a sonidos oscuros y tenebrosos que abren por fin a unos bonitos acordes de guitarra y por fin a la voz de Dave, que interpreta la letra atormentada de Gore, que en la estrofa canta: Love needs it's martyrs/Needs it's sacrifices/They live for your beauty/And pay for their vices. Dicen en el artículo de Wikipedia sobre esta canción algo con lo que estoy muy de acuerdo: “La letra es casi solo de amor, un lamento blues en un estilo un tanto tradicional, aunque curiosamente tiene mucho de crítica religiosa, o a Dios mismo, al hablar de los mártires del amor, como si fueran ellos un sacrificio para que otros puedan amar sin tribulaciones. En otras palabras, una de las letras más complejas y crueles de Martin Gore al presentar una suerte de fábula triste sobre las vicisitudes en el amor tras haberlo empeñado todo, enmarcando parte de la temática del disco sobre la percepción del amor”. El puente de guitarra al final es precioso, con un lamento a dos voces. Pelos como escarpias cada vez que la escucho, oigan. Maravillosa. Acaba con unas sencillas notas de teclado que le dan el toque final perfecto. Como dato curioso, formó parte de la BSO de la serie de televisión canadiense “La Femme Nikita” y era perfecta para ilustrar la relación tortuosa que mantienen los dos personajes protagonistas.
Sin dar respiro, comienza la que fue el tercer sencillo, “Home”, interpretada por su compositor, es otra de las canciones que se ‘sospecha’ que Gore escribió pensando en Gahan. Y es que ese “And I thank you/For bringing me here/For showing me home/For singing these tears/Finally/I've found/That I belong” es bastante elocuente. Yo no tengo dudas. Ese “volver a donde pertenezco” es una referencia a la vuelta a la vida, a la música, al lugar que le pertenece por derecho tras su paso por el infierno. Por no hablar del “for singing these tears” (cantar estas lágrimas). Es preciosa y emociona.
A continuación viene otro temazo, el segundo sencillo y una de las que no faltan nunca en directo. Es otra de mis favoritas del disco, un escalofrío desde la primera nota hasta el final. Y una letra muy… Bueno, la dejo, y me decís qué os sugiere:
I'm going to take my time (me voy a tomar mi tiempo)
I have all the time in the world (tengo todo el tiempo del mundo)
To make you mine (para hacerte mía)
It is written in the stars above (está escrito en las estrellas del firmamento)
The gods decree (Los dioses decretaron)
You'll be right here by my side (que estarás conmigo)
Right next to me (bien cerca de mí)
You can run but you cannot hide (Puedes correr, pero no esconderte)
Tuvo dos vídeos, el oficial, donde se les ve como si actuaran en un local de mala muerte, vestidos de una forma ridícula, en el que salen el productor y el mismísimo Anton Corbijn; y el que proyectaban en las giras, donde se ve a Gahan en un café parisino con una camarera. Después se les unen Gore y Fletch a intentar robarle a la chica. Je.
“Uselink” es una canción instrumental, que recuerda al “Violator” y hace de perfecto enlace con “Useless”, el cuarto sencillo (solo en Europa), que empieza cañera, con batería y una melodía que sube de intensidad en mitad de la canción, cuando ya piensas que se acaba y no, te meten ese puente final intenso e increíble, que vuelve a suavizarse con la voz de terciopelo de Gahan para terminar con una mezcla de todo. Una locura total.
La cara B arranca con otra de las que ponen los pelos como escarpias, “Sister Of Night” Cuentan en el documental que Gahan estaba tan mal cuando hizo las voces de este tema que tardaron una semana en grabarlas, pensaron que no podría hacerlo. Al mezclar voces y música tuvieron que editar la voz, casi sílaba por sílaba, pero en la adversidad quedó precioso, acompañado de la tremenda batería. Es un tema suave y que también suena algo a “Violator” (concretamente, a mí me recuerda bastante a “Waiting For The Night”).
“Jazz Thieves” es otra instrumental, oscura y tenebrosa, con suspense, no se sabe cómo acabará y te mantiene en ascuas hasta el final. “Freestate” empieza suave y calmada, pero sube de intensidad al final con una bonita guitarra. “The Bottom Line” comienza misteriosa e inquietante, con voz de Martin Gore, y a mí me recuerda a la época pre “Music For The Masses” en algunas cosas, pero con el toque electrónico y característico de “Violator”. El álbum finaliza con “Insight”, de nuevo con Dave a las voces, y tan oscura y misteriosa como la anterior. Sorprende el estribillo que da paso al final, coge ritmo y fuerza según va terminando, algo que les ocurre a varias de las canciones de este “Ultra”.
El título
Sobre el título del álbum, Martin Gore explicó en una entrevista de 1997 que “El título, “Ultra”, realmente encaja con nuestra nueva formación. Perdimos un miembro en el camino y ahora es la nueva versión mejorada y reducida. Creo que es un título genial y positivo”. Un festival de música electrónica, el Ultra Music Festival (UMF) tomó su nombre de este disco en 1999.
La portada y el diseño de arte
El diseño de la portada y la edición estuvieron, de nuevo, a cargo de Anton Corbijn, que ya no les abandonó nunca, así como la dirección e idea de todos los videoclips que se grabaron. Los tonos morados y oscuros enmarcan el título del álbum y el nombre del grupo arriba a la izquierda. La contraportada muestra a los tres miembros que se quedaron, de izquierda a derecha Fletch, Gahan y Gore en una foto desenfocada e inquietante.
Portada y contraportada
El diseño interior tiene la carpeta con las letras y créditos en negro sobre blanco y en la parte trasera, la foto de una mano abierta con las uñas pintadas de negro (típico de Gore) con la “U” sobrepuesta. Una preciosa dirección artística, como siempre, el holandés no defrauda, al igual que los vídeos, que son geniales, especialmente el de “Barrel Of A Gun”.
Funda interior
Mi edición es una reedición inglesa de 2019, con el vinilo en rojo. Estoy esperando a encontrar una primera edición británica que baje de los 100 euros, lo que es poco probable, puesto que este álbum ya fue editado en la época del CD, por lo que la tirada de copias en vinilo debió ser escasa, pero ya aparecerá, ya… Esta edición me cautivó por el vinilo de color (existe también en amarillo, verde y azul) que además es limitada pero bastante más asequible que la primera edición. Así que no dudé en hacerme con ella. En su momento compré y disfruté el CD, que era lo que estaba de moda entonces.
Vinilo
Conclusión
“Ultra” es un disco muy bueno y muy poco valorado en su momento. Según ha pasado el tiempo ha ganado en consideración, como ha sucedido con muchos otros grandes discos en la historia de la música. Fue el punto de inflexión para el grupo, el álbum que, en mi opinión, les reafirmó como grandes. Muchos hubieran abandonado, pero ellos sacaron pecho e hicieron un disco enorme. Y eso es lo que diferencia a un grupo corriente de uno realmente bueno: su actitud ante la adversidad, porque hacer discos buenos con todas las circunstancias a favor es fácil. A ellos les sobra calidad, clase y elegancia. La tienen a raudales, y quedó demostrado con este trabajo.
Pasad buen fin de semana y disfrutad este discazo, que bien merece un repaso bien dado.
Pues yo me posiciono en tu bando. A mí me parece un discazo, infravalorado en según qué épocas y términos. Además, me encanta tu entrada, de principio a fin. Salu2!!
ResponderEliminarEs que lo es. Un monumento habría que hacerle, digan lo que digan algunos… jajaja. ¡Muchas gracias!
EliminarPara mi es importantísimo y todo un discazo. Soy un jebi de los 80, no podía gustarme esta banda. En mi cerebro estaban clasificados como los autores de And I just can't get enough , tema que aborrecí en cuanto lo lanzaron. Sin embargo, este álbum es una caña, es estupendo, me atrapó de golpe y me reconcilió de la banda convirtiéndome en un fan.
ResponderEliminarHome es de lo más emocionante, más aún si sabes la situación del grupo -sobre todo de Dave- en aquel momento.
Por desgracia, lo tengo de mi época de comprador de cedés y me da mucha envidia esa edición en vinilo rojo translúcido preciosa. Saludos y feliz vuelta, que hacía tiempo que no te pasabas por aquí.
Hombre, es que Vince y Martin no tienen nada que ver, Clarke hacía música de baile facilona de la que se llevaba por aquellos años y Gore es un alma atormentada. La evolución de su sonido y calidad se va viendo a lo largo de los álbumes y cuando llegamos a este se nota mucho, a pesar de la ausencia de Wilder.
EliminarYa había ganas de volver al redil 😉
Gracias por acordarte de mí en esta vuelta "al trabajo". No esperaba menos. Un disco de los tuyos defendido y explicado con genialidad y entrega. Gracias. Pero no estoy preparado aún: lo voy a intentar (de hecho estoy escuchando el primer clip) aunque me temo el final; ya sabes eso de "no eres tú, soy yo". Pero insistiré. No tardes tanto en volver por aquí que subes la calidad un kilómetro cúbico. Un abrazo.
ResponderEliminarTú me pides un disco de Fleetwood Mac o Depeche Mode… y tus deseos son órdenes xD Esta entrada la tendría que haber publicado más cerca de la efeméride de la publicación del disco, es decir, la semana anterior, pero iba muy de cráneo y no me dio tiempo a terminarla. Muy contenta de volver por aquí, que ya tenía muchas ganas. Este club mola 😉
EliminarBarrel of a gun, It's no good y Home son temas de mis preferidos tras el SOFAD. Pero me pasa como en la mayoría de sus discos: me sobran la mitad de las canciones. Para que entiendas, mi disco preferido de su última época es el Playing with the angel. De todas formas, gran entrada, precioso disco y 5 grandes canciones. Esperamos los siguientes.
ResponderEliminarPara mí el último fue "Exciter", y ya algunas se me hacen bola. Entiendo lo que dices, es cierto que Wilder le daba un toque característico y especial que se echa mucho en falta, pero fíjate que yo lo noto después de este "Ultra". Para mí este disco es sagrado, y me parto la cara a defenderlo con cualquiera, jajajaja🤣 Esos tres temas que mencionas son oro puro, de hecho, "It's No Good" y "Home" siguen sonando en directo 24 años después.
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