Clásicos entre los clásicos a principios de los ochenta, Parchís eran la banda de oro. Desde su aparición en 1979 hasta, más o menos, 1983, se comieron el mercado audiovisual, fabricando mucho dinero con sus discos, giras y películas. En su época gloriosa, estaban formados por Tino (ficha roja), Yolanda (ficha amarilla), Gemma (ficha verde), David (el dado, vestía de blanco) y Óscar (el benjamín, ficha azul, quien abandonó el barco poco después). La compañía Belter lanzó este doble vinilo ya en plena cresta de la ola: el primero lo ocupa entero Parchís, con diez canciones y un medley; el segundo, varias de sus estrellas mediáticas, protagonistas, además, de algunos espacios televisivos de la época.
Así, Parchís nos regala su megaéxito Cumpleaños feliz: ¿a quién no le han cantado esta canción el día de su aniversario? Junto a ella, ocupan la cara A otros cinco cortes. Abre el tema principal de la serie Érase una vez... el espacio (titulado El espacio), otro clásico. Acompaña una versión libre de Los Picapiedra, el imprescindible Tintarella di Luna (cover de una vieja canción italiana que popularizase Mina a finales de los años 50). Y para redondear, Qué barbaridad y El baile del stop (de compleja coreografía). La cara B comienza con el medley Vamos a cantar, lleno de clásicos en versión exprés: Cómo me pica la nariz, Susanita, La yenka, en fin, una catarata que es imposible no cantar. Los teclados más modernos campean por la versión acelerada de El baile de los pajaritos. Y el final del disco no da respiro, con el twist Ven a mi fiesta, el rock Verdad o mentira y el cierre con la ranchera Cuando me miras. Aquí tocamos todos los palos.
El segundo disco tiene como protagonistas a otros grupos infantiles siguiendo la estela de Parchís. En primer lugar, Regaliz, en este caso cuartero, formado por Jaime Benet, Eduardo Navarrete, Astrid Fenollar y Eva Mariol. Estuvieron activos entre el 80 y el 83, pero bien explotados: seis discos y dos películas. Aquí aportan cinco temas: en solitario la versión de Vaya mentira, Zipi y Zape, narrando las andanzas de estos dos pillines, y Spiderman, de la serie de dibujos animados El hombre araña; junto a Horacio Pinchadiscos se marcan El disc-jockey campeón, pedazo de rock de época, y junto a Popy un tema homenaje a Popeye ("cuidado Bruto, que ya me comí las espinacas"). El propio Horacio se marca en solitario Horacio bla-bla-bla (sí, le gustaba mucho hablar y cantar sobre sí mismo, es lo que tiene ser tu propia marioneta). Aparece con un corte, titulado Campeón, el Grupo Nins, surgido en Barcelona, sexteto formado por Laura, Montse, Maite, Santi, Javi y Marta. Otros dos los aportan Menudos (no confundir con Menudo) y, para completar el subidón televisivo, aparece Petete, con su angelical voz, en La canción del To-To-To, educando en Las estaciones del año y Gracias, señor viento.
La edición es la original de 1981, carpeta gatefold, con el primer disco coloreado en azul y con una galleta también colorida, el segundo en aburrido negro y un montaje interior para enmarcar.
Espero haberte sacado una sonrisa. Y si, además, te ha servido para recordar, mejor. Este era nuestro "cantajuegos". Más o menos. Disfruta del fin de semana.
Me quito el sombrero.
ResponderEliminarMi esado anímico no es el mejor del mundo últimamente y la mañana ha sido estresante, así que cuando he entrado para ver de qué vinilos habíais hablado hoy y me he encontrado con este disco... me has sacado una sonrisa.
Ya he explicado alguna vez que fui uno de los testigos del nacimiento de Parchís, ya que Constantino estaba en mi clase del colegio y en una fiesta de fin de curso en la que hicimos actuaciones de teatro y música, él cantó Gloria de Umberto Tozzi con una acústica. En el patio de butacas había un ojeador de Belter y -como se dice en estos casos- el resto es historia.
En fin, un vinilo que no tengo entre mis preferidos y al que desde ya te digo que no pienso dedicar escucha alguna. Aun así, fantástica entrada.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Acepto tu sombrero. Quizá si hubieras cantado tú ese día serías ahora un juguete roto. Yo sí escuché el vinilo antes de hacer la entrada y, créeme, debería habérmelo ahorrado. Profesional que es uno. Un sonrisa era el objetivo principal de este post, que muchos andamos aún renqueantes tras tantos meses de confinamiento y jefes de mierda. Un abrazo.
EliminarEsta entrada para el día de los inocentes hubiese pegado más. Yo me acuerdo que en casa lo que pululaban eran casetes de las canciones de series de dibujos y similar, de esas que se compraban en el puesto de cintas del mercadillo. Y los tengas de Parchís eran lo más. Ten cuidado que yo tengo discos de Enrique y Ana, otro de cuentos Disney e incluso tengo algunos singles de Tony Leblanc contando cuentos de miedo.
ResponderEliminarPor aquí ya han aparecido algunas lindezas de esas, no te creas, que de todo hay en la viña de Señor Dio. Apetecía cambiar de registro y darle un corte de mangas a la seriedad, sacar alguna sonrisa y, a quien le tocara, algún recuerdo infantil. Un abrazo.
EliminarTengo que confesar que a mí Parchís me sacó al escenario una vez.. Aquí por mucho que nos guste el rock, el blues o el metal tod@s tenemos un pasado... 🤣
ResponderEliminarLa entrada me ha sacado una sonrisa bien grande y eso, créeme, vale oro.
Todos tenemos un pasado, es verdad, y algún presente oculto que nos cuesta compartir con los demás, no te creas. La sonrisa era el objetivo principal, así que me doy por satisfecho. Un abrazo.
EliminarQué maravilla de entrada, creo que este disco debe tener una importante colección de sonrisas a sus espaldas. A mí desde luego me la ha puesto, y qué coño, nunca hay que tomarse la vida demasiado en serio. Larga vida al eclecticismo. Abrazos!!
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