A principios de año os hablé de la edición de diez EPs dobles de Iron Maiden que la banda lanzó para conmemorar sus primeros diez años de historia y os comenté varios temas grabados como caras B entre los que habían algunas versiones de otros grupos. Una de aquellas versiones era de Nektar, un grupo de prog-rock algo psicodélico en sus inicios, del que no había oído hablar en mi vida hasta que no escuché a Bruce y compañía interpretar King of twilight. Pues bien, hoy toca que os hable de estos tipos que –pese a ser británicos– iniciaron su carrera en Hamburgo. El vinilo que traigo es un recopilatorio, que era un formato más que indicado –hablamos de la época preinternet– para tomar contacto con los temas más representativos de la discografía de una banda cuando no se la conocía de nada.
El line up clásico que grabó este Nektar estaba compuesto por
Roye Albrighton a las voces y
guitarras, Allan Freeman a los
teclados y coros, Ron Howden a
la batería y percusión y
Derek Moore al bajo y coros, con
la particularidad de incluir en la formación a
Mick Brockett –que no tocaba
ningún instrumento– como encargado de las luces o el entorno visual, como lo
definen actualmente en su web casi medio siglo más tarde.
Los orígenes de Nektar están en el lanzamiento a principios de los 70 de un álbum conceptual con un único tema. Aún grabarían cuatro discos más de estudio con el pequeño sello Bacillus perteneciente a la prestigiosa Bellaphon records antes de firmar con Polydor y afrontar la marcha de Albrighton. Esa es la razón por la que Bellaphon edita en 1976 este recopilatorio en un intento de rentabilizar su fondo de catálogo de la banda, que en la época gozó de cierta fama.
Así, producido en los Dierks studios por
Peter Hauke (*) y Nektar,
el álbum –con una portada de
Wolfgang Clarus– tenía el siguiente track list:
A
Do you believe in magic
New day dawning
Wings
Cast your fate
B
Cryin’ in the dark
King of twilight
Burn out my eyes
Void of vision
Pupil of the eye
Look inside yourself
Death of the mind
El recopilatorio comienza con
Do you believe in magic, una especie de prog-folk con estribillo poppero y ramalazos rockeros,
vamos, un compendio de los estilos que caracterizan a la banda.
New day dawning es un hard-prog
mucho más de mi gusto, con esos teclados grandilocuentes y las afiladas
guitarras de
Albrighton dominando el cotarro.
En cambio, Wings no me llama
demasiado la atención. Todo lo contrario que
Cast your fate, que me parece preciosa. Y qué decir de los temazos
Cryin’ in the dark y
King of the twilight, el par de temas que como ya os he dicho antes
Iron Maiden versionearon, lo que
–supongo que como a muchos– me hizo conocer a esta banda en la que de otra
manera seguramente no hubiese reparado. Por último,
Burn out my eyes es un tema
atmósférico con regusto psicodélico que enlaza con los cuatro temas con los
que finaliza su Journey To The Centre Of The Eye de 1971, siendo
Death on the mind el momento más
destacable en mi opinión de este cierre de cara y álbum.
(*) Peter Hauke no era otro que el fundador de Bacillus y amigo de Dieter Dierks en cuyos Dierks studios se grabaron buena parte de los lanzamientos del sello, que como sabéis forman –estudio y productor– parte capital de la historia de los alemanes Accept. Hablando de estos, precisamente se acredita a una tal Deaffy como letrista de buena parte de las canciones de la banda, además de manager y asesora en la dirección artística. Pues bien, sabed que el pseudónimo pertenece a Gaby Hauke, hija de Peter y desde hace décadas esposa de Wolf Hoffmann.
Pero todo esto no tiene nada que ver con el disfrute de estos Nektar, poco
conocidos por estos pagos –al menos en mi caso– pero del todo recomendables.
Si a Harris le gustaban, por
algo sería, así que yo de vosotros les daría una oportunidad.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Es curioso cómo a veces viajamos de un disco a otro, cómo acaban en nuestros estantes obras que de otro modo no hubieran aparecido. También soy de los que ha descubierto, y comprado, música a través de las versiones. Me apunto para escuchar esta semana a estos anglogermanos que no conocía. Viniendo de la fábrica Dierks no pueden sonar mal. Un abrazo.
ResponderEliminarAhora es más fácil, surfeando por yutubes y espotifises, pero los viejunos teníamos otras formas más arriesgadas de ir descubriendo grupos, sí. Suenan muy bien, te los recomiendo. Abrazo de vuelta y a cuidarse.
EliminarNo me esperaba para nada lo que he oído. Parece más un vinilo de Fco Javier US Expendable que tuyo. Les daré otra oportunidad durante este mes porque dos o tres temas me han gustado y seguro que se puede rascar más. Además, el progresivo necesita de varias escuchas para apreciarlo. Un saludo.
ResponderEliminarCon los años, este ochentero está volviéndose más setentero. Me alegro de haberte sorprendido. Feliz semana.
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