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Michael Sembello – Bossa Nova Hotel (Warner Bros. Records – 1983)

Pues sí, un año más ha llegado el momento en el que hago un parón estival y me dedico a seleccionar nuevos discos de los que hablar en este blog, algo que cada vez se hace más difícil tras ocho años comentando mis vinilos. Lo cierto es que ya no compro tantos como en mi juventud –por una cuestión de espacio y de dinero– pero a la mínima ocasión me puede el vicio y me hago con alguno. Y eso es lo que ocurrió el mes pasado, cuando visité el centro de Barcelona por primera vez en tres meses y aproveché para apoyar el negocio de la venta de discos de segunda mano haciéndome con tres álbumes. Uno de ellos, el que hoy me ocupa, me lo compré a lo loco, sin haber escuchado en mi vida más que una de las canciones que contenía. El tema me encanta y no es otro que Maniac , que apareció en la película Flashdance y llegó a estar nominado a los Oscar (aunque el premio se lo llevó otro tema de la misma película). Como ya habéis visto, es Bossa Nova Hotel , el álbum debut de Michael Sembello , un

Parchís y sus amigos - 25 grandes éxitos (Discos Belter, 1981)

Clásicos entre los clásicos a principios de los ochenta, Parchís eran la banda de oro. Desde su aparición en 1979 hasta, más o menos, 1983, se comieron el mercado audiovisual, fabricando mucho dinero con sus discos, giras y películas. En su época gloriosa, estaban formados por Tino (ficha roja), Yolanda (ficha amarilla), Gemma (ficha verde), David (el dado, vestía de blanco) y Óscar (el benjamín, ficha azul, quien abandonó el barco poco después). La compañía Belter lanzó este doble vinilo ya en plena cresta de la ola: el primero lo ocupa entero Parchís , con diez canciones y un medley; el segundo, varias de sus estrellas mediáticas, protagonistas, además, de algunos espacios televisivos de la época. Así, Parchís nos regala su megaéxito Cumpleaños feliz : ¿a quién no le han cantado esta canción el día de su aniversario? Junto a ella, ocupan la cara A otros cinco cortes. Abre el tema principal de la serie Érase una vez... el espacio (titulado El espacio ), otro clásico. Acompaña una v

Sting - Send your love (del álbum Sacred Love) / Maxi Single 2003 (EMI Music)

Volvemos a la carga con otro maxi-single y uno de los artistas más universales de la historia de la música, Sting. Ya sea en solitario o como miembro de la histórica banda  The Police , su nombre brilla como pocos en el Olimpo de los grandes artistas de todos los tiempos. En el año 2003 el británico lanzó el álbum “Sacred love” , un trabajo lleno de colaboraciones, fusión de sonidos, estilos variados, muchos rasgos experimentales pero todo ello bajo un filtro de calidad fuera de concurso, en producción, letras y mucha labor de estudio e ingeniería de sonido. En este álbum Sting coquetea con el R&B, hip-hop, el pop, el rock , y fusiones étnicas o electrónicas y cuenta con la participación de artistas como Mary J. Blige o Anoushka Shankar . Sobra decir que el álbum se aupó a los primeros puestos de las principales listas mundiales (Billboard, UK Albums…) y gozó de muy buen “feedback” en la crítica especializada, como la revista Rolling Stone . E

Free - Fire And Water (Island Records, 1970)

No todos los días un disco como el que resuena ahora mismo por los altavoces de mi habitación cumple cincuenta años. Lo cierto es que hacía bastante tiempo desde la última vez que lo puse, pero no importa que pasen dos o cincuenta años: este disco es una volada de sesos de las buenas. Descubrí a Free casi de casualidad en una época donde, a pesar de no contar con un tocadiscos, (no siempre se cumple eso de cualquier tiempo pasado fue mejor, jamás te lo perdonaré Jorge Manrique) sí tenía la opción de reproducir CDs en el equipo de música de casa, con unos resultados más disfrutables para mis oídos que para mis vecinos de aquellos años, probablemente entre 2012 y 2013.  En fin, al lío: vi este Fire And Water en una de las muchas bibliotecas que recorría por entonces en busca de muchos libros y CDs para satisfacer dos de mis necesidades básicas, y les descubrí de casualidad porque el CD no estaba colocado donde debería, con todo el resto de música, sino que estaba metido dentro d

Gary Moore – Parisienne Walkways (MCA Records, 1978)

Una de mis últimas adquisiciones, y una de las que tenía más ganas, porque es una de mis canciones favoritas, tanto de Moore como de mi top ten particular. Escuché esta canción por primera vez en la radio en torno al año en que salió al mercado el disco en directo “ Blues Alive ” (1993), porque fue el sencillo que se escogió para promocionarlo. Como tantas otras veces me ha pasado, recuerdo que me quedé enganchada y flipando en colores, pero esta vez no solo ocurrió eso, sino que sentí esa garra que araña y cala hondo, que llega . Algo que, desde luego, no consigue cualquiera tocando la guitarra. Cuando ocurre eso no hay marcha atrás: tu forma de sentir la música cambia, y para siempre. Y es que Gary Moore no era cualquiera ni tocaba de cualquier manera. Se dejaba el alma en cada nota y hacía llorar a la guitarra de tal manera que para mí, escucharle interpretar esta canción en ese glorioso directo significó un antes y un después en mi forma de sentir y escuchar la música.

Michael Jackson - Bad (1987, Epic)

El 25 de junio de 2009 todos los periódicos, todos los telediarios, todas las emisoras, abrían sus noticieros con la mala nueva de la muerte de Michael Jackson . Es decir, ayer se cumplieron 11 de años. Efeméride suficiente para traer a este blog un disco de Jacko . En el buscador me aparece que hace siete años se subieron el Thriller y el Dangerous . Hoy me toca a mí traeros el Bad . Lo malo es que poco se puede contar de un disco de este calibre: todo está dicho, todo analizado, todo estudiado, los protagonistas son grandes en esto de la música. Aún así, allá voy. Sicilia, 1947…Perdón, me he ido. Móstoles, septiembre de 1987. Un chaval con granos en la cara y pelillos incipientes sobre el labio superior lleva, como dicen los americanos, el bolsillo lleno de dinero, del que ha recibido en su catorce cumpleaños. Nervioso, se encamina al Simago para dilapidarlo. Una gran parte esos nervios se corresponde con la idea de comprarse su primer disco. Ahora decimos vinilo para d

Mötley Crüe – Theatre of pain (Elektra-1985)

Pues bueno amigos, aprovechando que el pasado domingo se cumplieron 35 años –¡35 años, joder!– de su lanzamiento, ha llegado el momento de hablaros de Theatre of pain , el álbum que –como ya os conté por aquí – me dio a conocer a los Crüe mientras esperaba que saliese el segundo trabajo de WASP . Quizás no es la mejor manera de tomar contacto con una banda el hacerlo con el que, según ellos mismos, es el peor disco que han grabado nunca, pero es lo que hay. Eso sí, la verdad es que no me extraña que Sixx y compañía piensen de esa manera.  Vince Neil había sido encarcelado por conducir bebido y provocar el accidente en el que falleció el batería de Hanoi Rocks y resultaron gravemente heridas dos personas que viajaban en el coche contra el que se empotró su De Tomaso . Además del golpe que a nivel emocional significó eso para la banda en pleno, mientras Neil cumplía condena, el resto del grupo cayó en un pozo de adicciones atiborrándose de alcohol, cocaina y heroína, sobre tod

Bad Company - Desolation angels (Swan Song, 1979)

Bad Company antepusieron la naturalidad a la técnica, la sencillez al espectáculo, la banda antes que el lucimiento individual, todo para compartir canciones que emocionaran a la primera escucha y, a la vez, soportaran el paso del tiempo. Ese fue el gran secreto de estos cuatro bizarros roqueros desde su debut en 1974 hasta su parón a principios de los ochenta.  Desolation angels fue su quinto y penúltimo disco de la primera época, un disco excelente que grabaron con mimo y gusto, pensando cada corte, cada pista, dejando algunas joyas para su catálogo sonoro. Volvió a ponerles en lo más alto de las listas de ventas, sobre todo en Estados Unidos, les permitió organizar una de sus giras más largas y disfrutar del reconocimiento que estaban perdiendo como rockstars. La banda se formaba entonces con Paul Rodgers a la voz, Mick Ralphs a la guitarra y los teclados, Boz Burrell al bajo y Simon Kirke a la batería. Compartieron las labores compositivas, mezclaron ideas, se ayudaron en los arre

The Go-Go’s - Beauty and the Beat (IRS, 1981)

El post de hoy es un caso claro de “ arqueología musical ”, como decía hace poco el compañero @Alberto Iniesta en su entrada sobre Alamo , es decir, escuchar a un artista, indagar en su carrera y dar con sus inicios, su paso por bandas anteriores o posteriores, etc. En mi caso, podría decirse que fue un caso de “ requetearqueología ”. A mi me encanta Stevie Nicks , de siempre, y recuerdo que escuché una canción en la radio de una artista que no era Stevie pero, maldita sea, su voz era tan especial y personal como la suya y, además, muy parecida. Me enganchó, e hice todo lo posible por averiguar quién era aquella mujer. Años después me pasó lo exactamente lo mismo con Lana del Rey . La canción era “ Heaven Is A Place On Earth ” y la artista Belinda Carlisle . En la radio (qué tiempos aquellos en los que la información no estaba al alcance de un par de clicks ) decían que había formado parte a finales de los setenta de una mítica banda compuesta solo por mujeres, y no eran las típica

Depeche Mode - 101 (1989, Mute Records)

Este es uno de esos discos que me traen tan buenos recuerdos que cada vez que lo veo solo puedo sonreír. Noches y noches de escuchar alguno de los temas que contiene en ciertos locales madrileños, recuerdos de adolescencia fugaces, de acompañar a mi amiga Susana a mis tiernos 16 casi 17 años a otro local en Moncloa al que solía ir aquel chico de COU que le gustaba tanto (Fonsi, si me lees, un saludo) a quien le encantaba Depeche Mode y ella -por supuesto- se hizo su fan número uno. En aquel sitio les pinchaban mucho, además de música que en aquella época llamábamos ' moddie'  y la gente iba vestida emulando a Depeche o a The Cure . ¡Qué buenos tiempos! A mí en aquella época me gustaba otro chico que se llamaba Miguel y era rocker  -¡hola! ;)- y yo estaba más por la labor de escuchar rock‘n’roll ( Elvis , Little Richard , Chuck Berry ... )  y rock ( Springsteen , por ejemplo )  pero empezar a ir con Susana a aquel sitio hizo que mis oídos se abrieran a escuchar con más a

Def Leppard – On through the night (Mercury-1980)

Bueno amigos, pues ya tenemos otra vez aquí a los Def Leppard , pero a los buenos, no esos que tienen a Vivian Campbell en sus filas. Abro aquí un paréntesis con vuestro permiso. ¿Es posible que el soso este sea el mismo que en aquellos excelsos álbumes de Dio nos regalase unos solos alucinantes? ¿va a ser cierto que los guitarristas en Dio solo tocaban lo que Ronnie les decía? (razón por la que despidió a Craig Goldie la primera vez, porque se quejaba de que el californiano era incapaz de tocar lo que le mandaban). Es uno de mis ídolos de los 80 que en la actualidad regalaría como saldo. En fin, cierro el paréntesis. Pues bien, como ya he dicho en otras ocasiones, a los Leppard los conocí gracias a su, maravilloso e imprescindible Pyromania que ya os comenté aquí . Sin embargo, el primer elepé que editaron los de Sheffield y que extrañamente no había aparecido por el blog es este fantástico On through the night .  Con icónica portada de Melvin Smith , fue producido en los S

Tears for Fears - Songs from the Big Chair (1985, Mercury)

Si el año pasado traje por aquí a los Tears for Fears con su The Seeds of Love para celebrar su 30 cumpleaños, este 2020 se cumplen 35 años del Songs from the Big Chair . No podía pasar la oportunidad de reseñarlo. Recuerdo ponerme una y otra vez los videos musicales de sus tres principales temas. Posiblemente son las canciones que más veces escuché por voluntad propia entre los 12 y los 15 años. También me tragué un documental ad hoc que hicieron para promocionar el disco, Scenes from the Big Chair. Y vi los clips en tantas oportunidades que me quedaron secuelas de las que no tuve consciencia hasta mucho más tarde: mirando fotos de mis 18 años, me di cuenta de que, durante esa época, llevé un peinado bastante parecido al de Roland Orzabal . Yo, que siempre creí que me lo dejé largo por la típica rebeldía de juventud y ascendencia rockera. Y no. En serio, esas fotos me recuerdan más a Orzabal que a Morrison , que sería mi intención primigenia de ir de guay (las fot

Simple Minds - Spaceface (Maxi Single, 2003, Absolutely Records)

Mi primera reseña es para una banda que me ha acompañado desde bien pequeño. Ambos tenemos casi la misma edad, 43 los escoceses, 44 un servidor. A finales de los 80, estando aún en el colegio, llegaban a mis manos cintas variadas con temas de Simple Minds , canciones sueltas que cazaba en emisoras de radio, al rebufo de la onda expansiva del “Don’t you", su actuación en el Live Aid, el “Once upon a time”, su compromiso con Mandela, Víctor Jara, el conflicto en Irlanda…  A comienzos de los 90, coincidiendo con mis comienzos como DJ todavía amateur, empecé a escuchar y comprar en vinilo adaptaciones de sus temas a la música electrónica y a destripar los sonidos de sus discos. Ellos y Depeche Mode me engancharon por igual. Las voces, las atmósferas, el uso de sintetizadores, la profundidad, ese toque épico, sencillamente me encantaba. Y además veía cada vez más acentuado el uso de elementos electrónicos en su música. Nada podía salir mal. En 1995 arranco mi andadura c