Rory Gallagher regresaba en 1987 con Defender tras cinco años de inactividad en estudio. Jinx , su anterior trabajo, se publicó en 1982. Una eternidad para el prolífico guitarrista irlandés cuyo ritmo era de, por lo menos, un álbum al año durante la década de los 70. El retraso se debió principalmente a que Rory empezaba a sufrir serios problemas de salud. Demasiados kilómetros a sus espaldas, conciertos extenuantes y largas juergas etílicas que empezaron a pasarle factura. El reposo, pues, estaba más que justificado.