Siempre me resulta curioso, al explorar la historia de una banda, ese momento en el que parece que todo se va a ir al fondo de la alcantarilla más profunda para, en realidad, poco después, resurgir con llameante impulso hacia el estrellato. Y esto, más o menos, sucedió alrededor de este álbum de Savoy Brown. La banda debutó en 1967 con un discreto disco de versiones y al año siguiente con su primer largo de composiciones propias, Getting to the point (1968). Poco a poco fueron conformando la banda, digamos, clásica: Kim Simmonds, jefe supremo, a las guitarras y los teclados, Chris Youlden a la voz principal, Bob Hall al piano, Dave Peverett como guitarrista y cantante, Roger Earl a la percusión y Tony Stevens al bajo. Juntos editaron tres discazos: Blue matter y A step further en 1969 y Raw Sienna en 1970. Si en su Inglaterra natal no tenían mucho éxito, su constante girar por Estados Unidos les convirtió en una de las bandas más significativas y apreciadas del british blues rock. Y justo en ese momento, Youlden y Hall se marchan del grupo. Simmonds y los colegas, sin cortarse un pelo, deciden tirar para adelante como cuarteto, encargándose Peverett de todas las voces y Kim del piano. El álbum vendió mejor que los anteriores ¡salvados de la desgracia! Pero, oh, infortunio, el simpático Simmonds se queda unos meses después sin amigos: Peverett, Earl y Stevens le dejaron tirado para formar Foghat. Algo tendría el muchacho. Para solucionarlo, reclutó a Dave Walker a la voz y robó la línea de flotación de Chicken Shack: Paul Raymond a la guitarra y los teclados, Andy Silvester al bajo y Dave Bidwell a la batería. Editaron dos discos juntos que tuvieron más éxito aún que los anteriores: Street corner talking (1971) y Hellbound train (1972) y tras un pequeño pinchazo con Lion's share (1972) la banda volvió a romperse (Walker se marchó a Fleetwood Mac). Los siguientes años fueron de progresiva decadencia comercial y numerosos cambios de line-up, con Simmonds como único miembro perpetuo.
En mitad de esto compusieron y grabaron como cuarteto Looking in en los Recorded Sound Studios de Londres, encargándose Simmonds de la producción con Paul Tregurtha y Eric Holand ayudando en los mandos. Curiosamente, mis dos canciones favoritas las firma Stevens. Poor girl es el cuento de una muchacha del campo que tiene una vida licenciosa en la ciudad "every night about the same time she'd go and put her glad rags on/go to the place where eveyone goes to Boogallo all night long" pero la chica se cansa de todo y regresa al campo "the fast life she was living took her as it's prey/now she's back in the country getting fatter every day". Las guitarras de Simmonds y Stevens juegan todo el tiempo con el bajo, dejando dos cambios de ritmo para sendos solos fantásticos. En los ocho minutos y pico de Leavin' again escuchamos un ejercicio brutal de blues rock donde se demuestra lo importante que eran Earl y Stevens en el "sonido Savoy", marcando un ritmo pegajoso, con un solo de Stevens incluido. La canción fluye de manera instrumental en la mayoría intercalando solos de guitarra, arreglos rítmicos y efectos. Una historia de huida, de segundas oportunidades "I'm leaving again, help me pack my case". La caña roquera se mantiene en Looking in, esta ya compuesta por Simmonds con la ayuda de Peverett, y ambos se salen, tanto en la línea vocal como en los guitarrazos que el jefe se marca. La canción sigue un patrón de estrofa-solo-estrofa hasta el final: "if I could get an answer/if someone would give me a clue/I know I'd feel much better/but I can't find anyone/to put my question on".
La preciosista Take it easy da el contrapunto relajado con su toque de bar humeante, arrastrando su boogie y creciendo: "if you don't slow down pretty son/your good days will have passed/so take it easy baby". Aroma que conserva uno de los cortes más famosos del álbum, Money can't save your soul, donde un wah-wah y el aroma más oscuro se apodera de la banda; la voz doblada de Peverett a lo largo de todo el corte y el repetitivo piano dan un aire misterioso, casi de la pantanosa Nueva Orleans. La letra, en primera persona, es una súplica del amado despechado a la mujer que le ha abandonado por otro con más dinero: "you've got a new man and that's good for you/ and you got a lot of money/but what good will that do/when he leaves you on the side/and the money falls away". Entonces, cuando te quedes sin dinero, querrás venir a casa de nuevo, nena, así que "you better leave now/while it's still ain't old". Para qué esperar.
El disco se completa con cuatro instrumentales, dos muy breves que hacen de entrada (Gypsy) y salida (Romanoff), un intenso Sunday night, una barbaridad, suave pero a la vez salvaje, como un cuchillo acariciando tu espalda, y Sitting an'thinking, más alegre, con un deje country y un buen slide.
Savoy Brown supieron mezclar esa base de british blues rock con salidas hard y mucha mezcla, añadiendo ritmos o arreglos derivados del soul, el funk e, incluso, el jazz. Sus canciones enredaban los riffs aguerridos con ritmos muy percusivos, brillantes solos y letras sencillas. Acústicas, piano, bottleneck, lo que hiciera falta para engrandecer la canción.
La fantástica presentación corrió a cargo de Jim Baikie y David Anstey. La portada, como se observa en las fotos, es doble, con dos calavéricos dibujos diferentes en portada y contraportada. Las fotografías interiores son para estudiarlas: Simmonds con su guitarra en un rincón solitario sobre sus discos "eh, yo soy el loser molón de la banda"; Peverett con su colección de discos, cómics y libros "eh, yo soy el empapado, el cool de la banda"; Earl con sus aperos de pescar y sus bigotazos "eh, me la suda todo, llamadme cuando haya un bolo"; Stevens con su cochazo, su parcela y su perraco "eh, mira lo bien que me va con vuestro dinero". La edición fue publicada en la época por Parrot Records (en Europa salió bajo el sello Decca).
Un lujazo de disco, a mi entender, para comenzar el primer fin de semana de agosto lleno de blues rock, gitarrazos sublimes y buena compañía.
Vaya! el disco que menos me esperaría ver hoy jaja pies yo los descubrí investigando a Foghat y la verdad me gusta más al debut de foghat y sus respectivos covers, este disco mmm no llego a calarme no se por qué le daré otra oportunidad a la banda en general Savoy Brown, son rockliquias de renombre eso desde luego. Buena entrada gusta cuando se profundiza en la historia de las bandas y su formación es lo más complicado a veces ✌🏻
ResponderEliminarGracias. A mí me gusta mucho este grupo, sobre todo esos discos que comento en la entrada. Un saludo.
Eliminarlas portadas de esta banda desde luego son de 10
ResponderEliminarVaya pedazo de entrada! Conozco algún tema suelto pero me lo apunto para la Escucha completa sin duda alguna!! Feliz finde 😉🤗
ResponderEliminarGracias. Apunta, apunta, que igual te gusta. Un abrazo.
EliminarLos conocía de nombre aunque no soy consciente de haberlos escuchado con detenimiento. A priori no creo que sea el que más me guste de este viernes, pero hay que darles una oportunidad. Un abrazo.
ResponderEliminarTenía preparada otra entrada más de "nuestro gusto", pero tenía este pendiente por ahí y me he decidido por él. Algún día te entrará este "tipo de música". Es muy guitarrera, además de contar con excelentes canciones. Un abrazo.
EliminarTremendo. Me ha encantado, la banda es muy de mi estilo. Cuando leí Chicken Shack intuí que me gustarían. Me los quedo.
ResponderEliminarMe alegro, que también venimos por aquí a eso, a descubrir música. Si te ha gustado este, escucha los dos anteriores (Raw sienna y A step further) y los dos posteriores (Street corner talking y Hellbound train) para hacerte con lo mejor de la banda, en mi opinión. Un abrazo.
EliminarYo vengo a aportar el comentario de la ignorancia absoluta, porque nunca he escuchado ni a Foghat ni a Savoy Brown. En estos momentos me acabo de pinchar un disco de los Kinks (ooh, qué chorprecha, nadie se lo esperaba) así que añado este disco a la cola de Spoty para luego. Me ha gustado mucho, por cierto, lo de sumergirte en los inicios del grupo y los dramas que hubo con tanto cambio de formación. Me encantan esas cosas. Buen resto de finde y un abrazo!!
ResponderEliminarLa carroña de la vida de las bandas está muy bien. A mí me encanta situar los discos en el momento creativo, en la línea de vida del grupo, saber quién hizo qué y porqué. Un cotilla de toda la vida, una vieja roquera del visillo total. Espero que te hayan gustado. Un abrazo.
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