Ir al contenido principal

Bruce Dickinson - The Chemical Wedding (1998 - Sanctuary 2017)


Para abrir bien el año 2019 quiero comenzar con mi última compra (en realidad un regalo, pero qué más da): la reedición en vinilo del álbum de Bruce Dickinson "The chemical wedding". La historia de la fuga de este cantante de Iron Maiden, la banda que le hizo famoso, acabó con Bruce formando tándem junto al guitarrista Roy Z, quien produjo cinco de sus seis trabajos en solitario. Después de unos años de jugar con los sonidos alternativos de los noventa, Bruce llamó a Adrian Smith, ex-colega de Maiden, para retomar la senda del heavy metal, pero desde una perspectiva actual (hablamos de la segunda mitad de los noventa). Tras un excelente "Accident of birth" llegaron a 1998 con la banda rodada en los escenarios y una idea: realizar un álbum duro, mezclando riffs, estribillos, arreglos, armonías clásicos con la particular idea metálica de Roy Z en el estudio. El resultado, este "The chemical wedding", uno de los mejores trabajos de Dickinson desde 1990, si no el mejor, aún a día de hoy. La mezcla de guitarras de Adrian y Roy, con estilos diferentes, y el trabajo rítmico de Eddie Casillas al bajo y David Ingraham a la batería consigue una colección de canciones tremenda.


La inicial King in crimson es la muestra perfecta, con su riff pesado, el excelente estribillo y el solo de Roy. Y a partir de ahí no hay desperdicio. El ritmo sincopado de The tower con otro gran puente-estribillo (muy Maiden, por cierto), la rudeza de Machine menKilling floor ("Satan has left his killing flor" canta), curiosamente las dos compuestas junto a Adrian, los más de ocho minutos de The book of Thel, con sus dos solos y el interludio con una gran línea de bajo, la fantástica Jerusalem, épica, con una de las mejores interpretaciones de Bruce (en años) y ese rollo Jethro en la melodía, el metal alternativo que se cuela en Trumpets of Jericho o la emotiva Gates of Urizen.


La edición reciente de la discografía en solitario de Bruce Dickinson en una caja llamada (qué original) "Soloworks 1990-2005" me ha permitido conseguir esta joya. Doble, carpeta gatefold, con las letras, los créditos, fotografías y un acabado excelente, con muy buen color y calidad. Los vinilos suenan muy bien, con buenos graves y la voz muy clara en el centro de la mezcla. Una gran obra en una gran edición, vaya.

Disfrutad del primer fin de semana del año.














Comentarios

  1. De Dickinson me compré los dos primeros en cedé pero no le seguí más la pista. Me resulta fácil de escuchar todo lo que hizo, como este que recomiendas e incluso cosas del denostado Skunkworks... pero se me hace extraño escucharlo con ese sonido algo alejado del de la Doncella, que es como me mola realmente Mr. Bruce Bruce. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este canta en algunas canciones de una forma similar a como lo haría en los siguientes discos de Iron Maiden. De todos modos, creo que este álbum, siendo excelente, no resiste la comparación con los clásicos de "la doncella", desde luego. Saludos.

      Eliminar
  2. Como para todo fan de Maiden, la salida de Dickinson fue un palo, pero a cambio ganamos unos cuantos álbumes buenísimos.
    Para mí, cualquier álbum de Dickinson es mejor que "The x factor" o "Virtual XI".
    Y me pasa lo mismo en el caso Halford- Judas Priest...
    Saludos
    @juanjorocks1

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Para mí, cualquier álbum de Dickinson es mejor que The x factor o Virtual XI. Y me pasa lo mismo en el caso Halford- Judas Priest..."
      ¡Toma no!, ¿el agua moja?, pues eso.

      Eliminar
    2. Dickinson comenzó una carrera en solitario que si le hubiera reportado más éxito hubiera significado su no retorno a Iron Maiden. Las malas ventas de los de Harris y la querencia de Dickinson por volver a los estadios acabó con estos dos queriéndose de nuevo. En cualquier caso, un gran álbum. Saludos.

      Eliminar
  3. Aquí el señor Dickinson intentaba alejarse una vez más de su sonido de la Doncella, sin embargo el tiempo le pondría más adelante una vez más donde siempre ha molado. En ésta etapa igual le perdí la pista a Dickinson luego de sus dos primeros trabajos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues dale caña a este disco y al anterior, que no te arrepentirás. Saludos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Scorpions – Love at first sting (Harvest-EMI, 1984)

Y si hace unas semanas os hablé aquí del inmenso 1984 de Van Halen , hoy toca comentar el no menos imprescindible Love at first sting de los alemanes Scorpions , otro que este año también celebra su 40º aniversario. La banda venía de una gira internacional presentando Blackout , el pedazo de disco que finalmente los había puesto en el mapa –yo mismo los descubrí gracias a él, os lo conté aquí – y tenían la misión de superarse, algo nada fácil no sólo en el aspecto creativo. Una de las razones era la mala relación entre el bajista Francis Buchholz y Dieter Dierks , dueño de su compañía de discos y productor del grupo desde 1975. Por eso, cuando la banda –que empezaba a tener dinerito del bueno– pidió grabar el nuevo álbum en un estudio que no fuese el del productor, Dierks se los llevó a los Polar studios de Estocolmo –exacto, los de Björn y Benny de ABBA – pero dejó en Hannover al bajista, contratando como músico d

CJ Ramone "Last Chance To dance" (2014)

En 1989 poco después de la publicación de   Brain Drain ,  Ramones  se encontraban en un momento de crisis interna. El bajista y principal compositor del grupo, el carismático  Dee Dee Ramone , abandonaba el combo definitivamente. Para cubrir su plaza  Johnny  reclutó al joven  Chris Ward , rebautizado para la ocasión como  CJ Ramone . Al principio, como es normal, costó que los fans del grupo lo aceptasen pero a lo largo de los siguientes siete años  CJ  llegó a tener un fuerte rol dentro del grupo, llegando a grabar hasta cuatro temas en  Adiós Amigos  (1995), el disco póstumo de  Ramones.

Barricada - Rocanrol (1989)

Toc, toc. ¿Se puede?. Reconozco que me da un poco de vergüenza asomar la cabeza por aquí así sin avisar. Puede que algunos os acordéis de mi. Otros diréis, ¿y este?, ¿de dónde ha salido ahora?. No recuerdo la última vez que escribí en esta casa que ayude a fundar, y no es que sea incapaz de ubicarme en el tiempo tan solo por mi mala cabeza, es que han pasado ya unas cuantas -bastantes- lunas desde la última. Eso sí, nunca he dudado un instante de ser bien recibido, ya lo cantaban Barricada, "...aún queda un sitio, si me quieres acompañar". Ay, los Barri. Mis queridos Barricada. ¡Qué suerte hemos tenido de haberlos disfrutado, haber sido coetáneos de sus tiempos!. ¡Qué afortunado me siento de haberlos visto en directo un puñado de veces!. Fueron mi primera vez, Cádiz, ahora mismo tengo una laguna mental, que no sabe ubicarme si en 1989 o 1990. El caso es que era la primera vez que acudía a un concierto, y recuerdo cada segundo que pasé frente al escenario, dejándome la voz a l

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.