Hola de nuevo, mis queridos vinileros y vinileras (¿alguna chica por aquí?).
Después de un merecido descanso veraniego, que casi se me junta con la Navidad, vuelvo con más fuerza a hablaros de mis vinilos.
En este caso, un vinilo al que le tengo especial cariño, ya que supuso el punto de inflexión que me llevó a pasar de escuchar música de radio-fórmula a lo que yo considero buen rock.
Era yo un jovenzuelo, y en la televisión pública (la única que existía y en la que por entonces se podían ver buenos programas de música), vi a un tío melenudo cantando unas canciones que no estaban nada mal. Pero sobre todo me atrajo su gran voz. Ese señor es nada más y nada menos que Roger Daltrey, cantante de la gran banda inglesa The Who.
Me puse a buscar el disco como loco, y lo encontré tras varias semanas en unos grandes almacenes. Lo compré en cassette (aunque el vinilo que os muestro aquí lo adquirí hace poco muy barato y también es de época).
Ahora no recuerdo bien, si poco antes ya me había comprado en una pequeña tienda de fotografía del barrio el inigualable álbum de The Who 'Meaty, Beaty, Big & Bouncy', que no es más que una recopilación de caras A de singles de la banda, no es un álbum de éxitos a la zaga, sino que contenía muchos de los singles del grupo nunca antes aparecidos en Lp.
Sea como sea, uno me llevó a otro, y de oír a Rubettes y Beatles (a los que admiro también), pasé a oír Who, Stones, Bowie, Zeppelin, Purple y otros bichos raros, y en cierta manera yo también pasé a ser otro bicho raro que en los guateques de la época ya no me conformaba con arrimar cebolleta.
Roger Daltrey decidió, como el resto de sus compañeros, probar con su carrera en solitario. John Entwistle fue el primero en hacerlo, con discos de bueno rock'n'roll clásico, y el último Keith Moon con sus locuras de siempre.
Mientras el resto de sus compañeros siguieron la senda del rock, Daltrey probó una fórmula más comercial, con discos desiguales y también con desigual suerte. Carrera que nunca acabó de despegar con fuerza, a pesar de que se rodeó siempre de grandes músicos y compositores.
No es un álbum que pudiese recomendar a cualquier rockero que se precie, canciones algo ñoñas, facilonas y sin pretensiones, pero poseen la gran fuerza de la voz de Daltrey, inigualable y sólo eso merece la pena. La portada del disco también está realmente lograda.
A destacar el single extraído del mismo 'Walking The Dog', un clásico del rock de Rufus Tomas.
Por cierto, en el disco colabora Russ Ballard de la banda Argent, con gran acierto y que lo hizo en varios discos más en solitario de Daltrey.
Hasta la semana próxima. Rock On.
A mi, de Daltrey en solitario, sólo me gusta aquella de Friiiiiii miiiiii -cha na na nan-, enijau orenigüi. Este no lo conocía, pero he escuchado varias y no son muy de mi estilo. Eso sí, la portada me encanta.
ResponderEliminarHola King,
ResponderEliminarel disco del que hablas es la banda sonora de la película 'McVicar', y esa canción ('Free Me'), es justamente de Russ Ballard de la banda Argent, que tan buenas canciones le dió a Daltrey en su no muy afortunada carrera en solitario, que no ha retomado desde 1992.
Como bien dices, los discos de Daltrey no son precisamente una maravilla, apenas aportan nada aparte de su gran voz.
Sea como sea, es un disco que significó mucho para mi, y que me llevó a escuchar a otros grandes del rock, y siempre le tendré especial cariño.
Saludos y a rockear.
Aunque no es el estilo, un Who siempre es un Who, y encima tu mentor a los grandes. Muy raro que componentes de grandes bandas hayan tendido una carrera en solitario que superase al grupo. A bote pronto no me sale ninguno a estas horas, pero lo mismo lo hay. Un abrazo.
ResponderEliminarCasi todos los álbumes de Roger Daltrey tienen un par de canciones, a veces más, valiosas, pero la aportación de Daltrey, aparte de su voz, es el hecho de que fusiona de una manera muy personal rock y soul (Grande Funk fusionan hard rock, soul y chulería gringa). Los álbumes de Daltrey no son tan buenos como los de Townshend, pero merecen la pena.
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